luns, 4 de xuño de 2012

Putos Peronistas


Por: Francisco Peregil | 28 de mayo de 2012
-Desde que yo ingreso al secundario y a la primaria me dijeron puto, puto de mierda un millón de cosas...
-A mí, más.
-Ahora... está en la capacidad de uno de saber apropiarse de ese insulto. Y resignificarlo.
(Diálogo del documental Putos Peronistas)
Puto es el término despectivo más común para referirse a los homosexuales en Argentina. El 17 de Noviembre de 2007 coincidió en Buenos Aires la marcha del Orgullo Gay con el día del militante peronista. Aquella mañana, un portero de escuela y militante de la Juventud Peronista de La Matanza, un peluquero de barrio por el día y transformista de noche y una travesti que ejercía por las mañanas de empleada doméstica y de prostituta por las noches, se plantaron en la Plaza de Mayo con una pancarta: "Putos Peronistas La Matanza - Presente”.
La Matanza es un municipio de la provincia de Buenos Aires, a unos 35 kilómetros de la capital, donde  viven un millón y medio de personas en un entorno que poco tiene que ver con los cafés parisinos del centro de Buenos Aires.
Estamos a 10 ó 20 minutos de Capital Federal.  Es como haber pasado de New York  al medio de África.  Y después, escuchar que [Mauricio] Macri [alcalde de Buenos Aires] les diga que son ciudadanos de segunda y que no pueden ir a los hospitales de Capital...  Porque tienen preferencia la gente que vive en Capital.  Hijo de puta… Cuando la mitad de esta gente, ¿dónde te pensás que trabaja? O sea, también aporta en Capital, son consumidores de Capital, son mano de obra de Capital.
(Del documental Putos Peronistas)
En La Matanza nació la Agrupación Nacional Putos Peronistas, la primera organización peronista gay de Argentina desde el Frente de Liberación Homosexual, creado a principios de los setenta. En 2008,  el director de cine Rodolfo Cesatti decidió seguir a los tres miembros fundadores con una cámara. Cuatro años después, el pasado 24 de mayo se estrenó en Buenos Aires, dentro de la 14ª edición del Festival de Cine de Derechos Humanos, el documental Putos Peronistas.
En la sinopsis, Cesatti explica:

Estos Putos Peronistas sufren una doble marginación, la de ser Putos y Pobres, viven fuera de la frontera gay friendly que marca la General Paz [la carretera que divide la capital de la provincia de Buenos Aires]. Son sobrevivientes del conurbano bonaerense donde el gay es marginado y no tiene acceso a la salud, la educación ni al trabajo. Pero desde ese conurbano profundo se lanzan a la arena política apropiándose de la palabra Puto para vaciarla del sentido ofensivo y llenarla de sentido político, transgrediendo todas las normas de lo políticamente correcto y rompiendo su estigma para comenzar a ser como los descamisados del 45 [año en que Perón llegó al poder], protagonistas de la Historia.
Es una escena, los Putos caminan dentro de la marcha porteña del 24 de marzo de 2008 en repudio del aniversario del golpe militar de 1976. De pronto, un peronista les conmina a que se vayan atrás, más atrás, al fondo. Uno de ellos explica que después de haberse vistos relegados a las últimas filas, vino alguien de las Juventudes Peronistas y les autorizó a que volvieran al lugar en que estaban. La gente no termina de creerse que sean putos y que estén allí, en esa marcha, les preguntan que si son de verdad y ellos contestan riéndose que sí, claro.
Otro día, en la marcha del Orgullo Gay de 2008, alguien les espeta:
¡Acá no se viene por política! ¡Acá se viene por los derechos iguales para todos! El peronismo fue la peor dictadura que tuvimos.
El director no coincide con ese punto de vista, pero incluyó el testimonio porque cree que refleja la opinión de un sector representativo de una corriente de opinión. Aquí la cuestión puede derivar en un debate interesante. Llega un momento en que alguien en la película dice:
El puto es peronista y el gay es gorila
Gorila en Argentina puede significar muchas cosas: reaccionario, neoliberal, facha o facho... Pero... ¿se puede ser de izquierdas y gorila? Hay quien cree que tolo lo que vaya a favor del pueblo es peronista y lo que no, forma parte del gorileo. Y existen también quienes piensan que el kirchnerismo ha tratado de meter en el mismo saco gorilero al facherío junto a los críticos de izquierdas, como haciendo ver que más a la izquierda del kirchnerismo no hay nada. Nosotros, de momento, seguiremos hablando de la peli.
Diez minutos antes del estreno el director comentaba que el título hace gracia en Argentina porque “son como dos cosas que parece que nunca podrían ir juntas”. A través de las vivencias de tres personas como hilo conductor, Rodolfo Cesatti grabó el salto histórico más grande que se ha producido en Latinoamérica en materia de igualdad, de inclusión y de identidad de género. Los Putos de La Matanza lloraron el 15 de julio de 2010 frente al Congreso cuando Argentina se convirtió en el primer país de Latinoamérica en aprobar el matrimonio gay y volvieron a reír y a llorar cuando el 9 de mayo de 2012 se aprobó por unanimidad en el Senado la ley de identidad de género. A partir de su promulgación, cada quien tendrá en su DNI o pasaporte un nombre acorde con su “identidad autopercibida”.
El contraste con algunos países del entorno resulta evidente. Apenas un mes antes, el 3 de marzo, una banda de neonazis chilenos golpeó y torturó en plena calle de Santiago al gay Daniel Zamudo, de 24 años. Después de varias patadas en la cabeza, pedradas, quemaduras con cigarrillos, después de cortarle una oreja y de marcarle con el gollete de una botella la esvástica en la espalda y el pecho, Zamudo, que era dependiente, hijo de un obrero de la construcción y una vendedora, ingresó en el hospital y después de casi un mes convaleciente falleció el 28 de marzo.
An Argentina también queda mucho camino por recorrer. Durante el rodaje, un par de chavales lanzaron pedradas a los protagonistas.“Todo el boludeo que reciben los pobres de La Matanza lo descargan contra los putos, que son los más débiles”, explicaba el director. Queda mucho camino, pero han pasado ya tres décadas desde que en las calles de Argentina se cantaba "No somos putos, no somos faloperos [en España se diría farlopero, pero en Argentina se escribe sin R y viene a significar drogadicto], somos soldados de Perón y Montoneros". Hace dos años, los putos de La Matanza pudieron entrar en la Casa Rosada en el acto de promulgación de la ley del matrimonio entre personas del mismo sexo y cantarle a la presidenta:
Cristina , Cristina , Cristina, corazón...
Acá tenés los putos para la liberación
Uno de los protagonistas sentencia:
Esto se ganó con la calle, no se ganó con el lobby parlamentario. Se ganó con la calle. El crecimiento de putos peronistas, sobre todo en las ultimas semanas tiene que ver con esta cuestión de aparecer.  Que los compañeros del colectivo de la diversidad sexual  entendieran que la militancia es lo único que te da tus derechos. Que las cosas nadie te las regala

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