'La victoria republicana', segunda entrega de los diarios de Niceto
Alcalá-Zamora, primer presidente de la República, narran el derrumbe de la
monarquía y el triunfo de una revolución pacífica
J. LOSA Madrid 19/06/2012
Tras la
edición el año pasado de Asalto a la República (La Esfera de los
libros), primer volumen que reunía los dietarios de Niceto Alcalá-Zamora
comprendidos entre enero y abril de 1936, ve la luz La victoria
republicana, en los que el político se convierte de nuevo en un
cronista de lujo y narran en primera persona dos años fundamentales de la
historia de España -1930 y 1931-. Con edición del historiador Jorge Fernández-Coppel
y prólogo de Stanley G. Payne, el volumen abarca dos grandes acontecimientos
que protagonizaron esos días: el fin de la monarquía y la instauración
de una República constitucional.
De los
estertores de la dictadura de Primo de Rivera al exilio de Alfonso XIII pasando
por la conformación de un creciente malestar de la sociedad hacia el rey,
la pluma de Niceto Alcalá-Zamora ayuda, según el editor, a desmitificar este
convulso periodo de nuestra historia. "La República no era ese jardín de
rosas que con frecuencia nos cuentan. No se supo aprovechar un movimiento de
masas que tuvo una transición modélica", explica Jorge Fernández-Coppel.
Lo importante de este libro es, explica, contar por primera vez y de forma
simultánea "cómo se teje la telaraña" en la que se intenta
"aunar una sublevación", a la que se unen muchos militares, y
"cómo se llega a los primeros mítines en los que tanto el propio Gobierno
como el rey se dan cuenta de que la situación es seria".
Otro de los
alicientes del volumen es la inclusión de correspondencia inédita sobre la maltrecha
relación entre la Iglesia y el gobierno provisional de la
República. En este campo Niceto hizo las veces de mediador, y subraya que los
primeros éxitos se debieron a "la negociación" entre ambas partes,
pero remarca también que en la próxima etapa no habría la menor negociación.
Estos
escritos, que sufrieron tres robos durante 75 años, también incluyen
correspondencia inédita sobre los conflictos entre la Iglesia y el Gobierno
Provisional de la República, entre otros documentos. Precisamente, en el
contexto de la "alegría" y el "aire fresco" que supuso para
el pueblo la llegada de la República, se produce la "quema de
conventos", que se recoge en estos testimonios.
El largo
periplo de los diarios
Tras el exilio,
Niceto Alcalá-Zamora no pudo recuperar sus diarios y nunca conoció su paradero.
El "Gobierno Giral" y el de Largo Caballero se apoderaron de estas
memorias en 1937 y en 1939. Durante la desbandada del Gobierno Provisional
de la República establecido en Valencia, un estudiante de arquitectura se
apoderó de estos escritos.
Más
de 70 años después, Jorge Fernández Coppel recibió una llamada durante la
promoción de las memorias del general Queipo de Llano. El hijo de este
estudiante de arquitectura contactó con él para venderle este legado, pero fue
la policía quien recuperó los diarios. Los descendientes de Niceto
Alcalá-Zamora los recuperaron y pudieron cumplir su deseo: la publicación de la
obra.
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