luns, 22 de marzo de 2010

Europa se borra del mapa



ÁLVARO DE CÓZAR - Madrid
EL PAÍS - Internacional - 20-03-2010

En 1988, unos investigadores de la revista National Geographic pidieron a 3.800 niños de 49 países que dibujaran el mapa del mundo. La mayoría de los chavales -africanos, asiáticos, americanos- colocaron Europa en el centro del mapa. Sin saberlo, reprodujeron la misma visión eurocéntrica legada por sus antepasados desde la época colonial, la proyección de Mercator, la misma que todo occidental tiene en la cabeza como un hecho objetivo ante el que no cabe la más mínima duda.

Quien sí resultó un experto en propaganda fue Arno Peters. En 1974, este berlinés que había sido cineasta, organizó una rueda de prensa para arremeter contra el mapa de Mercator y presentar el suyo. La proyección de Peters respetaba las superficies reales de los países, pero no sus siluetas, la mayoría de las cuales aparecían demasiado estiradas. Los cartógrafos le dieron la espalda -Arthur Robinson definió el mapa como un calzoncillo largo, mojado y andrajoso colgado del Ártico- pero la visión políticamente correcta de Peters caló en la Unesco y en las ONG, que adoptaron el mapa para mostrar su sensibilidad hacia África y Asia. Además, Peters no había hecho más que apropiarse de una proyección casi idéntica elaborada en 1855 por James Gall, un religioso escocés con menos sentido del espectáculo.

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