xoves, 30 de decembro de 2010

Un día de fiesta para rescatar la herencia olvidada de Lugrís

Un grupo coruñés se moviliza para salvar la obra del artista

PAOLA OBELLEIRO - A Coruña - 16/12/201


Frente a la indiferencia y la escasez de dinero, imaginación e iniciativa. Empeñados en rescatar las obras del genial pintor Urbano Lugrís que agonizan, pasto de humedades y deterioros varios, en establecimientos hosteleros de cascos históricos de Galicia, un grupo de jóvenes profesionales de A Coruña (arquitectos, restauradores y diseñadores gráficos) ha constituido una asociación cultural, O Mural. Y celebrará el sábado el primer Día de Lugrís, en el que se sucederán una docena de actividades variopintas y festivas alrededor de la figura del legendario artista del surrealismo mágico.
El objetivo es recaudar fondos y apoyos en defensa de la catalogación como patrimonio público de un legado ahora en manos privadas que corre grave peligro de extinción. "Si Irlanda festeja cada año a James Joyce y su Ulises, ¿por qué Galicia no haría lo mismo con Lugrís, exponente del atlantismo que se muere por culpa de la barbarie de la indiferencia?", resumió Xurxo Souto, colaborador de esta singular iniciativa.
La primera misión será salvar una de las huellas más populares de un artista bohemio que forma parte de la memoria colectiva: el fantástico aunque ya bastante estropeado mural de 20 metros que preside el café Vecchio, en la céntrica calle Real de A Coruña. Urbano Lugrís (A Coruña, 1908- Vigo, 1973) pintaba sin cesar y en todas partes, muchas veces solo a cambio de una taza de vino. Aunque mucha obra desapareció bajo la piqueta de reformas interiores, la indiferencia general y la pasividad de las administraciones, aún sobreviven en cafeterías, restaurantes o tascas algunos ejemplares de ese mundo mágico y surrealista siempre bañado por el océano que tanto le gustaba recrear al pintor, fallecido en la más absoluta indigencia.
Restaurar mínimamente y proteger el mural del Vecchio, realizado por el artista a finales de los años cincuenta para adornar un salón de baile que luego fue un banco y ahora una cafetería, tan solo cuesta 50.000 euros. Pero ni los dueños del local, propietadad del Banco Echeverría, ni los poderes públicos están por la labor de conservar una obra pictórica que ya sufre numerosas agresiones, desde desconchados por las humedades hasta salpicaduras de chocolate, vino o capas de grasas. La Xunta aún no cumplió su promesa de enviar unos técnicos para determinar la "dimensión y valor" de esta huella de Lugrís, según explican Marcos Samaniego y Oscar Sanluís, integrantes de la asociación. Solo lograron que la Concejalía de Cultura de A Coruña financie la carpa en la que el sábado, en la céntrica plaza General Mola de A Coruña, acogerá actividades del Día de Lugrís.
Los promotores de la asociación O Mural esperan con su iniciativa divulgar y recuperar un patrimonio artístico que "debería ser un bien de todos pero que ahora se muere al estar en manos privadas". Pretenden recuperar y hacer accesible a todo el mundo "una riqueza cultural que debería ser un valor añadido para Galicia". Una ruta tabernaria por locales del centro de A Coruña que conservan obras de un bohemio aún muy recordado en la ciudad, menús específicos en su honor y una jornada de dibujos con la participación de pintores contemporáneos configurarán ese primer Día de Lugrís.

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