Por cada punto del PIB mueren 7,4 niñas por 1.000
nacimientos, cinco veces más
Por cada punto del PIB que cae en un país mueren 7,4 niñas por cada 1.000
nacimientos, frente a 1,5 varones. Esta es la conclusión a la que ha llegado un
estudio de la ONG Plan Internacional
junto con el Instituto Overseas de Reino Unido.
El informe
analiza cómo afecta la crisis económica a las mujeres y niños y
concluye que son las infantes las grandes afectadas. La investigación fue
realizada en 59 países del mundo, la mayoría de ellos en vías de desarrollo.
Los motivos tienen que vercon la oleada de recortes en gastos sociales a
nivel mundial que dificultan el acceso a servicios básicos de salud. Pero
también con aspectos culturales que exacerban las diferencias de género a
medida que decrecen los recursos económicos. "Las familias están más
preocupadas por el niño porque es él quien va a traer el beneficio económico en
el futuro y, por lo tanto, se olvidan de dar ciertos cuidados a sus
hijas", explica Nicola Jones, autora del informe que advierte que en
muchos casos no es algo consciente y se trata de una negligencia pasiva.
Estos descuidos son más frecuentes durante el primer mes de nacimiento,
cuando existen más riesgos para los bebés. "Hay evidencia de que las amas
de casa pobres vacunan menos a las niñas que a los niños. Muchas de estas
muertes tienen que ver con la falta de vacunación".
La malnutrición es otro factor vital que contribuye a la gran diferencia de
mortalidad. "Las mujeres dejan de dar el pecho antes y priman a los
varones que a los niñas. Amamantar es algo básico para evitar infecciones y dar
una buena nutrición a los infantes", apunta Jones. Y aquí la cultura
vuelve entrar en juego. "En países como la India, las madres tienen que
dar de comer a los hijos de sus familiares y vecinos y dejan en último lugar a
sus hijas", apunta Concha López, Directora General de Plan Internacional
en España. Según el informe. la deficiente alimentación contribuye en más de un
tercio a la muerte de niños menores de cinco años en todo el mundo. La
situación se vuelve mucho más seria conforme los precios de los alimentos
aumentan y las mujeres no pueden pagarlos.
La esperanza de vida entre las niñas también es menor. El informe señala
que en tiempos de recesión económica esta cae en siete años, mientras que la de
los niños lo hace en seis. Sin embargo, aumenta en dos años para ambos sexos
durante la época de crecimiento económico.
"Las niñas son las últimas en la cadena”, dice López,
que piensa que estos resultados son un retroceso en las mejoras hechas para
reducir la mortalidad infantil. “ Por cada año de mejora se pierden
cinco", conluye.
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