xoves, 10 de xaneiro de 2013

¿Qué son los campos de reeducación que China prevé eliminar?


D. CALDENTEY 08.01.2013 – 20minutos.es
El Régimen de China ha anunciado este lunes que podría abandonar, antes de finales de año, su controvertida práctica de ‘campos de reeducación’. Este sistema, desde su creación, en 1955, ha despertado permanentes críticas de las organizaciones de Derechos Humanos a nivel internacional. Los ‘campos de reeducación’ albergan a miles de disidentes del Partido Comunista. La medida podría ser aprobada en marzo próximo.
¿En qué consiste el sistema?
El Partido Comunista chino define al ‘laogai’ (en mandarín) como un “sistema de reeducación” para disidentes del régimen. Establecido en los primeros años del maoísmo, en realidad suele ser utilizado como castigo contra detenidos sin juicio previo. Implica mano de obra penal, o lo que en China se conoce como "reeducación mediante el trabajo". Según José Luis Orella, profesor de Historia Contemporánea de la Universidad CEU-San Pablo, ha tenido siempre como finalidad “apresar al disidente y apartarlo de la sociedad por sus pensamientos o posturas políticas. Son centros creados especialmente para marginar a disidentes”.
¿Cuántos centros hay en la actualidad?
En la actualidad están habilitados unos 350 centros de este tipo. Desde su creación se estima que han pasado por sus instalaciones unas 50 millones de personas. Hoy albergan aproximadamente a 160.000 detenidos, según cifras oficiales. Los arrestados han sido privados de la libertad, sin juicio previo, durante más de medio siglo, bajo los cargos de disidentes, peticionarios y “alborotadores". En opinión de Orella, "se diferencian de los campos de concentración convencionales en sus métodos, pero tienen similares objetivos: eliminar de la sociedad a los contrarios a regímenes totalitarios".
¿Qué diferencias existen con el  ‘laojiao’?
El sistema ‘laogai’ en China se distingue del ‘laojiao’ (que es la detención administrativa de una persona que no se considera un delincuente, pero ha cometido delitos menores). En el primer caso, las personas están detenidas en instalaciones que pertenecen al sistema penitenciario general chino. En el segundo, los arrestados permanecen alojados en centros diferentes a los del sistema penitenciario. Ambos sistemas, sin embargo, implican mano de obra penal
¿En qué regiones abundan estos centros?  
Durante la década del 60 las cárceles chinas fueron organizadas como auténticas fábricas, donde los reclusos realizaban una gran diversidad de labores y tareas estratégicas. Veinte años más tarde, miles de personas arrestadas por razones políticas o religiosas fueron liberadas gracias a las reformas de Deng Xiapoing. El Código de Procedimiento Penal, revisado en 1997, puso fin a la política oficial de ‘laogai’, pero en varias cárceles de la República Autónoma del Tíbet y de la provincia de Qinghai, principalmente, miles de personas permanecen aún detenidas debido a esta práctica de trabajo forzoso.
¿Este sistema sigue vigente en otros países?
Según José Luis Orella, los ‘campos de reeducación’ para el trabajo implementados por el comunismo maoísta "fueron copiados y trasladados al sudeste asiático". Por ejemplo, en Corea del Norte, un satélite chino, funcionan y siguen abiertos. China está viviendo una revolución cultural que implica una apertura económica y una transformación hacia el mundo. "Antes había un mayor control de la población china, pero ahora se está generando un cambio profundo en su condición de potencia económica”, ha afirmado a 20 Minutos.

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