La norma permite adoptar niños a las parejas del mismo sexo y otorga a los
dos cónyuges la potestad de decidir el orden de los apellidos de sus hijos
EFE Montevideo 11/04/2013 publico.es
La Cámara de
Diputados uruguaya dio ayer el "sí" a la Ley de Matrimonio
Igualitario aprobada en el Senado la semana pasada y convirtió de este modo al
país en el décimo segundo del mundo y el segundo de América Latina
después de Argentina en permitir que los homosexuales se casen.
La votación
parlamentaria se resolvió con el voto a favor de 71 de los 92 legisladores
presentes, puesto que al apoyo del bloque oficialista de izquierdas Frente
Amplio (FA), impulsor de la iniciativa, se sumó el de un buen número de
parlamentarios opositores.
Desde antes
del inicio de la sesión, que duró más de cuatro horas, llegaron al Palacio
Legislativo defensores de los derechos de los homosexuales para seguir la
discusión desde las gradas del recinto parlamentario. Ataviado con un llamativo
traje y con un colorido maquillaje en el rostro, un activista de la
organización Ovejas Negras, Roberto, afirmó que la ley es "la
frutilla [guinda] de la torta [pastel]" de un largo proceso y demuestra
que "la Iglesia no tiene mucho peso en Uruguay". De hecho, es una de
las primeras naciones de América en separar a esa institución del Estado y que
a finales del siglo XIX ya contaba con una educación laica, gratuita y
obligatoria.
La norma
permite la adopción de hijos a las parejas del mismo sexo y otorga a los dos
cónyuges la potestad de decidir el orden de los apellidos de sus hijos y
si no se ponen de acuerdo establece un sorteo para fijarlo. También genera
controversia el derecho de los hijos a reconocer a su padre biológico en el
caso de que la madre, casada con otra mujer, lo tenga en un embarazo por la
relación con un hombre, no así en el caso de que se use el método de
fecundación in vitro, por la reserva de la identidad de los donantes de
esperma. Durante el debate legislativo, el diputado oficialista Nicolás Pereira
destacó otro hecho novedoso del texto aprobado y es que permite el
matrimonio a partir de los 16 años.
Ya en plena
dialéctica, su correligionario Sebastian Sabini afirmó que si el matrimonio
fuera sólo para procrear "tendríamos que prohibir el matrimonio para
determinadas parejas". "La base de la sociedad es la familia pero no
la familia prefabricada", lo apoyó Fernando Amado, del opositor
Partido Colorado.
Antes, el
también opositor Jaime Trobo, uno de los principales detractores de la ley, y
que pertenece al Partido Nacional (Blanco), había afirmado que "una unión
homosexual no es lo mismo que un matrimonio" porque son "realidades
distintas". Además, criticó el procedimiento legal por el cual se
llegó a la aprobación del texto.
Contra el
proyecto de Dios
La mayoría
de los diputados admitió en la sala que la ley aprobada previamente en el
Senado contenía errores, lo que en teoría debería haber forzado a los diputados
a realizar cambios y a convocar una nueva votación en una sesión conjunta de
las dos cámaras (Asamblea General). Sin embargo, se acordó que una vez que se
promulgue, se redactará "una ley modificativa" para su
posterior aprobación.
Los más
críticos con el proceso consideran que el oficialismo ha intentado precipitar
la aprobación de la normativa, como quedó de manifiesto en diciembre pasado
cuando se intentó votar de forma apresurada el texto sin que pasara previamente
por las comisiones especializadas como es habitual. Otro detractor de la norma,
la Iglesia Católica, llegó a pedir a los parlamentarios que profesan esa
religión rechazarla porque va "contra el Proyecto de Dios" y
este miércoles recordó las críticas efectuadas por el papa Francisco cuando era
arzobispo de Buenos Aires al votarse una ley similar en Argentina en 2010.
Después de
la votación parlamentaria en el Parlamento uruguayo, se desató la euforia en
las gradas del Palacio Legislativo, con tal intensidad que tuvieron que ser
desalojadas por orden del presidente de la Cámara Baja, German Cardoso. En una
rueda de prensa posterior, Ovejas Negras consideró que el país "ha dado un
gran paso hacia una sociedad más justa e igualitaria".
El
matrimonio homosexual es legal en España, Holanda, Bélgica, Canadá,
Sudáfrica, Noruega, Suecia, Portugal, Islandia, Dinamarca y Argentina, así como
en seis estados de EE.UU, la capital mexicana, el estado mexicano de Quintana
Roo y en el estado brasileño de Alagoas.
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