El plan municipal para realojar a los romaníes en campamentos legales
lleva meses parado.- Alemanno achaca la tragedia a la burocracia.- El
presidente Napolitano reclama "alojamientos dignos y estables"
MIGUEL MORA | Roma 07/02/2011
La trágica muerte de cuatro niños rumanos de entre cuatro y once años de
edad, que perdieron la vida en Roma el domingo por la noche a causa del
incendio que devoró la chabola donde vivían, en la Vía Appia Nuova, cerca del
aeropuerto de Ciampino, ha revelado que el ayuntamiento de Roma lleva dos años
haciendo propaganda de un imponente y sugestivo Plan Nómadas aunque en realidad
nunca lo ha puesto en práctica.
El alcalde de la ciudad, Gianni Alemanno, visitó anoche el lugar de la
tragedia y achacó el suceso a "la maldita burocracia", que según dijo
ha impedido al ayuntamiento acabar con los "malditos campamentos
ilegales" y poner en práctica el publicitado plan de realojo de los
gitanos, una promesa electoral que según la oposición y las asociaciones de
derechos humanos ha quedado sepultada en el olvido.
Alemanno ha declarado este miércoles día de luto y ha informado hoy que
se hará cargo del traslado de los cuerpos de los niños a Rumania. El alcalde,
salpicado en los últimos meses por un turbio escándalo de corrupción bautizado
como Parentopolis por los numerosos nombramientos
de familiares, amigos e incluso algunas coristas para trabajar en empresas
municipales, ha pedido hoy 30 millones de euros adicionales al Gobierno central
para llevar adelante el Plan Nómadas, con el que pretende desmantelar todos los
campamentos ilegales y poner en marcha la construcción de 13 campamentos
equipados y seguros con capacidad para 6.000 personas.
El alcalde ha dado un ultimátum hoy a los habitantes de estos
campamentos: o se alojan en tiendas de campaña provisionales o los que se
nieguen a ser realojados se les quitarán los niños y se entregarán en custodia.
"La tragedia pesa sobre todos nosotros"
El presidente de la República, Giorgio Napolitano, ha visitado hoy el
Instituto Anatómico Forense donde están los cuerpos de los cuatro niños
rumanos, y ha trasladado a sus padres y a la hermana que sobrevivió al
incendio, "el sentimiento de humana solidaridad de todos los romanos e
italianos"."La tragedia pesa dolorosamente sobre todos
nosotros", ha afirmado Napolitano, "y nos convence aun más de la
necesidad de no exponer más a esta comunidad a los riesgos de los campamentos
de fortuna, degradados e inseguros".
El presidente ha reclamado "alojamientos dignos y estables", y
ha llamado a las autoridades a solucionar "un problema tan grave en términos
humanos y cívicos".
Desde Bruselas, la tragedia de anoche en Roma ha sido comentada por
vicepresidente de la Comisión Europea, Viviane Reding, que ha afirmado que el
suceso demuestra que la integración de los gitanos debe seguir siendo la
prioridad de la agenda política". Reding ha añadido que, para la Comisión,
"la cuestión de los gitanos es mucho más que un simple problema de
verano", en referencia a la polémica surgida en julio pasado por las
expulsiones de gitanos de Francia.
Promesa incumplida
El plan para el realojo de los gitanos se ha convertido en una promesa
que se repite desde hace meses sin resultados tangibles. La Asociación 21 de
julio ha denunciado hoy que "muchas familias de romaníes
rumanos han sido víctimas de numerosos desalojos y han sido abandonados a su
suerte por las políticas de las autoridades, que se expresa en toda su
ineficacia con el Plan Nómadas".
La presidente del distrito Susy Santini ha criticado también la actuación
del alcalde y ha asegurado que el campamento donde sucedió la tragedia había
sido denunciado al ayuntamiento hace dos semanas "sin que este diera
ninguna respuesta". Según se ha sabido hoy, la familia rumana había sido
desalojada hace un año de otro campamento precario por las autoridades.
El Partido
Democrático de Roma ha afirmado que el alcalde "ha afrontado
siempre la situación de la población gitana como un mero problema de orden público"
y ha pedido a Alemanno que asuma su responsabilidad.
Según el alcalde, el último censo de población de etnia romaní afirma que
en este momento hay más de cien campamentos ilegales de gitanos en la provincia
de Roma que dan cobijo a unas 7.200 personas. "Desgraciadamente, nos hemos
encontrado numerosos impedimentos burocráticos que han ralentizado la
construcción de campamentos regulares", ha insistido Alemanno. "Una
burocracia maldita que ha bloqueado durante meses nuestro plan y ha producido
este efecto".
El pequeño poblado de cuatro chabolas donde vivían los niños será
desmantelado hoy por la policía, y el alcalde ha prometido que dará ayuda a sus
habitantes y a los padres de los pequeños, tres chicos -Raul Mircea, decuatro años;
Fernando, de cinco, y Sebastian, de 11-, y una niña, Patrizia, de ocho años.
La tragedia ocurrió sobre las 21.00, cuando los padres habían ido a
comprar comida a una tienda cercana. Según los bomberos, la causa más probable
del accidente fue que un tizón se desprendió del brasero, quemó alguna ropa y
desató el incendio de la barraca de plástico donde dormían los niños. La madre
fue encontrada por los servicios de socorro; según los medios locales, estaba
desesperada y solo repetía "quiero morir con ellos".
Amnistía Internacional: "Los desalojos sin realojo son
ilegales"
Amnistía Internacional ha emitido una nota en la que recuerda, como hizo
ya en septiembre pasado, que el derecho internacional prohíbe expresamente las
políticas de desalojos forzosos de ciudadanos extranjeros "si no van
acompañadas por una alternativa adecuada de realojo en viviendas dignas".
La asociación reitera además que las muertes de ayer "no son las
primeras" que suceden en campamentos de la comunidad gitana en Italia, y
pide a la sociedad y a la política una reflexión urgente sobre las iniciativas
tomadas frente a las comunidades caló, "a menudo entrampadas en un círculo
vicioso de discriminación y pobreza".
La organización para la defensa de los derechos humanos reclama además
que la tragedia no sea una excusa "para recurrir de nuevo a desalojos
forzosos que expondrían a las personas golpeadas a ulteriores abusos", y
pide una "atenta protección de los derechos de los miles de niños, mujeres
y hombres gitanos que viven en Roma y otras ciudades italianas".
Mientras tanto, organizaciones católicas como la Comunidad de San Egidio
y la revista Familia Cristiana han criticado también las políticas sociales
hacia los gitanos. Paolo Ciani, de San Egidio, ha reiterado que la aplicación
del Plan Nómadas lleva un "considerable retraso", y la revista ha
afirmado que "el grito de Alemanno llega solo después del llanto de una
madre".
Más explícito monseñor Perego, director de la Fundación Migrantes, que ha
señalado que la causa de la muerte de los niños es la "indiferencia".
M.M | Roma
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