Atenas reclama 162.000 millones como reparaciones por la
invasión nazi
Desde que entró en la barrena de la crisis, en 2010, Grecia debe a la
troika 240.000 millones de euros —más intereses—, la suma de los dos rescates
que apuntalan su ruinosa economía; y su deuda pública, que entonces rondaba el
130% del PIB, ascendía el año pasado al 172%. Estas calamitosas cuentas, y el estado de
depauperación en que malviven amplias capas de la población por los
sucesivos ajustes, podrían en parte remediarse si Atenas
reclama formalmente el dinero que desde la II Guerra Mundial le debe Alemania
en concepto de reparaciones de guerra.
Un informe confidencial encargado por el Ministerio de Economía griego
revela que la suma se eleva —sin los intereses de los 60 años transcurridos— a
162.000 millones de euros, aproximadamente el 80% del PIB griego. Se calcula
que alrededor de 108.000 millones corresponderían a la reconstrucción de las
infraestructuras destruidas, y el resto, a los préstamos suscritos forzosamente
por el Banco de Grecia para sufragar los gastos —suministros y pagas— de las
fuerzas de ocupación.
Dimitris Avramópulos, ministro de Exteriores, comunicó ayer al Parlamento
que el informe será estudiado en breve por asesores legales y, luego, se
decidirá si reclamar o no. “Esto es una cuestión pendiente desde hace 60 años,
rebasa ampliamente los límites de la crisis de la deuda”, recordó Avramópulos.
La invasión nazi entre 1941 y 1944, y el reguero de muerte y miseria que
dejó —matanzas de civiles como las de Dístomo o Kalávrita, la muerte de 300.000
personas por inanición, la ejecución y el exilio de decenas de miles de
opositores—, está grabada de manera indeleble en la memoria colectiva de
Grecia. No es, por tanto, una cuestión de dinero, sino de justicia histórica,
insiste el Ejecutivo.
El documento, obra de un grupo de expertos facultados por el Ministerio de
Economía y que desde marzo está en manos de Avramópulos y del primer ministro,
el conservador Andonis Samarás —quien se reserva la última palabra—, se basa en
el análisis de 791 volúmenes de archivos, 190.000 páginas de documentos en
total, muchos de ellos arrumbados en sacos en los sótanos de edificios públicos
desde hace décadas.
El 7 de abril, el diario To Vima (centroizquierda) levantó la liebre
de la reclamación y tituló en portada Todo lo que
Alemania nos debe, de lo que se
hizo eco al día siguiente el semanario alemán Der Spiegel. La
información revelaba la inapelable conclusión de los expertos: “Grecia jamás ha
recibido ninguna compensación, ni por los préstamos que se vio forzada a
suscribir para Alemania, ni por los daños sufridos durante la guerra”.
La comunicación de Avramópulos al Parlamento añade una
presión extra a la debilitada coalición que preside Samarás, empujado a
reclamar por buena parte de la oposición, pero a la vez temeroso de
abrir otro frente en la tensa relación con Alemania. Mientras masacres como la
de Dístomo aguardan resolución en La Haya, el acuerdo suscrito entre Alemania y
Grecia en 1960 descartaba nuevas reclamaciones individuales por la invasión
nazi.
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