Desde hace cinco años lleva adelante el proyecto 'Antes de que se mueran'
sobre tribus indígenas gravemente amenazadas de extinción.
Ha viajado a 50 países y retratado a 31 pueblos aborígenes "aislados y
únicos" que componen la "pureza de la raza humana".
Ochenta de las imágenes se exponen en Berlín.
Hace solamente doscientos años había tribus y
pueblos indígenas en todos los ecosistemas del planeta. Hoy solamente están
presentes en el seis por ciento de la superficie de la Tierra, son entre 300 y 370 millones de personas en 70 países.
Los cáculos hablan de la posible extinción de la mitad de las 7.000 culturas
indígenas del mundo durante esta generación o la próxima.
El fotógrafo inglés Jimmy
Nelson (1967) ha dedicado los últimos cinco años al empeño de denunciar
la tragedia de la pérdida de seres humanos y culturas y a mostrar, quizá
"por última vez", la vida de 31 de las tribus amenazadas. Su proyecto
Before They Passed Away (Antes de
que se mueran). Está convencido de que estos pueblos, "aislados y únicos",
representan la "pureza de la raza humana".
Primera exposición pública
Ochenta de las fotos de formato medio que Nelson ha
tomado en sus viajes por 50 países se exponen desde el 8 de
marzo al 21 de junio en la Galería de Camera Work de Berlín. Es la
primera vez que las fotos se exponen públicamente, aunque ya se han editado en un libro
cuya venta está destinada a la ayuda a las tribus retratadas por el fotógrafo.
Desde que se decidió a registrar a los aborígenes
desde dentro, actuando como un "invitado" de las tribus, Nelson ha
convivido con pueblos como los Huli de Papúa Nueva Guinea, que pintan sus
caras de rojo, blanco y amarillo, se adornan el pelo con plumas de aves y creen
que "el conocimiento no es más que un rumor hasta que se convierte en músculo";
los Karo
de Etiopía, de los que sólo quedan entre dos y tres mil y que viven en familias
cada una de las cuales debe construir dos casas: la colectiva y social y la
labores del hogar y trabajo, y los Himba
de Namibia, uno de cuyas reglas de conducta es "no comiences tu rebaño
con ganado, comienza con personas".
"Registro etnográfico"
Las fotografías van más allá del documento visual
neutral y son plenamente informativas sobre las costumbres, modos de vida,
creencias y culturas de los pueblos. Nelson ha recogido información verbal y ha
volcado fotos y textos en una completa y fascinante página web
dedicada al proyecto. El fotógrafo afirma que deseaba ser
"testigo de tradiciones milenarias", unirse a rituales y
"descubrir cómo el resto del mundo está oprimiendo a estas personas
para que abandonen sus formas de vida". También le importa dejar un
testimonio para el futuro: "Quiero crear un documento ambicioso que pueda
soportar la prueba del tiempo, un cuerpo de trabajo que sea un registro etnográfico
irremplazable de un mundo que desaparece rápidamente".
Los organizadores de la exposición invitan a los
espectadores a "enfrentarse a lo genuinamente desconocido y extraño"
a través de las exuberante túnicas de los Kazajos
de Mongolia o las telas multicoloreadas de los Masai
de Tanzania. La diversidad de las fotos "evoca una atmósfera casi mística"
e invita a emplearse en la necesidad de "proteger y cuidar" con las
personas que generan tanta diversidad humana.
"Belleza, orgullo y dignidad"
Jimmy Nelson "no es un científico",
añaden. "En lugar de tratar de encontrar respuestas, quiere contar
historias que dejen espacio para las preguntas" tras comprometerse con
el retrato "de la belleza, el orgullo y la dignidad" de las tribus
amenazadas. Algunas miradas directas de los retratados son de autoconfianza
casi desafiante pero otras muestran una melancólica dulzura. Otros modelos
supervisan su territorio de cumbres y colinas, dando la impresión de una conexión
armónica con la naturaleza, pero también el miedo por el inminente final.
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