luns, 3 de febreiro de 2014

Republicanos andaluces en el ‘infierno’ de Mauthausen


El documental ‘Memorias de las cenizas’ reconstruye el horror que sufrieron los casi 1.500 andaluces deportados a los campos de extermino nazis, a través de los testimonios de cinco supervivientes y familiares
AMINA NASSER / Granada / 28 Ene 2014 eldiario.es

 “Nos metieron en un tren sin saber adónde íbamos… Teníamos dos caminos, Franco o Hitler… Nos metieron en vagones cerrados, como animales, y por la noche, nos llevaron a Mauthausen”. Así narraba Alfonso Cañete Jiménez, ya fallecido, (Montalbán, Córdoba, 1920-Ivry-sur-Seine,Francia, 2013), cómo fue deportado al campo de concentración nazi después de haber sido apresado por los alemanes en la II Guerra Mundial. Su testimonio forma parte del hilo argumental del documental Memoria de las cenizas: andaluces en los campos nazis, una historia dedicada a las víctimas olvidadas del nazismo: los deportados republicanos.
El libro-documental, presentado en la Biblioteca de Andalucía (Granada), reconstruye la historia escasamente divulgada del horror que sufrieron los andaluces recluidos en los campos de exterminio nazis. Lo hace a través de los relatos de cinco supervivientes y familiares de víctimas. Casi 1.500 andaluces fueron detenidos por los nazis y deportados a campos de extermino. Formaban parte de los 10.500 reclusos republicanos que los fascistas iban deteniendo por las zonas ocupadas. Muchos fueron deportados a los campos de Mauthausen (Austria), de donde no saldrían con vida. Sólo un tercio logró sobrevivir al ‘infierno’.
Memoria de las cenizas relata con toda la crudeza el drama de los deportados a través de los testimonios de cinco andaluces: Juan Camacho (Gádor, Almería), Eduardo Escot (Olvera, Cádiz), José Marfil (Málaga), Francisco Ortiz (Santiesteban del Puerto, Jaén), y Alfonso Cañete. Tres ya han fallecido. Los otros dos son nonagenarios que siguen en el ‘exilio’. “La chimenea de Mauthausen estaba siempre humeando… olía a carne quemada”, cuenta José Marfil. Su padre fue el primer español que murió en Mauthausen, según cuenta él mismo en el audiovisual. “Allí no había vida”, dice Eduardo Escot, el deportado número 1515. “Te tenías que hacer fuerte”, insiste, mientras muestra la chaqueta a rayas de preso.
En la cinta también hablan familiares de reclusos que murieron en los campos de concentración. Son las otras víctimas del nacismo, como María Gálvez, hija de un deportado de Zujaira (Granada), también protagonista del documental. Cuando tenía trece o catorce años, se enteró de que su padre, Juan Gálvez, había muerto en Mauthausen. Era uno de los diez prisioneros que murieron en los campos nazis procedentes de la misma localidad granadina, donde en la década de los 80 se levantó un obelisco en memoria de los deportados. “Desde que supe lo de mi padre, siempre quise ir al lugar donde murió”. Hace unos años pudo cumplir su deseo. Se fue a Mauthausen. “Ya me puedo morir tranquila, que ya lo he visto”, dice.
Ni los supervivientes se explican cómo lograron resistir y salir con vida de aquel siniestro lugar al que llegaron después de pasar todo tipo de calamidades: miseria, guerra, exilio… Habían huido del fascismo español y terminaron rodeados de terror en los campos de exterminio nazis. Ellos lo cuentan en primera persona en el documental proyectado en la Biblioteca de Andalucía, coincidiendo con la conmemoración de las víctimas del holocausto, que ha sido dirigido por Eduardo Montero y del que es coguionista el antropólogo granadino profesor de la Universidad Pablo de Olavide Ángel del Río.
Memoria de las cenizas: andaluces en los campos nazis rescata el drama de la deportación republicana en los campos nazis. El libro, coordinado por Del Río, tiene un objetivo didáctico y divulgativo de una realidad histórica bastante desconocida en España. “El 5 de mayo de 1945, las tropas aliadas del ejército norteamericano liberaron el último campo de concentración nazi en Mauthausen y se encontraron con una gran pancarta que decía: Los españoles antifascistas saludan a las fuerzas liberadoras”. Lo recordó el coguionista del documental en el acto de presentación al referirse al escaso conocimiento que existe sobre los republicanos que estuvieron recluidos en los campos de exterminio.
También aludió a ello Luis Naranjo, director general de Memoria Democrática de la Junta de Andalucía. “¿Quién recuerda la participación de españoles en la Segunda Guerra Mundial?”, preguntó, para subrayar que la relación suele restringirse a la División Azul. ¿La causa?  “La memoria falseada todavía es dominante”, dijo al referirse al “papel heroico de miles y miles de españoles que después de luchar contra el fascismo en España tuvieron que defenderse del fascismo en Europa. El libro-documental “recupera un retazo de nuestra memoria”, la de los deportados en los campos de exterminio nazis, explicó.

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