martes, 10 de agosto de 2010

Colgados por el enigma de Banksy



TONI GARCÍA - Barcelona
EL PAÍS - 03-08-2010

Cuando a mediados de 1992 los habitantes de Bristol empezaron a ver las paredes de la ciudad decoradas con dibujos que representaban a diferentes iconos de la sociedad inglesa en posiciones poco decorosas (como un bobby orinando), a algunos se les quedó mal cuerpo. Ya se sabe, en Reino Unido no está bien visto meterse con el establishment y menos ridiculizarlo en un espacio público y utilizando un espray. Otros, en cambio, vislumbraron la llegada de un tipo distinto, irreverente y -como se comprobaría a la postre- invisible.

Precisamente en una de esas entrevistas vía ciberespacio -con la revista londinense Time Out- para hablar del documental el artista se descolgaba con una declaración de principios que hablaba a las claras de su visión de la jugada y que vale la pena reproducir íntegramente: "No me gustaría ser recordado como el tipo que contaminó una forma artística y legítima de protesta con dinero y celebridades. A veces me pregunto si soy parte de la solución o del problema. Por ejemplo: mi distribuidor me presiona para que meta marcas en la película. Ahora odio las marcas; no son más que vandalismo corporativo. La semana pasada pensaba que, bueno, a lo mejor un par de marcas no hacen daño... Obviamente, no hay nada malo en vender tu trabajo, solo un idiota con un fondo de inversiones te diría lo contrario. Lo difícil es saber hasta dónde puedes llegar. No leo libros ni escucho música hecha por personas en su tiempo libre, por lo que supongo que el vandalismo que miro no debe ser diferente. Quiero que esté hecho por los mejores profesionales".

El documental llegará al certamen donostiarra el día 22 de septiembre y lo hará en la sección Zabaltegui-Perlas, donde se proyectan las mejores películas que ya han visitado previamente otras secciones internacionales. Su inclusión en el festival, además de una excusa perfecta para acercarse hasta la ciudad vasca, es una buena noticia para los cinéfilos, con o sin intereses artísticos, que no quieran esperar hasta octubre para ver el filme en los cines españoles. Es lo que tiene Banksy, una contradicción en toda regla: el de Bristol ya es para todos los públicos. Ese giro comercial que algunos le echan en cara a este maestro de la guerrilla urbana no afecta en nada a su voluntad de seguir por el mismo camino. "La gente me pregunta qué tal duermo, y la verdad es que muy bien, porque soy alcohólico". Puro Banksy.

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