José Emilio
Burucúa publica una crítica contra la historiografía tradicional
P. H. R.
MADRID 02/02/2011 08:40
La Historia saltó por los
aires. Ya no depende de los personajes célebres de antaño. Se podría decir que,
incluso, pisotea esos grandes nombres a base de seres anónimos, testigos
directos de los acontecimientos más brutales del siglo XX para "levantar
el velo que nos escondía la verdad". La historia de los individuos aplicada
no a los reyes ni a los conquistadores, ni a los filósofos ni a los artistas,
tiene hitos notables como la historia del molinero Menocchio, perseguido y
reprimido por las autoridades eclesiásticas en el siglo XVI, de Carlo Ginzburg,
en la excepcional obra El queso y los gusanos, donde se iniciaría el
camino de la atención sobre los desconocidos.
Desde el padecimiento y
las aventuras de los desheredados de la Historia se apoya José Emilio Burucúa
(Buenos Aires, 1946) en su extraordinario Enciclopedia B-S, que publica
la editorial Periférica. A partir de un archivo hallado, elabora el recorrido
de la verdad que protagoniza un testigo casual de los sucesos políticos del
siglo XX y su familia. Este archivo, como el del resto de ignorados, "permite
comprender la realidad de la política del presente y planificar el futuro
con vistas, si no a hacer desaparecer el dolor en la vida de los hombres,
mitigarlo al menos", reconoce el autor.
Este libelo contra las
atenciones de la historiografía tradicional tiene en otras fuentes
documentales, frecuentemente poco valoradas como la fotografía, otro de sus
pilares. Burucúa criticó la historiografía de la sospecha establecida por
Foucault, y la falta de transparencia en el discurso historiográfico. "No
necesitamos la tarea de la deconstrucción para decirnos algo de lo
acontecido", de hecho él emplea un modo narrativo para hacer historia.
Una historia de la experiencia.
Tenemos
que aceptar al testigo, incluso tener que admitir al testigo único, este es el
gran problema de la historiografía hoy. Confrontación del testimonio frente al
del verdugo. Su protagonista no llega al testimonio del drama del Holocausto. "Para
rescatar este personaje muy emblemático que recorre el mundo contemporáneo
para acabar en Argentina debía hacerlo desde el formato de la enciclopedia.
Esto me facilitó escribir sobre cada uno de los más de 20 personajes que se van
cruzando en esta historia, al tiempo que documentaba cada referencia con las
fuentes halladas. Además, no puedo negar que esta organización también es una
parodia de la Enciclopedia francesa", reconoce el autor a este periódico,
incapaz de negar sus constantes referencias a la organización del mundo de Aby
Warburg.
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