xoves, 17 de marzo de 2011

Un grupo proisraelí trata de vetar la proyección en la ONU de una película de Schnabel


El Comité Judío Americano pide la presidente de la Asamblea de Naciones Unidas que suspenda el pase de 'Miral', un filme que muestra la dureza de los ataques de Israel contra los palestinos
BARBARA CELIS - Nueva York - 14/03/2011
Pocas cosas generan tanta polémica en Estados Unidos como el atreverse a defender mínimamente a los palestinos frente a los ataques de Israel. De ahí que el estreno neoyorquino de la película Miral, de Julian Schnabel, previsto para esta noche en la ONU, llegue cargado de polémica. Tanto que el American Jewish Committee (AJC) le ha pedido a Joseph Deiss, el presidente general de la Asamblea de la ONU, que suspenda la proyección porque da a entender que la ONU no es neutral en el conflicto. "La película tiene un claro mensaje político y retrata de forma negativa a Israel. Permítame preguntarle por qué el presidente de la Asamblea General y este prestigioso organismo quieren asociar su nombre a un evento tan evidentemente parcial" ha declarado David Harris, director del AJC, en un comunicado emitido ayer.
El filme, basado en el libro homónimo de la periodista palestina Rula Jebreal, relata el conflicto entre Israel y Palestina desde la perspectiva de una mujer palestina educada en un orfanato de Jerusalén. Protagonizada por Freida Pinto (protagonista de Slamdog Millionaire) y con cameos de Vanessa Redgrave y William Defoe ha generado malestar en Israel desde su estreno en el Festival de Venecia el pasado septiembre , aunque su director, Julian Schnabel, sea un americano de origen judío.
La crudeza de algunas imágenes en las que se ve al Ejército israelí atacar a los palestinos no ha gustado entre los israelíes, que acusan al pintor y director de tomar partido con los palestinos. Por eso la idea de que la ONU sirva hoy como escenario para el estreno -y posterior debate- de un filme que llegará a los cines estadounidenses el 25 de marzo de la mano de los productores y distribuidores Bob y Harvey Weinstein -también de origen judío- ha provocado un enfrentamiento abierto en la ONU, donde los representantes de la misión israelí han solicitado sin éxito que se suspenda la proyección.
Haim Waxman, representante adjunto a la misión de Israel, ha hecho oir sus quejas en diversos medios israelíes. "El problema no es que muestren la película si no que el presidente de la Asamblea General decida mostrar un filme de carácter político. Es una decisión sin precedentes" afirmó Waxman en la web Ynet. "Respetamos la libertad de expresión de los cineastas pero esta decisión está dirigida a favorecer los intereses de los palestinos". Schnabel ha invitado al estreno a toda la comunidad diplomática y a algunos representantes de la política estadounidense.
Aunque con este filme no ha cosechado tan buenas críticas como con su anterior cinta, la que fuera candidata a cuatro oscars La escafandra y la mariposa, el director considera que su nueva película no es en absoluto parcial y ha defendido su amor hacia el estado de Israel en un comunicado: "Amo el Estado de Israel, creo en él y mi película habla de preservarlo, no de dañarlo. Entender es parte de la manera de ser de los judíos y los judíos supuestamente sabemos escuchar. Pero si no escuchamos a la otra parte nunca tendremos paz. En vez de decir que no invito a la AJC a decir que sí, a ver Miral y a unirse a la discusión".
Abrir un diálogo
Hace unos días Schnabel también defendía el filme desde un blog en The Huffington Post: "Mi intención al hacer esta película es abrir un diálogo entre los jóvenes estadounidenses sobre esa complicada y a menudo malinterpretada parte de la región -las relaciones palestino-israelíes. Para entender el conflicto hace falta no sólo perspectiva histórica sino habilidad para mirar más allá de las infinitas imágenes y percepciones negativas y que solo una parte sea retratada normalmente como 'el malo'".
La cinta había sido calificada para mayores de 17 años por la Motion Picture Association of America por sus escenas de violencia pero tras las protestas de Schnabel y tras realizar pequeños cambios en la edición ha conseguido que se amplíe su arco de audiencia a mayores de 13 años, una victoria para este cineasta que buscaba precisamente acercarse al público más joven con fines educativos.

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