xoves, 14 de abril de 2011

¿Dónde han metido a Ai Weiwei?


Cerca de 300 artistas y pensadores de todo el mundo firman una carta contra el arresto y desaparición del creador chino hace seis días
DAVID BRUNAT 08/04/2011
Siempre hay alguna forma de sortear la censura en China. Lo demuestra este lema: "Ama el futuro" (Ai Weilai). Tan poético alegato sirve hoy en el ciber-espacio chino como seudónimo de Ai Weiwei. Es la única forma que tienen miles de internautas de poder hablar sobre el famoso artista sin que sus mensajes desaparezcan de la red. Aunque ni así: los fontaneros de la censura china, miles de funcionarios que rastrean las páginas web, empezaron a destruir los mensajes y posts que cantaban su "amor al futuro".
"El futuro ha desaparecido, el futuro está en prisión, el futuro se ha ido", exclamaba uno de los miles de post colgados en Weibo, la versión china de Twitter. Han pasado ya seis días desde que fue detenido por la Policía en el aeropuerto de Pekín y no hay rastro de él. Un escueto comunicado oficial publicado por la agencia de noticias Xinhua dijo el martes que Ai Weiwei había sido arrestado por cometer "crímenes económicos". Luego, el miércoles, un editorial del diario Global Times, edición en inglés del diario portavoz del Partido Comunista Chino (PCC), contradijo la versión y le acusó de haber cometido irregularidades con su pasaporte, además de estar "a punto de cruzar la línea roja" y de infringir la ley.
Nada cuadra, y su familia, desesperada, ha colgado por todo Pekín decenas de carteles escritos a mano que dicen: "Ai Weiwei, varón, 53 años, fue asaltado por dos hombres el domingo en el aeropuerto de Pekín. Sigue desaparecido, si sabe algo, por favor, contacte a su familia en este número".
"La detención de Ai Weiwei es terrible. Corren tiempos muy peligrosos en China", sentencia con un suspiro Gao Zhen a Público. "No había visto nada igual desde la masacre de Tiananmen hace 20 años. Más de cinco artistas que conozco han sido arrestados recientemente por la Policía, además de Ai Weiwei. No sabes cuándo te puede pasar a ti", continúa. Gao Zhen y Gao Qiang forman los Gao Brothers, un dueto artístico muy crítico en sus obras con el contexto político de China y las injusticias sociales y bien conocidos en el panorama mundial.
"Hoy es muy fácil desaparecer, sobre todo, si eres un ciudadano común. Con la detención de Weiwei, el Gobierno manda un mensaje a todos los críticos: demuestra que pueden hacer con ellos lo que quieran", añade el otro hermano, Gao Qiang.
El miedo en el cuerpo
Unos 300 artistas e intelectuales de todo el mundo publicaron una carta abierta titulada Nuestros temores por el destino de Ai Weiwei, exigiendo su liberación inmediata. "Urgimos a todos los gobiernos a ejercer una fuerte presión sobre China para que trate a sus ciudadanos con respeto, justicia básica y humanidad", reza la carta. También recuerda el caso del premio Nobel de la Paz, Liu Xiaobo, que pasará los próximos diez años en prisión por expresar su visión política. "Nos preocupa que a Ai Weiwei le aguarde el mismo destino", dicen.
Entre los firmantes se encuentran los Gao Brothers y también Cai Yuan, un controvertido performer. "Su de-saparición refleja el lado oscuro de la sociedad china actual: los menos afortunados carecen del mínimo derecho a la Justicia", clama a través del correo electrónico.
Hong Lei, portavoz del Ministerio de Exteriores chino, confirmó el jueves que el caso de Ai Wewei no tiene "nada que ver con los derechos humanos" y que ha sido detenido por "crímenes económicos". Y advirtió a la comunidad internacional "no entrometerse en los asuntos internos de China", después de que la UE y EEUU exigieran su liberación inmediata.
"China dice que es un Estado de derecho, pero cómo, si ni siquiera sigue los procedimientos más básicos de su legislación. No ha dicho nada a la familia en seis días. Todo el proceso es un despropósito: no sólo viola los protocolos internacionales sino la propia legislación china", denuncia Patrick Poon, secretario ejecutivo de China Human Rights Lawyers Concern Group, una asociación de abogados ubicados en Hong Kong que vela por los derechos de los imputados por crímenes políticos en China.
Aunque no sabe qué va a pasar en los próximos días, Poon da a Público su lúgubre pronóstico: "Lo tendrán detenido hasta que hallen el peor delito posible con el que imputarle. Le harán pasar por un delincuente común, quizá un evasor de impuestos, y empezarán a desacreditarle en internet y en los medios. Luego, si la presión internacional no lo remedia, será condenado a prisión".

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