sábado, 24 de abril de 2010

En busca del último templo



FERRAN BALSELLS - Tarragona
EL PAÍS - Cultura - 18-04-2010

"Excavaremos justo aquí". Imma Teixell, arqueóloga municipal de Tarragona, clava los zapatos en el corazón de la catedral y a unos cinco pies bajo sus suelas deberían de hallarse las ruinas de un templo perdido durante siglos: el santuario dedicado a Julio César Augusto, heredero de Julio César, primer emperador de Roma, el soberano que encumbró Tarraco hasta la cima del mundo al proclamarla capital, provisional, del Imperio Romano, cuando trasladó allí su sede del 27 al 24 antes de Cristo. No muy lejos de aquellas fechas sus notables dedicaron a Augusto un templo que la era moderna nunca ha localizado con certeza. "Templum ut in colonia Tarraconensis in omnes provinciam exemplum", suspira casi en trance Josep Maria Macies, del Instituto Catalán de Arqueología Clásica. El doctor latinea a Tácito, por cuya obra se asume que el templo se mandó construir el año 15 para dar ejemplo al resto de provincias. "No es un templo, es el templo", precisa Macies.

La negociación para acceder al subsuelo de la iglesia ha sido algo farragosa. "Se empezó a hablar hará 10 años, pero algunos eran reticentes a que abriéramos el suelo de la catedral", se limita a detallar Macías. "Confirmados los indicios, ni el arzobispado podía negarse", concede Muñoz. El arzobispo de Tarragona aprobó la excavación bajo la exigencia de que coincidiera con las obras de restauración de la catedral, que se prevén para este verano y limitarán temporalmente el culto religioso. Los tres arqueólogos aprovecharán el cierre del edificio para descubrir unos 25 metros cuadrados. "Los restos precisarán la cronología de la zona, las construcciones de los visigodos y la evolución del Imperio en la Península. Varios siglos en un puñado de metros cuadrados", teoriza Muñoz lo que Macias ilustra de un plumazo: "Leer el tiempo".

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