El otro día estuvo en Madrid Kathrine Switzer. A muchos el nombre no
les dirá nada, pero esta mujer rompió una barrera histórica: fue la primera en
correr un maratón de forma oficial (se inscribió con las iniciales de su
nombre, K. V.) cuando las carreras de fondo estaban prohibidas para las mujeres
porque se pensaban cosas tan anacrónicas como que podían afectar a su
posibilidad de ser madres. Fue en Boston en 1967 y su dorsal, el 261, se
convirtió en un símbolo de la lucha por los derechos de las mujeres en el
deporte.
Kathrine Switzer en el maratón de Boston 1967. ASSOCIATED PRESS
En esos momentos la carrera femenina más larga en los Juegos Olímpicos eran
los 800m. Aún tendrían que pasar cinco años para que nueve mujeres tomaran la
salida oficial en el maratón de Boston y mucho más (hasta 1984) para que la
prueba reina del fondo llegara al programa olímpico femenino.
Switzer es hoy una mujer de 66 años, bellísima y locuaz que sigue corriendo
y batallando por las mujeres y que vuelve cada año a Boston a narrar el maratón
para una televisión. Es también uno de los ídolos deportivos de un compañero de
redacción que pasó el curso pasado con una excedencia en esa ciudad
estadounidense. “La primera vez que salí a correr allí”, me contó el martes,
“me llamó la atención la cantidad de mujeres que corrían”. Como es un hombre
metódico, este compañero empezó a contarlas. “Y siempre me salían más mujeres
que hombres”. Y como además es periodista, pidió datos a la Federación
Estadounidense de Atletismo.
Resulta que 11.152 mujeres se inscribieron el año pasado para correr los
42,195 kilómetros de Boston, probablemente el más tradicional de los maratones
pues se ha celebrado sin interrupciones desde 1897. Esto supone el 42% de los
registrados.
El informe que me facilitó mi colega, que es de 2012, afirma también que el
53% de las corredoras de fondo (la estadística tiene en cuenta carreras de
5.000 o más metros) que entraron en una meta en Estados Unidos ese año eran
mujeres, que ya son mayoría en las
carreras de 5 y 10 kilómetros y media maratón, pero que se quedan en el 42% en
el maratón.
Pero no solo se está generalizando la presencia de mujeres en estas
carreras, es que cada vez hay más pruebas solo femeninas, 200 solo en el país
de Switzer.
En España la tendencia también está en auge. Las carreras de la mujer se han
generalizado, hay iniciativas tan espontáneas como mujeres que corren y
el próximo 30 de marzo se celebrará el primer maratón
solo femenino: el 261 en Palma de Mallorca que es por otra parte la
razón por la que Switzer se pasó por Madrid.
Aunque pueda parecer contradictorio, hay muchas mujeres
que prefieren correr en estas pruebas porque van más tranquilas. Decía Switzer
el otro día que son buenas para que algunas corredoras ganen seguridad y
también para que las que ya la tienen aprendan a competir. Para cada vez más
mujeres son también una fiesta, una celebración de que, ahora sí, pueden
correr.
Ningún comentario:
Publicar un comentario