venres, 29 de marzo de 2013

Mujeres ocultas, mujeres ocultadas


Por: Estrella de Diego | 18 de marzo de 2013
Elementos para el deporte, Maruja Mallo
Día tras día, nuevas mujeres se van incorporando a la historia del arte oficial. Salen de los almacenes y la memoria y salen, sobre todo,victoriosas, permitiendo establecer nuevas genealogías y hasta nuevas Historias del Arte que deben escribirse de una forma otra, redefiniendo el relato que se ha dado por bueno durante demasiado tiempo. Qué tremendo error. Está claro que esa Historia que damos por válida, la que rescata y convierte en cliché sólo algunos nombres de mujeres -Artemisia y Frida, entre otras y por cierto, mujeres sin apellido, como las amigas o las niñas-, va dejando excesivos huecos a su paso, huecos que  se van rellenando y que podrían dar un vuelco a la narración oficial.
Ha ocurrido hace poco con la sueca Hilma af Klint, reconocida como una pintora de paisajes que, sin embargo, mantenía escondidas algunas iluminadoras pinturas abstractizantes que podrían arrebatar el protagonismo a Kandinsky o Mondrian. No es la primera vez que las mujeres que se salen del sendero de la “pintura figurativa” optan por la mascarada y el camuflaje, siguiendo el término codificado por la psicoanalista Joan Riviere en 1929 en el artículo La feminidad como mascarada : las mujeres intelectuales enfatizan  su feminidad para no presentarse como amenaza.
Ocurre a menudo con las mujeres que escogen lo no-figurativo y el caso de Sophie Taeuber-Arp es paradigamático: desde sus cuadros concretos hasta sus marionetas dadaístas, al final se ha adelantado a muchos de los hombres de su generación, pero nadie repara en ello porque ha permanecido semioculta, eclipsada por el marido y como decisión personal. De hecho, es más conocida como bailarina dadá que como pintora, igual que Maruja Mallo se presenta como “surrealista”-aunque se formara en el círculo de Torres García, muy preocupado por la matemática tal y como muestran algunas obras de Mallo. Ese mismo discurso manipulador trata de explicar el cubismo de Blanchard –su anomalía, pues las mujeres no se ocupan de cuestiones relativas al espacio- en base a su diferencia física.  La propia Hilma af Klint –cuya exposición en Estocolmo viajará al Museo Picasso de Málaga donde también se mostró a Taeuber-Arp- no quiso que sus cuadros abstractos fueran mostrados sino veinte años después de su muerte, ocurrida en 1944, ya que creía que el mundo no estaba preparado para entenderlos. Aunque yo iría aún más lejos. Setenta años después de su fallecimiento, el mundo sigue poco preparado para el cambio trascendental: ¿y si la “inventora” de la abstracción fuera una mujer escandinava?
Porque si todo esto se traslada, además, hacia el Norte de Europa –fuera, pues, del circuito al uso que tiene como centro a París y a Picasso- las cosas se complican más si cabe. ¿Cuántos de nosotros conocemos, por ejemplo, a las muchas y excelentes pintoras finlandesas, cuyo movimiento feminista tuvo un peso extraordinario al coincidir con la independencia? ¿A quién le suena el nombre de Helene Schjerfbeck, una pintora fascinante y básica en la historia del arte del país nórdico y coetánea de Hilma af Klint, autora de una serie de autorretratos que van desde el “fin de siglo” hasta el Expresionismo? En esta recuperación de nombres de artistas, la última y estupenda documenta 13 presentaba los tapices de Hannah Riggen, que compartieron evento, aunque no fortuna crítica,con el Guernica. ¿Por qué, nos preguntamos? ¿Porque eran tapices o porque los había hecho una mujer? ¿Son las “artes menores” “menores” porque las hacen las mujeres o las hacen las mujeres porque son “menores”?

Ahora en el Candem Arts Center de Londres se presenta la obra de otra artista olvidada en algunos circuitos, cuyas imágenes son sin embargo presagio de muchas formas de trabajar de tantos artistas actuales que se han decantado por el dibujo como una forma de camuflaje de temas escabrosos, a la manera de Henry Darger.  La norteamericana Dorothy Iannone pintora, dibujante, poeta y música representa la sexualidad femenina y masculina de una forma muy explícita, si bien narrada de manera candorosa, casi inocente, igual que tantos de los artistas que hoy en día vuelven los ojos hacia el dibujo como forma de expresión.
Aunque su activismo no se circunscribe sólo a lo pintado, que le valió una censura en la exposición de Berna que hizo dimitir al propio Harald Szeemann. Tuvo también la costumbre de ir escribiendo en una lista a todos sus amantes. Poco defensora de lo doméstico, apasionada y fascinante, esta mujer de 80 años que vive en Berlín, es capaz de añadir el humor a su trabajo, como en la serie Gente , de mediados de los 60 del XX, donde personajes famosos, elegantemente vestidos y convertidos en una especie de recortables, exhiben los genitales. Pero son las almas lo que quiere mostrar, comenta.  Y, de hecho, en estas pinturas, dibujos o esculturas de madera o papel, inocentes y sorprendentes que preludian a todas las mujeres que quisieron ser descaradas a finales del siglo XX y en el XXI, hay algo de espiritual, de ascenso a otra dimensión, como ocurre cuando se trascienden los tabúes. La obra increíble de Iannone se pudo ver en Nueva York, en 2009, expuesta en el New Museum, y se puede ver ahora en Londres., dejando claro que las chicas descaradas como Tracy Emin ,y  su lista de amantes, y hasta Nan Goldin, y su juego de imágenes explítcitas, tienen una abuela en la cual buscar la propia genealogía.

1 comentario: