Por: Tereixa Constenla | 20 de
septiembre de 2013
El primer cómic de Gemma Sesar empieza así: "28-01-2012. Sábado. Otra
vez sin chica. Me he pasado todo el día en la cama, con fiebre, dolor de cabeza
y sudando una barbaridad (esto último seguro que adelgaza, o elimina toxinas, o
ventila el cuerpo, así que está bien). Baldo se ha encargado de la casa y de
los niños, que hoy parecía que tenían la solitaria porque han hecho un camino
de su habitación al cajón de las galletas".
Gemma Sesar es la directora de El Patito Editorial, un pequeño sello dedicado al
cómic y los libros ilustrados radicado en Santiago de Compostela, la
autora del blog Vida de Madre y la madre de Olivia y Antón, de cuatro y tres
años. También es la pareja de Fausto y la amiga de Marta y... en realidad no
tiene tiempo para ser nada de esto último y ha de conformarse con ser,
esencialmente, madre y empresaria en crisis.
En 2010 estrenó un blog sobre esa nueva identidad -la
maternal- que ha engullido a casi todas las demás. Todos tienen una teoría
de la maternidad que a menudo choca con la que posee cada
madre. Sesar se siente distinta aunque está hermanada con todas
las madres trabajadoras del mundo por algo común: ir corriendo detrás de la
vida con la lengua fuera. ¿Cómo? Café y renuncias. "Desde hace cuatro
años, primero soy madre, luego empresaria y, finalmente, si sobra algo de
tiempo, soy mujer. Soy buena madre, aunque cometa al día cientos de errores; aunque
no sea la madre que nos quieren vender los psicólogos, estudiosos, libros
de autoayuda, abuelas perfectas y madres delicadas", escribe en la
introducción a la obra.
Vida de madre (El Patito Editorial, con
versión en gallego y castellano) es el título del cómic que recoge las
experiencias de Sesar en el que ella pone el guion, Ramón Marcos las
ilustraciones y Jorge Castelli el color. Es la historia de dos niños
felices -los hijos- y dos adultos sobrepasados -los padres- que tienen que
mantener todos los malabares de la vida en el
aire procurando que ninguno se rompa.
Gemma pasa por sucesivas fases. Cae en la trampa de la superheroína que
puede con todo tras encadenar fallidas experiencias de asistencia
doméstica. Enferma, se concede treguas, finalmente admitirá ante sí misma que
necesita ayuda en la casa y en un momento delicado se romperá su fuerza en mil
añicos. Porque todo lo anterior ocurre simultáneamente en la vida de una
empresaria que, en 2012, es desgarrada por la crisis. Y que debe repensar
cosas, idear iniciativas, defender proyectos, esto es, que necesita la
vehemencia y la energía de un titán justo en un momento en que dos felices
criaturas se la succionan por completo. Vida de madre parece
un cómic sencillo pero aborda algo tan complicado como la vida de una
madre empresaria que no desea renunciar a ninguna de las dos cosas. Y que no
tendría por qué hacerlo.
Y es, lo haya pretendido o no su autora, un tebeo de
denuncia social: una prueba más del agujero de las políticas de igualdad y
conciliación que existen en este país para contribuir a que las mujeres
tengan hijos -algo muy interesante para la madre en particular y el futuro de
la sociedad en general- y facilitar al tiempo que las mujeres tengan
vidas... profesionales.
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