Un empresario abandona en un hospital de Mataró a un empleado 'sin
papeles' que se accidentó - "Quítate la ropa de trabajo; si no, nos jodes
a todos", le dijo
REBECA CARRANCO - Girona - 31/01/2011
"Entré a trabajar a las siete de la mañana, como siempre, y me puse
a hacer unos protectores para un tubo de escape de un barco. Estaba pasando una
de las piezas por el torno cuando se me enganchó la mano. Fue en un momento,
sin darme cuenta. '¡He perdido la mano!', le grité a mi compañero. Llamó al
jefe y me pasó el teléfono. '¿Te has hecho mucho daño?', me preguntó. 'Mucho',
le dije. Me contestó que tenía que ir al hospital. Pero antes tienes que
sacarte la ropa de trabajo. Si no, nos jodes a todos".
Entre sollozos, y angustiado por tener que revivir un episodio que no le
deja dormir, J. A. N., de 41 años y nacido en Ecuador, recordaba ayer así por
teléfono cómo el pasado 12 de enero perdió la mano izquierda en un accidente
laboral en Vilassar de Mar (Barcelona). El hombre estaba trabajando en una máquina
de tres rodillos que curva piezas cuando se enganchó la mano y el aparato se la
aplastó. Llevaba un año y medio sin contrato porque se había quedado sin
permiso de trabajo. Antes, había trabajado tres años con la preceptiva alta en
la Seguridad Social.
"No quiero hablar de nada. Está todo en los juzgados y prefiero
consultar primero con mis abogados", se excusó ayer Jaume Comas, dueño de
la compañía CMN, donde trabajaba J. A. N. y dedicada a la fabricación de
complementos náuticos.
Los Mossos d'Esquadra detuvieron a Comas y a un encargado de la empresa por
haber ocultado que el hombre estaba empleado de manera irregular cuando sufrió
el accidente. Al empresario le atribuyen delitos contra los trabajadores, omisión
del deber de socorro y obstrucción a la justicia. Al encargado, omisión del
deber de socorro y encubrimiento. Ambos están en libertad, a la espera de que
el juez les cite.
"Hice caso [a los jefes]. Con unas tijeras me arranqué el jersey,
ayudado por mi compañero. De camino al hospital me dijeron: 'Cuando te
pregunten cómo te lo has hecho, di que ha sido en el espigón'. Pero yo no sabía
qué era el espigón. Insistieron: Pescando, di que ha sido pescando y que te ha
caído una piedra en la mano", prosigue J. A. N.
Según su relato, el responsable del taller en Vilassar de Mar donde
trabajaba le llevó en coche hasta el hospital de Mataró. "En Urgencias, el
encargado dijo: 'Me lo he encontrado en la calle. Está hecha polvo su mano'. Y
allí me dejó. Cuando me desperté, me habían amputado la mano".
"Cuando una persona tiene un accidente así hay que llamar a una
ambulancia y avisar inmediatamente a la policía y la inspección de
Trabajo", lamenta Borja Masramón, el abogado que en nombre del Consulado
Ecuatoriano en Barcelona, de la Federación de Entidades Ecuatorianas de Cataluña
y de la Secretaría Nacional del Migrante de Ecuador (SENAMI) defiende a la víctima.
Al principio J. A. N. pensó incluso en regresar a Ecuador, pero sus compañeros
y la gente del consulado ecuatoriano en Barcelona le animaron a presentar la
denuncia. Su prioridad es legalizar su situación en España, país al que emigró
hace ocho años con la idea de tener una vida mejor, donde se casó y donde tuvo
a su hija. Ahora teme que la cría se asuste al verle sin mano.
Él mismo se pregunta: "¿Qué voy a hacer sin mano?". Y se
responde: "Nadie me va a dar trabajo".
Ningún comentario:
Publicar un comentario