Los manuales de Educación Nacional no mencionan la
existencia de Israel
DAVID
ALANDETE Jerusalén 24 NOV 2013 -
21:17 CET
Sobre un gran mapa se lee la palabra Palestina. Incluye toda la tierra al
oeste del río Jordan, desde Líbano y Siria hasta el Sinaí. Entre las ciudades
de esta nación se hallan Jerusalén, Haifa y Acre. De otras grandes urbes
actuales en la zona, como Tel Aviv o Modiin, no hay mención. Se ha borrado
minuciosamente cualquier presencia judía y, de hecho, no hay rastro del Estado
de Israel. No se trata de un antiguo mapa del mandato británico o un programa
político del grupo islamista Hamás, que gobierna la franja de Gaza desde 2007,
sino de uno de los tres nuevos libros de texto en la materia de Educación
Nacional que este ha distribuido en las 400 escuelas que administra. A los
niños, simplemente, no se les habla de Israel.
“Los otros libros estaban casi exclusivamente centrados en el acuerdo de
paz de Oslo [1993] y en realidad no trataban sobre los asuntos nacionales o la
historia de la nación palestina”, dice Sohaib el Ashi, de 47 años, jefe de
estudios de la escuela de secundaria Anas bin Malik en la ciudad de Gaza.
“Estos nuevos libros enseñan la realidad, aquella de la que se nos prohibía
hablar por las negociaciones de Oslo con los israelíes. Esta generación ya ha
estado expuesta a la fuerza ocupadora que es Israel durante su infancia. Es
hora de que aprendan también de su pueblo y su historia”, añade. En los libros
no se reconoce la existencia de Israel. Cuando hay que referirse a ese Estado,
el texto lo menciona como “entidad sionista”.
Un estudio publicado en febrero y financiado por el departamento de Estado
norteamericano mantiene que la eliminación del otro es común en libros de texto
israelíes y palestinos. Un 76% de los manuales de Israel muestra mapas de la
zona sin demarcar territorios palestinos. Tras analizar 30.000 páginas, el
estudio, elaborado por el Consejo de Instituciones Religiosas de Tierra Santa,
mantiene que un 49% de los libros israelíes que representan a los palestinos en
las escuelas estatales lo hacen en términos negativos. En las instituciones
religiosas ortodoxas esa cifra asciende al 73%. Uno de esos manuales, en un
caso extremo, llegar a tildar a los árabes de "sedientos de sangre".
En general, según el estudio, los libros israelíes son mas equilibrados y autocríticos
que los palestinos.
Los libros nuevos libros de texto los usan en Gaza 55.000 niños entre el
octavo y el décimo grado. Al sionismo, el movimiento que reclama el derecho de
Israel a existir como Estado judío con unas fronteras defendibles, los nuevos
libros de texto lo tachan de racista. Mantienen que los judíos “no están
relacionados con Israel” porque “Israel como nación fue aniquilada” hace miles
de años. Mantienen que una de las principales aspiraciones de los israelíes es
acabar “forzando a todos los palestinos a que sean como judíos”. “Es la
intención de la entidad sionista borrar la identidad árabe e islámica de
Palestina para imponer la suya, judía, sobre nuestra historia y geografía, con
la ocupación sionista cuyo fin central es convertir esta tierra en un Estado
judío”, dice Sohaib el Ashi.
Los niños recitan lo aprendido en los libros. “Palestina es una tierra
habitada por grupos árabes procedentes de la península arábiga y que en la
antigüedad fue poblada por los filisteos”, dice en una clase de décimo grado
Ahmad Bader, de 15 años. “Al ocupar Palestina, los sionistas expulsaron a los
habitantes legítimos, destrozaron tierras de cultivo y sitios arqueológicos
islámicos”, añade Ehab el Majar, de la misma edad. En los nuevos textos no hay
mención del proceso de paz o el acuerdo marco de Oslo. A biografías
glorificadoras de líderes tradicionales de la resistencia palestina, como Yaser
Arafat, añaden otras como la de Ahmed Yassin, jeque fundador de Hamás, muerto
en un ataque de Israel en 2004.
En Gaza hay 465.000 alumnos de primaria y secundaria. La mayoría de
escuelas las gestiona Hamás y la ONU opera unas 250. En abril el grupo
islamista aprobó una nueva ley por la cual la segregación por sexos es
obligatoria para alumnos mayores de nueve años. Hamas ganó las elecciones
legislativas palestinas de 2006. Un año después se hizo con el control de la
Franja mientras en el Gobierno de Cisjordania quedó el partido secular Al Fatá,
al que occidente e Israel consideran como interlocutor legítimo, pese a que no
convoca elecciones desde hace siete años. Hamás no reconoce la existencia de
Israel. Hasta ahora en ambos territorios palestinos se habían respetado el
currículo educativo aprobado por la Autoridad Palestina en Cisjordania, que no
tiene directrices para una asignatura de Educación Nacional.
“No hay nada malo en esos libros. Estamos enseñándoles a
nuestros niños la historia de su pueblo. No es que estemos cambiando la
historia de América”, dice Isra al Modallal, portavoz del Gobierno gazatí. “Por
supuesto que hablamos de líderes como el jeque Yassin, pues son quienes
cambiaron la historia de nuestro pueblo. ¿Acaso no dicen los libros de texto
israelíes que Jerusalén es su capital y ponen allí su bandera? ¿No hay mapas en
Israel que dicen que toda Palestina es suya? Nosotros somos un pueblo ocupado y
debemos enseñarles a nuestros niños la resistencia. Estos son asuntos vitales
para nosotros”. Con los nuevos libros de texto, Gaza se desvía en materia
educativa de Cisjordania y complica la consecución de una unidad palestina
necesaria para que el proceso negociador, reactivado por EE UU en julio, tenga
éxito.
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