El Instituto Henry Moore organiza una exposición que
recuerda los hitos de un año prodigioso en creatividad.
Duchamp, Gutfreund y Gaudier-Brzeska firmaron en 1913
obras que marcaron el desarrollo de formas más dinámicas, libremente abstractas
y anticanónicas.
La muestra, que incluye también obras de Modigliani, De
Chirico y Picasso, recuerda que en la misma época Proust editó "En busca
del tiempo perdido"
Ardengo Sofcci: 'Deconstruction of the Planes of a Lamp' |
ÁNXEL GROVE. 11.12.2012 - 13.58h
El Henry
Moore Institute, de Leeds (Reino Unido), ha sido la primera
organización cultural en apuntarse a celebrar el centenario de 1913. Como no
podía ser de otra forma tratándose del museo montado en memoria de Henry
Moore, una de las grandes figuras de la escultura abstracta del
siglo XX, la conmemoración está focalizada en recordar la importancia de 1913
como "año crucial" para el florecemiento de la escultura moderna.
Otras imágenes
La exposición 1913: The Shape
of Time (1913: la forma del tiempo), en cartel hasta el
17 de febrero de 2013, muestra 22 piezas realizadas hace un siglo, en un año
"extraordinario para la escultura" gracias a la obra de artistas que
"experimentaron con las formas para que representasen las complejidades de
la vida en el mundo moderno, produciendo trabajos e ideas que aún resuenan
en nuestros días", dicen desde el museo.
Cambio de posición en el espacio
Con obras de, entre otros, Gaudier-Brzeska, Modigliani,
De Chirico y Picasso,
la antología demuestra como 1913 fue el momento en que la posición de los
objetos y cuerpos en el espacio cambió radicalmente con los trabajos de
inspiración cubista del primero de los citados, del vanguardista ucraniano Archipenko y del checo Gutfreund,
así como las dinámicas obras futuristas del italiano Boccioni
y los trabajos experimentales de Marcel
Duchamp, que firmó en 1913 algunas de sus piezas más radicales, por
ejemplo 3 Standard Stoppages y Bicycle Wheel,
uno de sus primeros ready-made,
objetos previamente manufacturados pero expuestos como esculturas
instantáneas.
Las nuevas formas de la escultura influyeron también en obras
bidimensionales y los artistas plásticos introdujeron el cuadro abierto a otros
materiales, una reflexiva meditación sobre la rápida industrialización de
Europa. En la exposición se pueden ver como ejemplos piezas de la pintura
rítmica del ruso Vladimir
Baranov-Rossiné, uno de los dibujos de cariátides de Modigliani y una de las torres de De Chirico, donde la pintura toma prestada
la visión espacial de la escultura.
Zonas horarias
Los organizadores de la exposición no olvidan que 1913 fue también el año
de publicación de Por el camino de Swann, la primera parte
de En busca del
tiempo perdido de Marcel
Proust y marcó el comienzo de la división del mundo en zonas
horarias secuanciales y simultáneas, una idea que fue entendida por muchos
artistas como una oportunidad para ejercer la abstracción, la intuición y la
experiencia.
1913: The Shape
of Time investiga como la escultura estaba "perfectamente
situada para dar forma material a las nuevas ideas de la materia y el espacio y
mediante el cambio de las antiguas tradiciones figurativas".
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