El herbicida tóxico ha causado cáncer, diabetes, linfomas
y malformaciones a millones de asiáticos
DAVID
ALANDETE Washington 10 AGO 2012 - 22:27 CET
Hace 51 años, el Ejército norteamericano comenzó a rociar los frondosos valles
y las planicies del centro y el sur de Vientam con 75 millones de
litros de un herbicida poco conocido hasta entonces, con la intención de
arrasar los campos que podían ofrecer refugio al Vietcong. El Agente Naranja,
fabricado por químicas como Monsanto y Dow Chemical, resultó contener una
dioxina extremadamente dañina, que ha provocado en los humanos cánceres,
diabetes, linfomas y malformaciones. Sólo ahora, millones de enfermedades y
muertes después, Estados Unidos ha comenzado la limpieza de unos eriales que
aun son tóxicos.
Las operaciones de limpieza comenzaron el jueves en la ciudad de Danang.
Durarán cuatro años y costarán 43 millones de dólares, según el Departamento de
Estado de EE UU. En los diez años en que se empleó, el Agente Naranja del
Pentágono arrasó dos millones de hectáreas, y afectó también a Camboya y Laos.
Los norteamericanos emplearon concentraciones de dioxinas hasta 55 veces
superiores a las normales, de ahí sus devastadores efectos sobre la salud.
Hasta los años 90, sin embargo, el Gobierno de EE UU no reconoció formalmente
los efectos nocivos del químico.
Por aquel entonces, los estragos entre los vietnamitas eran ya obvios:
cánceres, dolencias respiratorias, quemaduras, abortos, fetos deformes y
malformaciones. Pero tuvieron que ser los soldados norteamericanos que
prestaron servicio en Vietnam los que obligaran a Washington a reaccionar.
Primero, 15.000 soldados demandaron a los fabricantes del producto, y lograron,
en 1984, un acuerdo extrajudicial de 180 millones de dólares. Posteriormente,
el Congreso autorizó al Departamento
de Veteranos del Gobierno a que indemnizara a los 4,2 millones de
soldados que sirvieron en zonas donde se empleó el químico, si presentaban
secuelas.
Según dijo en una investigación judicial de 1983 Henry Kissinger,
asesor de seguridad nacional de Richard Nixon, fue este presidente
quien dio la orden final de dejar de emplear el herbicida en 1971,
desautorizando a la cúpula militar del país, que quería seguir con su uso. El
general William Westmoreland, comandante de las tropas de EE UU en Vietnam
hasta 1968 dijo también en esa investigación que el Agente Naranja se empleó
con profusión “porque el enemigo creía el mito de que podía ser nocivo para su
salud, y se mantenía alejado de él”. Aquella fue postura oficial de los
oficiales del Gobierno norteamericano durante muchos años: el Agente Naranja
era para ellos un herbicida, inocuo hasta que se demostrara lo contrario.
Cruz Roja estima que hay un millón de vietnamitas que viven con las
secuelas de esa dioxina, y que 100.000 de ellos son niños con malformaciones.
En la pasada década, esa organización de ayuda ha tratado a más de 660.000
personas con secuelas causadas por el Agente Naranja. Muchas zonas han sido
limpiadas, progresivamente, por Hanoi, pero aun queda una veintena de bases y
puestos norteamericanos, hoy abandonados, que siguen altamente contaminados.
Entre ellos, parte del aeropuerto de Danang.
En los próximos cuatro años, los grupos de limpieza retirarán sedimentos de
las zonas contaminadas, para luego someterlos a un tratamiento de desorción
térmica, exponiéndolos a temperaturas extremas para provocar la evaporación los
químicos, según ha explicado la embajada norteamericana en Hanoi. Danang, con
más de 800.000 habitantes, es una de las mayores ciudades de la costa central
de Vietnam. Se calcula que hay en ella 11.000 personas con discapacidades,
muchas relacionadas con el Agente Naranja.
“La dioxina en este suelo es un legado del pasado tan doloroso que
compartimos”, dijo el jueves en un discurso en Danang el embajador
norteamericano en Vietnam, David B. Shear. “Pero el proyecto que iniciamos aquí
y ahora, mano a mano con los vietnamitas, es un símbolo del futuro esperanzador
que estamos construyendo de forma conjunta. Ambos estamos avanzando y dando los
primeros pasos para enterrar el legado de nuestro pasado”.
En 2004, un grupo de ciudadanos vietnamitas presentó una demanda
civil en los juzgados de Nueva York contra químicas como Dow,
Monsanto o Hercules, que le vendieron el Agente Naranja al Pentágono, por
considerarlas cómplices en crímenes de guerra. El juez, Jack Weinstein, la
desestimó al año siguiente, al considerar que vender químicos no suponía un
crimen de guerra, y que además el herbicida se había diseñado específicamente
para defoliar, no para afectar a la población. En aquel caso, los efectos
colaterales, aun en su gravedad, no se
consideraron suficientes para encontrar culpables.
Hola.
ResponderEliminarSoy Vitor Hugo Brandalise, redactor de La Voz de Galicia, y le escribo para presentar un proyecto que acabo de lanzar, sobre los 195 años del mapa de Domingo Fontán. Creo que tiene que ver con su perfil, sr. Anxo, como educador y profesor de Historia y Geografía. La propuesta es rehacer la ruta de Fontán --autor del primer mapa completo de Galicia, que llevó su país a la vanguardia de la cartografía mundial--, para contar tanto la história del mapa como la del hombre que recorrió su tierra pueblo por pueblo para elaborarlo.
Para eso, he analisado los cuadernos de campo del matemático a lo largo de los últimos 4 meses, para descubrir cual fue su ruta dentro de Galicia. Y este es el recorrido que estoy siguiendo en mi proyecto, llamado "El primer rostro de Galicia". La dirección es http://blogs.lavozdegalicia.es/mapafontan
Los primeros resultados (los tres primeros recorridos de Fontán dentro de Galicia, en los alrededores de Santiago y A Coruña y en la Terra de Melide) ya están colgados en el blog, con reportajes multimedia en diversos puntos. Si le parece, para mi sería interesante cualquier tipo de apoyo en la divulgación del proyecto (un enlace en el blog, por ejemplo, o cualquier otra iniciativa de divulgación que le parezca viable). Cualquier duda o sugerencia que tengas, mis contactos están abajo. Gracias por la atención y un saludo,
Vitor Hugo Brandalise
Proyectos Multimedia - La Voz de Galicia
Blog: http://blogs.lavozdegalicia.es/mapafontan