mércores, 31 de outubro de 2012

Un grupo de mujeres desafía el machismo en Palestina


'Participando Podemos', la primera formación árabe femenina, se presenta a las elecciones municipales de Hebrón, la ciudad más conservadora de Cisjordania
SERGIO LEÓN Madrid 20/10/2012
Maysun Qawasmi quiere hacer historia. Aunque, en parte, ya lo ha hecho. Junto a ella, diez mujeres más conforman la primera lista femenina árabe que participa en unas elecciones municipales en Palestina.
Qawasmi, 43 años, periodista y madre de cinco hijos, encabeza Participando Podemos, formación que concurre a los comicios que se celebran este sábado en la ciudad cisjordana de Hebrón, la ciudad palestina más grande y además también la más conservadora.
"Las mujeres no deben conformarse con lo que los hombres decidan sobre ellas", declara la líder de esta formación única en el mundo árabe. "Soy un miembro activo en mi sociedad que desea servir al pueblo. Por tanto, debo contar con las mismas oportunidades de poder hacerlo a través de las elecciones municipales", expresa con confianza durante una entrevista con Efe.
Las once mujeres de Participando Podemos aspiran a conseguir al menos tres de los quince asientos del Consejo Municipal de Hebrón, que acude a las urnas por primera desde 1976. "Necesitamos al menos cinco escaños en el concejo para poder lograr un cambio. Me encantaría convertirme en alcaldesa, pero llegados a este punto me contentaría si logramos un escaño alguna de nosotras", sostiene Qawasmi.
Y eso, en un entorno donde el hombre ejerce una posición totalmente dominante, supone un reto aún mayor. No sólo por presentarse como una formación exclusivamente femenina que se rebela contra el machismo histórico de la sociedad palestina y árabe, sino también por intentar cambiar una realidad a través de una candidatura independiente sin el respaldo de Al Fatah y Hamás, dominantes de la vida política de los territorios ocupados.
Escasa representación femenina
Una de las metas de Participando Podemos es romper la barrera del 20% de escaños que la Ley Básica palestina reserva a las mujeres y por la que ostentan seis cargos de ministro en el Gobierno de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) en Cisjordania y ocupan 17 de los 132 asientos en el Parlamento. "Vemos cómo las que fueron elegidas a través del sistema de cuotas nunca han sido capaces de tener un impacto en su comunidad", lamenta Qawasmi.
A pesar de ese sistema de asignación de asientos y de que la Declaración de Independencia del Estado de Palestina habla de principios de igualdad y de no discriminación por razón de sexo, el escenario es bien diferente en la práctica. Las mujeres palestinas no tienen el mismo acceso a la Justicia que los hombres y, entre otras cosas, no son tratadas igual por el Código Penal, según denuncia el informe Derechos de las mujeres en Oriente Medio y el Norte de África: una desventaja profunda de la organización Freedom House.
El texto critica que en los territorios palestinos no existen leyes que castiguen específicamente la violencia doméstica. La representación femenina en el poder judicial y en los tribunales sigue siendo baja: el número de cargos en la alta administración ocupados por mujeres es ínfimo y de los 3.081 representantes de los gobiernos locales sólo ocupan 30 puestos, según los datos del informe. La organización señala asimismo que apenas un 7% de las mujeres cuenta con una propiedad en su nombre y que sólo el 10% de los hogares palestinos tiene como cabeza de familia a un representante femenino.
Ocupación de Israel
La organización hace especial hincapié en las consecuencias para el total de la sociedad palestina derivadas de la ocupación de Israel. El informe señala que, debido al continuo sentimiento de resistencia contra la colonización, la reivindicación de los derechos de las mujeres quedaron en un segundo plano. Entre otras cosas, las palestinas no pueden acudir a la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer de Naciones Unidas (CEDAW, por sus siglas en inglés) porque Palestina no está reconocida como un Estado independiente. 
Dentro de la población árabe sometida a las leyes israelíes, las diferencias de oportunidades entre comunidades son evidentes. El 70% de la población no judía es pobre, uno de cada tres niños pasa hambre, el paro asciende al 25% y sólo el 17% de las mujeres árabes trabaja, frente al 52% de las hebreas, según informes de Mossawa, ONG de defensa de los derechos civiles de los árabes reconocida por la Comisión Europea.
El porcentaje de mujeres trabajadoras es incluso menor en Hebrón, donde baja hasta el 10%. Una de las iniciativas surgidas para reducir estas diferencias es Sindyanna of Galilee. Se trata de una cooperativa de comercio justo nacida en 1996 como herramienta de superación del conflicto entre la población palestina y la judío-israelí y promoción del papel de la mujer en la mayoría de las familias árabes que siguen marcadas por la autoridad del hombre. Entre sus formas de actuación buscan empleo y sueldo digno a las mujeres. Esther Lilfsitz-Erlich, una de sus trabajadoras, explica que el objetivo es "impulsar a la mujer a través del trabajo, que es la herramienta fundamental para su desarrollo y para escapar de ese papel de mera ama de casa".
En la actualidad, más de 200 mujeres trabajan en Sindyanna. Es una de tantas ONG que, mientras las fuerzas políticas tenían como prioridad su guerra contra Israel, han peleado por su cuenta por el derecho de las mujeres. A ellas ha dedicado parte de su campaña Qawasmi, que compagina su papel de madre con el de emprendedora y redactora de Wafa, la agencia oficial de la ANP, y con las que ha mantenido multitud de reuniones para reforzar el liderazgo de la mujer palestina en Cisjordania.
Pero su programa electoral no sólo se queda ahí. Qawasmi reconoce que no cuenta con una varita mágica para "acabar con la ocupación ni echar a los colonos del centro de Hebrón", pero sí aspira a que los todos niños puedan estudiar al mismo tiempo en las escuelas y acabar con la actual saturación de alumnos que obligaba a muchos centros a impartir clases en distintos turnos durante la jornada. Otra de sus promesas es dialogar con todas las partes competentes para que todos los vecinos tengan acceso a agua corriente. "Algunos alcaldes prefieren permanecer sentados en sus sillones e ignorar a la gente de la calle", critica. 
En Hebrón hay 59.000 votantes registrados, de los que Participando Podemos aspira a obtener la confianza de 20.000. ¿Cómo conseguirlo? Qawasmi confía en que el electorado esté cansado de la división interna entre Al Fatah y Hamás y, quien sabe, pueda ver a su formación como la alternativa para un cambio necesario.

A azarosa vida de Jesse Owens


Publicado o Mércores, 17 Outubro 2012 10:34 Escrito por Martiño Suárez. Dioivo
Podio do salto de lonxitude en 1936
É pouco probable que, cando rematou como heroe os Xogos Olímpicos de Berlín no 1936, Jesse Owens soñase cunha vida coma a doutros atletas famosos da época, coma o seu compatriota Johnny Weissmüller. Aínda que nacera nun burato da vella Europa, Weissmüller era branco, alto e guapo; Owens non deixaba de ser un negro grandote e con dentes de rato, neto de escravos, que pasara a súa infancia axudando ao seu pai a recoller algodón, por moito que tivese irritado a Hitler gañando catro ouros diante das súas arias narices.
Iluso non era. Ninguén o chamou desde a Casa Branca para felicitalo por ter defendido o seu país en vésperas dunha guerra. É coñecido que anos despois da súa fazaña dixo: "Despois de todas aquelas historias sobre Hitler e o seu cabreo, volvín ao meu país natal e non podía montar na parte de diante dun autobús. Tiña que usar a porta de atrás. Non podía vivir onde me petase. Entón cal era a diferencia?". Mentres Weissmüller e outros protagonizaban películas e vivían unha vida de luxo, Owens tivo que tirar do seu espírito de supervivencia e, segundo o seu biógrafo William J. Baker, do seu talento como "inveterado creador de historias" sobre si mesmo. Ao longo dos anos Owens participou en humillantes carreiras contra coches, camións, cabalos ou cans; fixo campaña en favor de políticos que lle pagaban por acompañalos; traballou de porteiro dun polideportivo; cobrou por pronunciar conferencias alí onde o chamaron, ata tres por semana;  evadiu impostos ata que o cazaron; e mesmo tivo un programa de jazz nunha emisora de Chicago, aínda que a maior parte das noites nin aparecía para presentalo.
Co tempo e coa Guerra Fría, que precisaba de auténticos heroes americanos, Owens empezou a gañar o respecto que merecía da sociedade branca... e perdeuno entre a negra: criticou o movemento de dereitos civís nos sesenta, tentou apagar o lume da protesta racial nos Xogos de 1968 e mesmo escribiu un libro, xa nos setenta, defendendo que se os negros non progresaban era porque non querían. Tamén é certo que pouco despois publicou outro dicindo todo o contrario; el e o seu escritor pantasma foron ben prolíficos na época, uliscando sempre por onde sopraba o aire do estado de opinión.
Os recoñecementos chegáronlle ao final da vida: en 1976, corenta anos despois da fazaña e sete presidentes dos Estados Unidos despois, Gerald Ford fíxolle a chamada de agradecemento que Roosevelt non quixera facer. Tempo era.

Antología sobre Manuel Álvarez Bravo, el fotógrafo que sacó a México del estereotipo


Inauguran en París una gran retrospectiva que luego irá a Madrid.
Más de 150 fotos y varias películas resumen los casi 80 años de trabajo del mejor fotógrafo hispanoamericano del siglo XX.
"Manuel Álvarez Bravo: fotógrafo en búsqueda" deslumbra por la capacidad del artista para condensar en una misma imagen elementos reales y surreales.
Los agachados, 1934
ÁNXEL GROVE. 20.10.2012 - 08.34h
La prolongada carrera de Manuel Álvarez Bravo, quizá el mejor fotógrafo hispanoamericano del siglo XX, puede resumirse en una característica que acaso peque de generalista pero no de errónea: el intento por escapar del estereotipo y el tipismo que aquejó a buena parte del arte de los países de la zona. Rebelde y de enorme capacidad para indagar en las lecturas múltiples de las fotos, el mexicano logró condensar en su obra pasado y presente junto con elementos reales y surreales.
Fotogalería
Años antes de que la literatura cultivase el llamado realismo mágico —que entiende lo real como maravilloso—, Álvarez Bravo ya hacía fotos donde el misterio estaba encajado en lo cotidiano y lo aparentemente milagroso se hacía carne. Artista de enorme influencia, precursor y valiente, tenía además el valor añadido de no darse importancia ni considerarse especial. "Soy un fotógrafo de los domingos tomo mi cámara y me echo a la calle, por ahí, a donde quiera, y siempre, siempre encuentro motivos interesantes. Todo está lleno de poesía. ¡Hasta en los versos hay veces que hay poesía!", decía.
Deuda saldada
La gran retrospectiva Manuel Álvarez Bravo. Un photographe aux aguets, 1902-2002 (Manuel Álvarez Bravo: fotógrafo en búsqueda, 1902-2002), que acaba de inagurarse en París y luego viajará a Madrid, es una deuda saldada de Europa con uno de los artistas que, pese a ser adorado por sus compañeros de oficio, nunca tuvo en el viejo continente la categoría de genio que merece.
La muestra, que se exhibe en la galería nacional francesa Jeu de Paume hasta el 20 de enero de 2013 y que luego podrá verse en la Fundación Mapfre de Madrid —del 11 de febrero al 19 de mayo—, reúne más de 150 copias originales de fotos que intentan condensar la obra vastísima del maestro mexicano, que trabajó entre finales de los años veinte y los noventa, cuando decidió retirarse.
Emblema del renacimiento mexicano
Nacido en México D.F. en 1902, hijo de un maestro de primaria con afición por la pintura y las fotos, Álvarez Bravo murió en la misma ciudad en 2002, a los cien años de edad. Fue un artista imparable (escribió libros, pintó cuadros, colaboró en murales, hizo foto fija para películas...) y se convirtió en un emblema del llamado renacimiento mexicano posterior a la revolución iniciada en 1910.
Para la directora del museo parisino, Marta Gili, la exposición es el primer intento de analizar la obra del fotógrafo "más allá de los convencionalismos" y "el concepto de lo folklórico". La condición casi legendaria del mexicano hizo que en el pasado fuese "inevitablemente"  presentado "desde el punto de vista complaciente de una mirada occidental que tenía la intención de revelar lo exótico y surrealista". Es el momento, añade, de abordar "nuevos análisis y nuevos enfoques".
Películas experimentales y Polaroid
Fiel a esa intención, Manuel Álvarez Bravo. Un photographe aux aguets, 1902-2002 descubre aspectos no conocidos de la actividad del artista, como sus experimentos con películas de formato amateur (8 y súper 8 milímetros) durante los años sesenta y las fotos Polaroid que hizo en la misma época. También se exponen diarios personales y correspondencia que mantuvo con fotógrafos como Henri Cartier-Bresson, con  quien intimó durante un viaje de éste a México, y Edward Steichen.
Los organizadores insisten en que la obra de Álvarez Bravo, pese a tener sus raíces "en la sensibilidad popular mexicana", es sobre todo un "discurso poético que tiene autonomía y coherencia" y está muy influido por la pintura, las artes gráficas, la literatura, la música y, más que ninguna otra disciplina, el cine. Hay quien sostiene que siempre quiso ser cineasta y recuerda su obsesión temprana por el arte de las imágenes en movimiento: en 1934 gastó los 600 pesos que ganó en un concurso de fotos en comprar de segunda mano la cámara que había usado el director ruso Serguéi Eisenstein para rodar ¡Qué viva México! (1932).
La muestra está dividida en ocho apartados cronológicos: Creando, donde se muestran los primeros trabajos que Álvarez Bravo consideró válidos, tras destruir sus ejercicios iniciales porque los consideraba pictorialistas y sufrir el impacto del modo nuevo de ver México que aprendió de Edward Weston y Tina Modotti; Construyendo, donde se pasa repaso a sus primeros años como fotógrafo nocturno —de día trabajaba como contable—; Apareciendo, que se detiene en el crucial año de 1931, cuando descubrió la obra de Eugène Atget, empezó a hacer fotos callejeras y abrió una galería en el salón de su casa; Viendo, dedicada a sus primeras exposiciones y publicaciones; Mintiendo, que narra los sucesos de 1934, cuando hizo la famosa foto del obrero en huelga asesinado y entró en contacto con autores extranjeros; Revelando, sobre el inicio de la introducción de elementos surreales; Caminando, donde se exhiben algunas de sus fotos más conocidas sobre la vida diaria de los mexicanos, y Soñando, dedicada a la obra tardía.

martes, 30 de outubro de 2012

“Declaro que M. C. D. es una homosexual rebelde a su familia”


La primera lesbiana que pide una indemnización después de ser represaliada por el franquismo fue condenada sin que su defensor alegara nada
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Ficha policial de Silvia, transexual detida en 1974 por 'peligrosidad social'
La vida le ha dado “un segundo palo”, y por eso M. C. D., la primera lesbiana de las represaliadas durante el franquismo que ha pedido una indemnización, entiende que para ella es casi un deber moral atender a los medios de comunicación. Pero lo hace a disgusto y con limitaciones: ni su nombre ni su lugar de residencia deben ser hechos públicos. No es solo por las secuelas de aquel proceso, en el que una niña de 16 años fue detenida, puesta en libertad condicional y juzgada ya con 17 por ser lesbiana. También le influye en la ciudad en la que vive, de la que se niega a dar ningún tipo de detalle, las cosas no le están siendo fáciles a ella y su pareja. La homofobia no está extinguida, ni mucho menos comenta Antoni Ruiz, presidente de la Asociación de ex Presos Sociales, que es quien ha asesorado a M. C. D. para que reclame.
La mujer cuenta la historia de una manera abreviada y a regañadientes. “No me acuerdo ni dónde estaba cuando me detuvieron. Vino un grupo de policías de paisano, y ya está. He pasado toda mi vida intentado olvidarlo, superar la psicosis que aquello me produjo”. Tampoco sabe por qué lo hicieron. Si alguien la denunció o si su comportamiento levantó las sospechas de las autoridades. Solo sabe que entones tenía “17 años, edad en la que aún no te has definido como adulto”, y que fue sometida “durante meses a un interrogatorio”, dice “que no comprendes”.
En una especie de comunicado que lee con voz entrecortada, M. C. D. recuerda la dureza de un tiempo en que ser reconocido como gay, lesbiana o transexual era un peligro. Como ejemplo, recuerda a que, de su círculo, “dos personas recibieron electrochoques” como forma de tratar su desviación. Y ellos no se llevaron la peor parte. Otros tres, “un estudiante, un profesor de instituto que era uno de mis mejores amigos y un bombero, se suicidaron”. “Si cada uno conocemos a cinco personas [que sufrieron estos procesos], imagínese lo que era aquello”.
La sentencia del juez “de Instrucción y de Peligrosidad y Rehabilitación Social” de su provincia da algunas pistas. Apenas dos folios bastan para ejemplificar la homofobia de la época y para intentar arruinar una vida. M. C. D., “hija de una honrada familia”, presenta una “una clara orientación homosexual teniendo relaciones impúdicas con otra joven a la que domina, persigue y atrae” (Una víctima de la pervertida). Pero, además, es “una persona rebelde a sus familiares a los que desobedece y amenaza” cuando “intentan corregirla y educarla”.
Ambos delitos (ser lesbiana y obedecer a la familia) están en el mismo nivel para un sistema en el que la mayoría de edad estaba lejana (era a los 21), y en la que ese concepto se aplicaba a las mujeres a regañadientes.
Por eso, el juez lo tiene claro: M. C. D. “Es una homosexual, rebelde a su familia, que se encuentra en estado peligroso”. Por eso le puede aplicar la ley de Peligrosidad Social de 1970, y la condena a “internamiento en un establecimiento de reeducación por un tiempo no inferior a cuatro meses ni superior a tres años”. También le prohíbe “visitar salas de fiestas y establecimientos públicos donde se ingieran bebidas alcohólicas durante dos años”.
El abogado defensor, por cierto, no tuvo nada que alegar.
A M. C. D. el recuerdo le duele. Pero consigue sacar la ironía para hablar de su reeducación. “Era una cárcel normal [la prisión de Alcázar de San Juan, provincia de Ciudad Real, donde pasó cuatro meses], y no había reeducación ninguna. Bueno, sí, hacíamos cositas, manualidades de punto, costura y cuero. Por cierto que nos las pagaban muy mal, así que alguien debió de forrarse con nuestro trabajo”, dice.
Que aquel intento reeducador fue un fracaso es una obviedad. Aunque alguno de los conocidos de M. C. D. intentó librarse de la presión casándose, no es su caso. La Comisión de Indemnizaciones a Ex-Presos Sociales, órgano colegiado adscrito al Ministerio de Economía y Hacienda, al que corresponde la resolución de las solicitudes de indemnización, tendrá que decidir ahora la resolución de la petición.