luns, 2 de agosto de 2010

Velos arrojados al Nilo


CELIA AMORÓS
BABELIA - 10-07-2010

Egipto es un palimpsesto. Y de ese palimpsesto desearíamos resaltar una capa particularmente sofocada por la inclemente presión del fundamentalismo y del autoritarismo que todo lo desfiguran y lo distorsionan. Nos referimos al llamado "renacimiento árabe" de finales del siglo XIX y comienzos del XX, proceso reflexivo reactivo frente a la constatación del progreso de Occidente, la potencia colonizadora, y la conciencia de decadencia por parte de los teóricos y teóricas de los países árabes. El remedio a la decadencia, dado que la reacción ante los colonizadores occidentales es ambivalente, oscila desde la propuesta de una vuelta a los orígenes del islam genuino, congruente con el diagnóstico de que los males se deben al deterioro de sus esencias con el paso de los siglos, a la de una "apropiación selectiva" de aquellos aspectos de la Ilustración occidental que resultan funcionales "en la lucha contra sus Antiguos Regímenes" (Deniz Kandiyoti), en este caso la aristocracia otomana.

Una figura particularmente significativa en este contexto es la de Qasim Amin, al que podríamos llamar el "Stuart Mill egipcio", pues estuvo en contacto y fue discípulo del filósofo liberal utilitarista y feminista que, junto con Harriet Taylor Mill, escribió La sujeción de las mujeres, libro de cabecera de muchas líderes sufragistas. Ana de Miguel, que lo ha estudiado especialmente, enfatiza el llamado "argumento de la compañera" con el que nuestro feminista pretendía convencer a sus congéneres masculinos de las ventajas y las excelencias de una relación de igualdad entre el varón y la mujer. Su discípulo egipcio era consciente, y así lo expuso en su obra La liberación de la mujer, de que ello implicaba una crítica a los matrimonios concertados, a la poligamia, a la reclusión femenina y al uso del velo que despersonaliza a la mujer. Estaba convencido de que sin un cambio en la educación de las mujeres no era posible la regeneración de Egipto. Pero Qasim Amin no predicó en un páramo, como lo ha puesto de manifiesto detalladamente Asunción Oliva: destacadas feministas cultivaron el género de la biografía femenina y publicaron revistas y escritos donde aparecían desde protestas por la reclusión de las mujeres en el harén hasta peticiones del sufragio femenino.

Melak Hifni Nassef (1886-1918) escribió Fragmentos feministas donde se pedía para la mujer derecho a la educación y al trabajo. Por su parte, Houda Sha'arawi fundó en 1923, la EFU (Egyptian Feminist Union) como plataforma para la consecución del sufragio femenino. Tuvo contactos internacionales importantes y, al regresar del congreso celebrado en Roma de la Alianza Internacional de Mujeres, junto con una compañera de militancia tuvo el gesto simbólico de arrojar el velo al Nilo. Un personaje emblemático del desgarramiento personal que sufrieron muchas de estas figuras entre su asimilación de lo mejor de Occidente y la fidelidad a sus raíces egipcias, tildado de "occidentalización" en su país, al que regresó tras haber presentado una tesis en La Sorbona, fue Doria Shafik. Feminista militante, filósofa, articulista y poeta, fundó la asociación de Las Hijas del Nilo. Esta organización fue disuelta por Nasser, que practicó un curioso feminismo estatal y acabó condenándola al arresto domiciliario. Su acendrado amor a la libertad, la pasión de su vida, la enfrentó con los dictadores y acabó "cayéndose" desde su balcón.

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