El
exdirigente cancela su viaje a Suiza por miedo al arresto
IÑIGO SÁENZ
DE UGARTE CORRESPONSAL 06/02/2011
Retrato de Bush en Guantánamo |
George W. Bush no es una
persona que viaje mucho, pero su agenda de compromisos
internacionales se va a ver seriamente limitada en los próximos meses por la
actividad de las asociaciones de derechos humanos.
La cancelación, el sábado,
de un viaje a Suiza llevó a Amnistía Internacional a hacer un anuncio público
para que cualquier Gobierno del mundo entable acciones judiciales contra el
expresidente de Estados Unidos por su complicidad en casos de tortura a
sospechosos de terrorismo.
"Bush se arriesga a
una investigación y posible procesamiento por su responsabilidad en torturas y
otros delitos bajo la legislación internacional, en especial en cualquiera de
los 147 países que han firmado la Convención de la ONU contra la Tortura",
señaló Amnistía Internacional en un comunicado.
Miedo a incidentes
Amnistía entregó el
viernes un informe a la Fiscalía helvética con la intención de que Bush fuera
detenido si llegaba a viajar a Suiza. Un día después, se anunció que el viaje
de Bush había quedado cancelado. Estaba previsto que pronunciara una
conferencia el 12 de febrero en una ceremonia organizada en Ginebra por la
asociación judía Keren Hayesod.
La razón con la que se
justificó la suspensión de la presencia de Bush fue el miedo a los
incidentes a causa de las manifestaciones convocadas en la ciudad suiza para recibir
al expresidente.
Keren Hayesod negó que la
decisión de invitar a Bush fuera una "provocación" y recordó que en
ocasiones anteriores había contado con la asistencia del expresidente Bill
Clinton, el exvicepresidente Al Gore o el exalcalde de Nueva York Rudy
Giuliani.
El libro de Bush
Varios grupos de derechos
humanos de Suiza tienen previsto presentar hoy en Ginebra una petición de
procesamiento de George W. Bush de 2.500 páginas. Utilizarán el contenido de
sus memorias, así como las declaraciones que hizo al presentar el libro a
los medios de comunicación, para justificar una orden internacional de
detención por el presunto uso de la tortura en la prisión militar de Guantánamo.
En el libro Decision
Points, Bush confirmó que autorizó el uso de la tortura de asfixia
simulada (waterboarding) a los interrogadores de la CIA y del Ejército.
Sostuvo que el uso de esta técnica de interrogatorio fue decisiva para impedir
que se cometieran nuevos atentados como el del 11-S.
"El presidente Bush
ha admitido que ordenó la práctica del waterboarding, que es algo que
todo el mundo acepta que se trata de una forma de tortura bajo el derecho
internacional", dijo Reed Brody, abogado de Human Rights Watch. "Según
la convención contra la tortura, las autoridades están obligadas a abrir una
investigación para procesar o extraditar a George W. Bush".
El diputado suizo
Dominique Baettig reclamó también al Gobierno de su país que Bush fuera
detenido si se presentaba en Suiza.
El pasado 11 de enero se
cumplió el noveno aniversario de la llegada de los primeros presos a Guantánamo.
Un avión de transporte C-141 trasladó a los 20 primeros detenidos. En estos
momentos, la cárcel alberga a más de 170 personas que siguen en un limbo jurídico.
Barak Obama firmó el
primer día de su presidencia una orden ejecutiva que ordenaba el cierre de
la prisión. Su Gobierno aún no ha encontrado la forma de llevarla a cabo.
Ningún comentario:
Publicar un comentario