El presidente francés encabeza el homenaje a las 13.000
judíos deportados a campos de exterminio durante la redada del Velódromo de
Invierno
Autobuses agardando para trasladar aos xudíos retidos no velódromo |
Un crimen cometido “en Francia por Francia”. Con estas palabras, el
presidente francés, François Hollande, ha reconocido esta mañana la
responsabilidad de su país en la deportación de judíos durante la Segunda
Guerra Mundial. El mandatario ha presidido el homenaje a los 13.152 judíos
(entre ellos 4.000 niños) deportados hacia los campos de exterminio de la
Alemania nazi tras la redada
del Vel d'Hiv, el Velódromo de Invierno, ejecutada en 1942 por la
policía francesa bajo las órdenes del régimen colaboracionista de Vichy.
En el acto en conmemoración del 70 aniversario de la operación, Hollande
subrayó que para la operación no fue necesario movilizar “ni a un solo soldado
alemán”. Con el gesto, el mandatario se desmarca de su mentor, el socialista
François Mitterrand (presidente francés entre 1981 y 1995), que se negó a
reconocer la responsabilidad de Francia en los actos criminales cometidos
durante la ocupación nazi en la II Guerra Mundial. El socialista aplaudió el
gesto del expresidente conservador Jacques Chirac, que reconoció públicamente
la responsabilidad.
“Estamos aquí reunidos para evocar las horas oscuras de la colaboración, de
nuestra historia, y por lo tanto la responsabilidad de Francia”, ha dicho
Hollande. “Les debemos la verdad a los mártires judíos del Velódromo de
Invierno”, ha insistido. “Pero la verdad es también que aquel crimen se cometió
en contra de Francia y en contra de sus valores”.
El 16 y 17 de julio de 1942 fueron detenidas más de 13.000 personas, entre
ellas 5.919 mujeres y 4.115 niños, de acuerdo con los archivos policiales. Las
parejas sin hijos y los solteros fueron trasladados directamente al campo de
Drancy, al norte de París, paso previo al campo de exterminación de Auschwitz y
donde este otoño se inaugurará un museo conmemorativo. Las familias con niños
fueron hacinadas durante días en el Velódromo de Invierno, cerca de la Torre
Eiffel, derruido en 1959 y donde ahora se encuentra una placa homenaje, antes
de ser dirigidos a otros campos franceses y deportados.
“Este crimen abrió la vía a más redadas” llevadas a cabo en “ambos lados de
la demarcación” —la Francia ocupada por los nazis y la de Vichy— contra los
judíos, y también contra los gitanos, según ha recordado Hollande. En total,
unos 76.000 judíos de Francia fueron deportados durante la guerra hacia los
campos de concentración alemanes. Solamente 2.500 sobrevivieron.
Hollande sigue así el camino abierto en 1995 por el expresidente Jacques
Chirac, cuyas palabras citó también el actual jefe de Estado. “La locura
criminal del ocupante fue secundada por franceses, por el Estado francés (…)
Francia, patria de las luces y de los derechos humanos, tierra de acogida y de
asilo, cometía lo irreparable”, declaró entonces Chirac, convirtiéndose en el
primer presidente en reconocer la responsabilidad francesa.
El predecesor de Chirac, el socialista François Mitterrand y modelo
político de Hollande, mantuvo durante su mandato la línea marcada por el
general Charles De Gaulle, que decía que el único régimen legítimo de Francia
durante la II Guerra Mundial era la Francia Libre liderada desde Londres por el
propio De Gaulle, y no el régimen de Vichy del mariscal Philippe Pétain, al que
el Parlamento francés otorgó plenos poderes en 1940 y quien firmó al armisticio
con Alemania ese mismo año.
Hollande ha insistido en el deber de “transmitir a las nuevas generaciones”
el conocimiento sobre lo ocurrido en Francia durante la contienda. Un estudio difundido
esta semana revela que el 42% de los franceses nunca ha oído hablar de la
redada del Velódromo de Invierno. El porcentaje aumenta entre los más jóvenes:
hasta el 57% para los encuestados que tienen entre 25 y 34 años, el 60% para
los que tienen entre 18 y 24 años y el 67% para los de entre 15 y 17 años.
Recordando la matanza en una escuela judía en Toulouse
del pasado mes de marzo, en la que murieron tres niños y un rabino “por el
hecho de ser judíos”, Hollande ha reiterado la voluntad de Francia de perseguir
“con la mayor determinación” el antisemitismo. “No es una opinión, sino una
abyección”.
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