Una exposición
repasa la arquitectura rusa de 1915 a 1935.
TONI POLO
BARCELONA 04/02/2011 08:00
Club dos traballadores Russakov (1927) en Moscova |
Un edificio destartalado,
viejo. Dos ristras de ventanas separan sus tres pisos. En uno de los ángulos,
balcones redondeados rompen la forma rectangular del bloque. Todo de cemento,
rigurosamente gris. Es el Palacio de la Imprenta de Bakú (Azerbayán),
construido por Semen Pen en 1932 bajo influencias de Le Corbusier. La foto la
realizó el británico Richard Pare en 1999 y forma parte de la exposición Construir
la Revolución. Arte y arquitectura en Rusia (1915-1935).
La muestra se puede ver en
CaixaForum de Barcelona, desde hoy hasta el 17 de abril, y en Madrid entre el
27 de mayo y el 18 de septiembre. De octubre a enero de 2012, estará en la
Royal Academy of Arts de Londres (coorganizadora, junto con la Fundación La
Caixa y la Colección Costakis del Museo de Arte Contemporáneo de Tesalónica).
La exposición descubre un periodo excepcional en la arquitectura y en las artes
visuales, en el que participaron artistas del movimientos constructivistas como
Liubov Popova, Alexander Rodchenko o Kazimir Malevich, y arquitectos rusos como
Melnikov, Guinzburg o Vesnin y europeos como Le Corbusier o Mendelsohn.En el
recorrido se aprecian 230 obras, entre maquetas, dibujos, pinturas y fotografías
de época y actuales (las de Richard Pare).
El Palacio de la Imprenta
de Bakú es uno de los muchos ejemplos de la arquitectura soviética de los años
posteriores a la revolución de 1917 y plasma el nuevo lenguaje visual para
construir una sociedad basada en el ideal socialista. El nuevo Estado requería
nuevos tipos de edificios, desde casas-comuna, clubes y equipamientos
deportivos para el proletariado victorioso, hasta fábricas y centrales eléctricas
para hacer frente a los ambiciosos planes de industrialización del país, o centros
de difusión de la propaganda. "Las formas estaban dictadas por la
funcionalidad del edificio señaló ayer la comisaria de la exposición Maryanne
Stevens. Esto llevó a un nuevo estilo, influido por el abstractismo europeo y
basado en nuevas formas geométricas, sencillas y rompedoras".
Formas geométricas
Con estas premisas, la
creatividad excepcional desembocó en un estilo arquitectónico que no estaba
sometido a los dictados burgueses del pasado: "Creaban edificios para la
utopía proletaria", en palabras de Stevens. El resultado fueron unas
construcciones de formas geométricas puras sostenidas por enormes pilares y sin
ornamentación, en los que la forma externa y la distribución interior tenían
que reflejar directamente la función del edificio. La represión cultural y el
realismo socialista impuestos por Stalin acabaron abruptamente con la
efervescencia de este movimiento artístico y arquitectónico.
La
exposición presenta fotografías (actuales y de la época) de edificios
organizados en cinco ámbitos: Gobierno y comunicaciones, como el mastodóntico
Gosprom, en Ucrania, sede de 25 administraciones gubernamentales; o la torre de
radiodifusión Xabolovka, en Moscú, de 1922; industria, como la Fábrica Textil
Bandera Roja, de 1927-1937, en Santpetesburgo; vivienda, con edificios como la
casa-comuna Narkomfin, en Moscú, o un conjunto residencial en Ekaterimburgo;
educación, salud y ocio, como el Club de los Trabajadores Russakov; y, por supuesto,
un espacio reservado al Mausoleo de Lenin.
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