La desigualdad alcanza máximos históricos en Reino Unido, cuna del sistema
de protección social.
DAVID BOLLERO Londres 27/06/2012
Cartel do MInisterio de Seguridade Social británico dos anos 50 |
El 1% de la
población más rica en Reino Unido acapara el 50% de los ingresos totales del
país. En 1979, tan sólo absorbía el 6% del total de la riqueza. Son datos
publicados en un reciente informe del profesor de Geografía en la Universidadde
Sheffield, Danny Dorling, cuyas conclusiones revelan que la desigualdad en
Reino Unido ha alcanzado su máximo histórico desde la Segunda Guerra Mundial.
Dorling afirma:
"Si retrocedemos 100 años, vemos que la desigualdad en el país se desplomó
durante 70 años, de 1910 a 1979, produciéndose la mitad de esa caída en el
periodo anterior a 1939. Sin embargo, desde 1979 las desigualdades han crecido
–y siguen creciendo– dramáticamente".
Ya el año
pasado Dorling publicó el estudio Gran Bretaña en bancarrota: un atlas del
cambio social, en el que se advertía de cómo la austeridad estaba
golpeando de pleno a los más pobres. Entonces, el investigador habló de
"bancarrota financiera, residencial, política, moral, emocional y medio
ambiental" cebándose especialmente con las clases más pobres, mientras que
las más ricas mejoran su posición. Entre los hallazgos expuestos en el atlas,
Dorling destacaba que sólo en 2009, en más de un centenar de localidades de
Inglaterra el número de solicitantes de vivienda excedía por mucho el número de
casas en stock. Asimismo, mientras que en las 42 localidades más ricas
únicamente se produjo el 8% de las muertes, en ellas se registró el 24% de las
fincas sujetas al impuesto de sucesiones.
El profesor
insiste en que, "incluso si miramos a las clases más acomodadas, la
brecha entre éstas y los más ricos está creciendo. A principios de los años
40, si del 10% de la clase alta se descuenta el 1% de los más ricos, ese
restante 9% ganaba 2,4 veces el salario medio, lo mismo que en 1959, 1969 y
1973. Fruto de la creciente desigualdad, hacia 1990 ese 9% ya ganaba tres veces
más que la media, siguiendo la línea ascendente hasta 2007". Sin embargo,
durante los últimos cinco años su cuota ha caído hasta el histórico 2,4.
"Cada año, el 1% de ricos es más rico y el 9% restante de la clase alta
tiene más en común con el otro 90% de la población y menos con la élite económica",
concluye Dorling.
El origen
del Estado de bienestar
En noviembre
de 1942, sir William Beveridge presentaba ante el Parlamento británico un
informe histórico, bautizado con su nombre, que sentaría las bases del
Estado de bienestar en Reino Unido y en buena parte de los sistemas
europeos. Nacido en 1879 en India -hijo de un funcionario-, Beveridge estudió
Derecho y llegó a dirigir la Escuela de Económicas de Londres entre 1919 y
1937. En 1941 una comisión del Gobierno le encargaría la elaboración de un
informe que abordara el modo de reconstruir el país tras la Segunda Guerra
Mundial.
El hilo conductor del Informe Beveridge de más de 300 páginas, cuyo
título original era Seguridad Social y servicios asociados, fue la
lucha contra la miseria y se levantó sobre la construcción de un sistema de
seguridad social operado por el Estado, que habría de implantarse tras la
Segunda Guerra Mundial; una guerra que, opinión de Beveridge brindaba la
oportunidad para corregir los errores pasados.
El autor
aseguraba que "ahora que la guerra está borrando cualquier punto de
referencia, tenemos la oportunidad de usar toda nuestra experiencia en campo
abierto. Un momento revolucionario en la historia del mundo es tiempo de
revoluciones, no de parches".
Beveridge,
que llegó a liderar el Partido Liberal, se basó para su informe en estudios que
evidenciaban la baja natalidad del país y el progresivo envejecimiento de la
población. Precisamente con el objetivo de atajar esos problemas, el economista
afirmó que era "imperativo dar prioridad al gasto en el cuidado de la
infancia y protección de la maternidad". Al mismo tiempo, subrayó la
importancia de combatir el desempleo, las discapacidades y las pensiones.
El padre del
Estado de bienestar sostenía que "la seguridad social plenamente
desarrollada puede proporcionar seguridad de ingresos, es un ataque a la
miseria. Pero la miseria es sólo uno de los cinco demonios en el camino de
reconstrucción y en muchos sentidos el más sencillo de atajar. Los otros son la
enfermedad, la ignorancia, la pobreza y la inactividad".
Sanidad
gratuita y subsidios
Las
conclusiones del Informe Beveridge fueron tachadas de radicales en su época, si
bien es cierto que gozó de gran popularidad entre la ciudadanía –se llegó a
poner en circulación una tirada de cerca de 650.000 ejemplares-. Sin embargo,
no sería hasta 1945 cuando el laborista Clement Attlee se impusiera al conservador
WinstonChurchill y estableciera el Estado de bienestar basándose en el Informe
Beveridge. Ya en 1946, la Ley de Seguridad Social estableció subsidios por
desempleo, enfermedad,maternidad y jubilaciones, financiados por los
trabajadores, las empresas y el Gobierno.
Tan sólo dos
años después, nacería el Sistema Nacional de Salud (National Health Service,
NHS), con atención médica y tratamientos gratuitos para todo el mundo,
incluidos los dentales y oftalmológicos, tanto en casa como en los hospitales.
El autor del informe estaba convencido que su sistema permitiría "un nivel
de vida mínimo por debajo del cual nadie debería permanecer".
Hasta la
llegada de la conservadora Margaret Thatcher cuando se impugnó el modelo de
Beveridge, que se tuvo a bien llamar ciudadanía social. Durante sus
años de mandato (1979-1990), y bajo la máxima de reducir la intervención del
Estado a la mínima expresión dando poder a los mercados, la Dama de
Hierro emprendería
duros recortes sociales y ejecutaría
políticas neoliberales. Tal y como expone Chaime Marcuello, profesor de la
Universidad de Zaragoza que imparte la asignatura de Sistemas de Bienestar en
el segundo grado de Trabajo Social, la herencia de Thatcher en 1990 dejó
"un 24% de la población en la pobreza, frente al 9% que había cuando llegó
al poder en 1979", fecha a partir de la cual, Dorling identifica el
incremento exponencial de las desigualdades en el país.
Pilares del
Estado de Bienestar de Beveridge
1. Sistema
de seguridad social unitario de cobertura universal, financiado a través de las
contribuciones del Estado, los empleados y los empleadores.
2. Servicio
nacional de salud, con atención médica gratuita y cobertura universal.
3.
Ayudas sociales para educación, vivienda, atención especializada a niños y
otros servicios sociales de carácter asistencial.
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