luns, 28 de febreiro de 2011

Os homosexuais, vistos historicamente como "viciosos e enfermos"


Disciplinas como a psiquiatría, a criminoloxía, o dereito ou a pedagoxía españolas tratábanos neses termos entre mediados do século XIX e o comezo da Guerra Civil ·· O colectivo "tentou deixar oír a súa voz"
ALFREDO VALENZUELA/EFE . SEVILLA
O estudo histórico Os invisibles (Comares) sobre o homosexual masculino na cultura española entre mediados do século XIX e o comezo da Guerra Civil demostra como as distintas disciplinas científicas cualificárono como "enfermo" ou "vicioso" durante ese período.
Co subtítulo Unha historia da homosexualidade masculina en España, 1850-1939 os profesores Francisco Vázquez García, catedrático de Filosofía da Universidade de Cádiz, e Richard Cleminson, hispanista da Universidade de Leeds, rastrexaron a forma na que varias disciplinas científicas como a psiquiatría, a criminoloxía, o dereito ou a pedagoxía españolas conceptualizaron ó homosexual.
O estudo explora a formación "en grandes cidades españolas como Madrid e Barcelona e desde o período de Alfonso XII dunhas sociedades clandestinas de homosexuais que posuían os seus propios enclaves de encontro, código de sinais para recoñecerse mutuamente, rituais de iniciación e formas de celebración colectiva", segundo explicou Vázquez García.
"A contorna homosexual que coñeceron poetas como García Lorca ou Luis Cernuda, xa nos anos vinte e trinta asentábase, pois, sobre unha tradición moito máis antiga", exlicou o experto, para engadir que "as novelas do Álvaro Retana ou os ensaios de Alberto Nin Frías, nese mesmo período, revelan como os homosexuais intentaron deixar oír a súa voz, máis aló das etiquetas impostas pola Medicina ou a moral vixente", e así o constata o estudo.
Tamén se indaga en como "a homosexualidade entendida como perda de masculinidad funcionou como un símbolo político, no momento de decadencia da crise do 98; ou moral, coa aparición da figura do sacerdote pederasta na novela ou a psiquiatría da época; ou social, como un atributo asociado a unhas clases aristocráticas consideradas perversas e libertinas".
Como exemplo do "valor simbólico do homosexual", Vázquez García recordou que "en outubro de 1898, despois do Desastre de Cuba, se produciu unha crise de Goberno ao descubrirse que o gobernador civil de Cádiz, Pascual Ribot, cuñado de Antonio Maura e parente do ministro de Fomento do partido Liberal, organizara baixo corda un servizo de hixiene da prostitución masculina, con cobro de imposto e inspección médica incluídos."
"Nesa época estaba tolerada baixo regulamentación a prostitución feminina, pero non a masculina; e todo debeuse a unha denuncia de Adolfo Suárez de Figueroa, deputado conservador por Málaga, que publicou no xornal da súa propiedade o artigo O reino de Sarasa, onde denunciaba o feito e achegaba como proba as cartillas sanitarias dos "invertidos", segundo apuntou o responsable do estudo.
"O escándalo -continuou- foi maiúsculo e a noticia saíu en toda a prensa nacional, conduciu á dimisión do gobernador e á do mesmo ministro, e na prensa comentábase o feito paradoxal de que o que a derrota militar en Cuba non lograra provocar, ou sexa, unha crise de goberno, fóra propiciado por un asunto tan turbio".
"Tamén se dixo que "o de Cádiz" -é posible que a coñecida fama desta cidade proveña dese escándalo- mostraba a falta de masculinidade e hombría da raza española e explicaba o desastre militar", concluíu.
"Enfermos non daniños especialmente"
No entanto, a obra tamén aborda a primeira lei penal que na España contemporánea castigaba a homosexualidade consentida entre homes adultos e que foi aprobada pola Ditadura de Curmán de Rivera, en 1928, e provocou que "algúns intelectuais como Gregorio Marañón ou o xurista Jiménez de Asúa se pronunciasen contra a norma, sinalando que os homosexuais, en tanto que enfermos non especialmente daniños, non debían ser obxecto de castigo." O libro céntrase na homosexualidade masculina porque "no caso da feminina resulta moito máis difícil atopar testemuños, dado que se trataba dunha conduta aínda máis silenciada e invisible", aclarou Vázquez.

Una pandemia de violencia machista desgarra Latinoamérica


Las cifras de agresiones a mujeres se disparan en la región.- Los expertos reclaman que se cumplan las condenas judiciales ejemplarizantes
ANA LORITE - Madrid - 18/02/2011
Manifestación contra a violencia machista, México 2002
 América Latina muestra un cuadro grave de violencia contra las mujeres. La amplitud del fenómeno ha convertido este tipo de criminalidad en una auténtica pandemia, como señaló Amparo Alcoceba, profesora de Derecho Internacional Público de la Universidad Carlos III (Madrid), durante las jornadas Iberoamérica frente al feminicidio: El fin de la impunidad, organizadas por este centro y Casamérica, que, durante el martes y el miércoles reunieron en Madrid a un amplísimo grupo de expertos en esta lacra social.
El aumento alarmante de asesinatos de mujeres y niñas en el triángulo negro (El Salvador, Guatemala y Honduras) se asienta en una cultura del odio contra las mujeres y en el fracaso de los sistemas judiciales, afirmó la relatora de la ONU sobre la Violencia contra la Mujer, Rashida Manjoo.
"¿Por qué los hombres emplean la violencia contra las mujeres? Porque pueden". Así de taxativa se mostró Rashida Manjoo. El feminicidio o femicidio (según los países), palabra que aún no recogen los diccionarios, como señaló Miguel Llorente, delegado del Gobierno español para la violencia de género, se considera una de las formas más violentas de criminalidad, un crimen extremo, porque atenta contra la mujer por el simple hecho de ser mujer. "Y sorprende que la respuesta no sea igual de importante que en otros casos de violencia, como por ejemplo el terrorismo", afirmó Llorente. "Todo se reduce a un problema de visibilidad."
En El Salvador, la violencia contra las mujeres ha aumentado un 197% en la última década, macabro porcentaje que convierte al país centroamericano en la nación con la tasa de feminicidios más alta del mundo. Según datos de la policía salvadoreña, de enero a octubre de 2010 se registraron 477 asesinatos de mujeres. Guatemala ocupa el tercer lugar a nivel latinoamericano en muerte de mujeres. Entre 2001 y 2010 fallecieron por causas violentas unas 5.300. A pesar de que el país guatemalteco es pionero en la legislación contra este tipo de crímenes, con la aprobación en 2008 de la Ley contra el Femicidio, la cifra ha aumentado un 400% en los últimos años. El caso de Honduras no es diferente: entre 2003 y 2010 murieron 1.464 mujeres, de las cuales, el 44% eran mujeres jóvenes, entre 15 y 29 años.
Según Rocío Villanueva, profesora principal de Filosofía del Derecho de la Pontificia Universidad Católica del Perú, feminicidio significa cosas diferentes, dependiendo de los códigos nacionales. "Guatemala es, a pesar de las cifras, el país con una legislación más amplia de América Latina, mientras que Costa Rica tiene una regulación muy restrictiva", constató la profesora peruana. "El gran tema pendiente es que el sistema judicial de cada país funcione".
La situación se complica aún más con las mujeres indígenas. Los expertos reunidos en Madrid hicieron hincapié en la "revictimización" de estas mujeres, que, además de sufrir agresiones y violaciones, se convierten de nuevo en víctimas cuando tienen que enfrentarse a sistemas judiciales que ignoran su lengua y sus costumbres.
Desigualdad y discriminación
Según los expertos reunidos en Madrid, el carácter universal de los derechos humanos pierde el calificativo cuando una parte importante de la sociedad, las mujeres, los vive desde la desigualdad y la discriminación. Problemas culturales, como el machismo asentado en muchas culturas; la religión, que, pese a ser un asunto de conciencia y pertenecer al ámbito privado, marca el comportamiento de muchas sociedades y profundiza en la desigualdad; las guerras, que a menudo convierten el cuerpo de la mujer en botín de guerra, y se emplean las violaciones y otras formas de violencia sexual como medios deliberados de limpieza étnica (casos recientes de las guerras de la ex Yugoslavia y de Ruanda); la aceptación de la violencia doméstica y las desigualdades extremas: pobreza, género y acceso a la justicia.
"El feminicidio nunca va a ser homogéneo. La clave está en darlo a conocer", declaró Rashida Manjoo. La palabra más repetida durante las jornadas fue impunidad, a pesar de que existe una amplia legislación y jurisprudencia internacional sobre la materia, como la Convención sobre Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés), o la Convención Belem do Pará para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, o las sentencias de la Corte Penal Internacional que incluyen la violación, la esclavitud sexual, la prostitución forzada y el embarazo forzado en la definición de crímenes de guerra y de lesa humanidad. La impunidad que hace invisibles a las víctimas.
Una sentencia pionera
El tema central de las jornadas fue la sentencia de Campo Algodonero, que marca un antes y un después en América Latina. El 10 de diciembre de 2009, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, máximo órgano de justicia en América Latina y cuyos fallos son inapelables, declaró al Estado mexicano culpable de violentar el derecho a la vida, la integridad y la libertad personal, entre otros delitos, por el caso de tres jóvenes asesinadas en Ciudad Juárez en 2001. Los cuerpos de Claudia González, de 20 años; Esmeralda Herrera, de 15, y Laura Berenice Ramos, de 17, fueron hallados junto a los de otras cinco mujeres sin identificar, el 5 de noviembre de 2001, en un terreno baldío conocido como "campo algodonero". Sus restos indicaban que las mujeres habían sido violadas con extrema crueldad. Condenó también al Estado por no investigar adecuadamente. México fue sentenciado a investigar con perspectiva de género a los culpables, y a las autoridades que permitieron la impunidad se les exigió una disculpa pública ante las familias de las víctimas y la ciudadanía, la construcción de un memorial, la reparación económica a las víctimas, modificaciones legales y la creación de una base de datos de desaparecidas.
La sentencia se consideró histórica porque era la primera vez que se condenaba a un Estado como responsable de feminicidio. Sin embargo, el Gobierno mexicano ha cumplido solo con sus obligaciones a corto plazo, aunque se ha comprometido a cumplirlos completamente. Lo fundamental de la sentencia de Campo Algodonero es que pretende que las reparaciones sirvan como elemento de transformación, resaltó el mexicano Sergio García Ramínez, expresidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
El chileno Felipe González, presidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, admitió que la asunción de la violencia contra la mujer como tema de trabajo e investigación por parte de este organismo tuvo una evolución lenta, llevó varias décadas que la comisión encarara de manera decidida la cuestión. "En la década de los noventa empezó a aceptarse algo que hasta ese momento se había visto como una cuestión privada". González afirma que el trabajo de la comisión ha servido para crear conciencia: "Hasta hace 15 años no era obvio que la cuestión de la violencia contra la mujer pertenecía al ámbito de los derechos humanos".
309 nuevos casos en Ciudad Juárez
Emilio Ginés, abogado español, miembro del Subcomité de Prevención contra la Tortura de Naciones Unidas, se lamentó de que a pesar de la sentencia condenatoria de la corte, desde 2010, ha habido 309 nuevos casos de desapariciones y muertes de mujeres en Ciudad Juárez. La periodista mexicana Rosa Isela Pérez también insistió en estas cifras: "A pesar de la sentencia la violencia se ha recrudecido".
En lo que se refiere a los problemas de ejecución de la sentencia de Campo Algodonero, José Guevara, exdirector de la Unidad para la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación de México, aportó datos importantes para intentar comprender la respuesta mexicana ante esta sentencia. Presentó unas "cifras negras" de la Universidad Autonóma de México (UAM) que demuestran que el 75% de los delitos cometidos en ese país no se denuncian y que sólo 1,6 de cada 100 delitos llega a conocimiento de un juez.
Guevara señaló que, a pesar de la repercusión mediática que tiene la criminalidad en México, sin embargo este país ocupa el puesto decimosexto de delitos violentos frente a El Salvador, que ocupa el primero; Venezuela el tercero, y Colombia el cuarto. Sin embargo, el Estado mexicano de Chihuaua, donde se encuentra Ciudad Juárez y donde nueve de cada 10 casos quedan impunes, está al mismo nivel de Colombia. "Creímos que la sentencia de Campo Algodonero iba a servir para frenar la violencia contra nuestras mujeres, pero lamentablemente no ha sido así", afirmó Guevara. Entre las causas que aportó para que el Estado mexicano no hubiera ejecutado aún la sentencia señaló el federalismo mexicano. "La sentencia de Campo Algodonero solo habla del Estado de Chihuaua y es su Gobierno el que tiene que encontrar a los responsables de los crímenes e irregularidades".
Los expertos concluyeron que la celebración de actos como el de Madrid ayuda a dar visibilidad a estos atentados contra los derechos humanos y que el respeto a sentencias como estas son un paso fundamental para fin de la impunidad.

Anacos de feminismo


Advirten da corrente neoconservadora que quere mandar as mulleres a casa para cumprir co papel de esposas e que pon en perigo os dereitos acadados, como o aborto
LAURA CAMINO . SANTIAGO
O aborto, o divorcio, a libre sexualidade, a participación política, a igualdade doméstica... Aínda non tendo todo acadado, a sociedade de hoxe dá fe dos espazos, en termos de dereitos conquistados pola loita feminista, que se constituíu como movemento en Galicia aló polos anos 70 e 80. Conquistas recoñecidas e que, con todo, perigan hoxe coa existencia dunha "corrente neoconservadora" que busca levar a muller de volta á casa para cumprir o seu papel de esposa.
Así o criticou onte o director da Fundación Galiza Sempre (FGS), Xabier Macías, quen advertiu de que "hai problemas gravísimos entorno aos dereitos das mulleres", sendo o máis preocupante as "forzas políticas e sociais que queren dar pasos atrás, que queren volver a unha situación de menor libertade e menor autonomía" feminina.
Con motivo da presentación do libro 22 documentos de feminismo galego, de recente publicación por parte da fundación que dirixe, Macías reflexionou sobre o recoñecemento ao feminismo histórico en Galicia e as actuais correntes que, segundo lamentou, poñen en perigo moitos dos dereitos acadados. É o caso das tendencias "neoconservadoras" que "enfatizan o papel das mulleres como nais e como esposas, e que queren facer retroceder os espazos e as libertades conseguidos polas mulleres", denunciou.
Panfletos e manifestos das protestas históricas
O libro xorde por mor dunha exposición organizada pola Fundación Galicia Sempre na que se recompilaron arquivos e documentación do movemento feminista en Galicia, tras o que se formularon "a utilidade de recoller panfletos e manifestos dos que se len en manifestacións ou campañas", un tipo de documentos que, segundo Macías, "normalmente teñen interese porque son representativos dunha época, dunha campaña, dun contexto, pero que non se reproducen, non se conservan ou non son accesibles". Velaquí a intención do libro: "Facer accesible documentación con interese histórico do movemento feminista en Galicia", engadiu Macías.
Panfletos, manifestos e documentos da loita polos dereitos das mulleres que transcorreu entre os anos 1975 e 2003 e que deixan constancia das principais campañas impulsadas no noso país.
O dereito ao divorcio ou ao aborto; contra o delito de adulterio; as demandas de emprego digno e do repartimento igualitario de tarefas domésticas; a denuncia da violencia machista; a reivindicación dunha sexualidade libre ou da plena participación das mulleres son algúns dos temas que configuran esta escolma de documentos, con textos introdutorios da xoven historiadora Isabel Rodríguez Mate a partir de fontes documentais da Fundación 10 de Marzo e, en especial, da histórica feminista Nanina Santos.
Para o responsable da Fundación Galiza Sempre, os 22 documentos recollidos "atesouran que os dereitos non caen do ceo e que a súa progresiva inclusión na legalidade requeriu o esforzo e mobilización de moitas persoas, a miúdo en condicións adversas", destacou Macías, quen considerou que "as ideas das organizacións feministas si que teñen un recoñecemento na sociedade actual". Con todo, engadiu, "hai moitas cousas que siguen mal e o recoñecemento pleno, alén do legal, está moi verde, queda moito por facer, concluiu.
A publicación, que se suma á traxectoria divulgativa da Fundación Galiza Sempre (FGS) en temas de feminismo, está dispoñible desde xa nas librerías de todo o país.
Xabier Macías
"O máis preocupante son as forzas políticas e sociais que queren dar pasos atrás, volver a unha situación de menor libertade e menor autonomía das mulleres"

Una de romanos en el Thyssen


El museo madrileño exhibe por primera vez en España la obra de Jean-Léon Gérôme
JAVIER RODRÍGUEZ MARCOS - Madrid - 14/02/2011
Edipo, 1886
El pintor francés Jean-Léon Gérôme era un profesional, esto es, un artista cada vez más raro en un tiempo en el que, a efectos de historia del arte, importaba más el genio que el oficio. Tal vez por eso se evadió en oriente y se refugió en la historia. Entre su nacimiento (1824) y su muerte (1904) estalló el impresionismo y se gestó la revolución cubista, pero él se mantuvo voluntariamente al margen de toda veleidad revolucionaria, subido al trono de las academias. Dicen que, en 1900, cuando el presidente de la república francesa estaba a punto de entrar en la sala dedicada a los impresionistas en la Exposición Universal de París, el artista gritó: "¡Deténgase, señor presidente, aquí está el deshonor de Francia!".
Adorado por eso que llaman el gran público en un tiempo en el que el público todavía no era grande, Jean-Léon Gérôme pasó hace años al limbo de los pintores de género. Desde mañana y hasta el 22 de mayo, el Museo Thyssen expone casi 60 obras suyas entre pinturas y esculturas. El objetivo de la muestra no es "rehabilitar" al artista de Vesoul "ni hacer un alegato en su defensa, sino ponerlo ante nuestros ojos, ante un público de comienzo del siglo XXI que lo conoce poco y mal". Esa ha sido la pretensión de los comisarios de la exposición: Laurence des Cars (directora científica de la Agence France-Múseums), Dominique de Font-Réaulx y Édouard Papel (conservadores jefes del Louvre y del Museo d'Orsay, respectivamente).
Al llegar a las salas subterráneas del Thyssen el visitante se encontrará con una desconcertante bienvenida: La jugadora de bolas (1901), un desnudo de mujer que parece haberse adelantado casi un siglo a la mezcla de pop y kitsch intelectualizado de Jeff Koons. Al menos en sus tiempos de idilio con aquella estrella del porno llamada Cicciolina. La comparación se impone. El universo de Gérôme queda en apariencia tan lejos del gusto moderno que, paradójicamente, la tentación es buscarle referentes contemporáneos. Curioso destino para un "archiacadémico" y "ultrarreaccionario" como él. Las comillas son de Guillermo Solana, director artístico del museo madrileño.
Pese a la tentación, una exposición como esta enseña a valorar en su contexto histórico la obra de un pintor que recorrió todas las estaciones que hasta el siglo XIX recorrían los de su gremio: del trabajo en el taller de un maestro (Paul Delaroche en su caso) a la labor de copia en las salas del Louvre pasando por un viaje a Italia y varios más a Egipto, Argelia o Turquía. Ese viaje termina, ya dijimos que Gérôme fue un profesional, en un lugar muy concreto: el mercado. Lo que no quiere decir que su obra -popularizada en su tiempo por multitud de reproducciones- carezca de esos fogonazos de expresividad que dicen que el dinero no puede comprar. Ahí están obras como La bacante (1853) o el retrato que hizo en una misma tabla de 20 centímetros de lado a su padre y a su hijo entre 1866 y 1867. Sin olvidar su serie de autorretratos en el taller o el desasosegante La Verdad saliendo del pozo armada con su azote para castigar a la humanidad (1896).
Todas ellas pueden verse en el Thyssen durante un recorrido en el que tienen especial protagonismo sus cuadros de tema oriental e histórico. Los primeros, troquelados por el exotismo de la época, son fruto de una mezcla entre los viajes del artista y la demanda de sus clientes. Los segundos nacen tanto de la documentación -de la que Gérôme era un obseso- como de la evocación. Sus cuadros de gladiadores tienen, así, un aire teatral y cinematográfico de película de romanos, más de Cecil B. de Mille que de Suetonio.

Japón buscará los cuerpos de 12.200 soldados en Iwo Jima


El primer ministro japonés, Naoto Kan, promete examinar "cada grano de arena" de la isla para localizar a los desaparecidos en una de las batallas más sangrientas de la II Guerra Mundial
EL PAÍS - Madrid - 15/02/2011
Unos 21.600 soldados japoneses y 6.800 estadounidenses perdieron la vida entre febrero y marzo de 1945 en la batalla de Iwo Jima, una de las más cruentas de la II Guerra Mundial. Hoy, 66 años más tarde, los cuerpos de unos 12.200 permanecen atrapados en algún punto de la isla. El primer ministro, Naoto Kan, anunció ayer que el Ejecutivo pretende saldar por fin esta deuda con la memoria histórica del país examinando "cada grano de arena" para rescatar los cadáveres.
Esta es la segunda visita que hace Kan a la zona, y la tercera en total que realiza un primer ministro en la historia de Iwo To -como se denomina desde 2007 a petición de sus habitantes- después de la de Junichiro Koizumi en 2005 a la isla, situada a 1.100 kilómetros de Tokio. "El Gobierno es responsable de traer a casa los restos de los soldados", aseguró Naoto Kan a la vez que prometió repatriar a "tantos como sea posible".
El actual mandatario acudió al escenario de la batalla con motivo de la ceremonia de inhumación de unos 2.000 combatientes, hallados el pasado mes de octubre. Japón ha recuperado miles de cadáveres desde el fin del combate en marzo de 1945, pero aproximadamente 12.000 nipones y 220 norteamericanos siguen desaparecidos.
El fotógrafo Joe Rosenthal inmortalizó el enfrentamiento en la isla en el año 1945 con la imagen de unos marines izando su bandera en el monte Suribachi.
Clint Eastwood también llevó Iwo Jima al cine en 2006 en los filmes Banderas de nuestros padres, sobre los marines que clavaron la bandera de la foto de Rosenthal, y Cartas desde Iwo Jima, que refleja la versión japonesa de la batalla. Ernie Pyle,uno de los corresponsales más populares de la II Guerra Mundial, también cubrió los acontecimientos de Iwo Jima.

domingo, 27 de febreiro de 2011

Toda la vida que guarda una maleta de cartón y madera


Laia Fàbregas cuenta en 'Landen' la historia de un emigrante extremeño en Holanda
PAULA CORROTO MADRID 15/02/2011 08:30
El término holandés Landen, título de la segunda novela de Laia Fàbregas (Barcelona, 1973), recién publicada por Alfaguara, no tiene una única traducción al español. Puede significar tanto aterrizar como países. Esta dualidad está también en el hilo argumental: un cruce de vidas, la de él, un emigrante extremeño que en los sesenta se marcha a trabajar a una fábrica Philips y que acaba casándose con una holandesa; y la de ella, una joven con un trauma que vive en Holanda. Los dos se evitan y se mezclan durante una historia redonda con sorpresa final.
Fàbregas ha vivido durante años en diversas ciudades de Holanda y conoce bien el fenómeno de la emigración española. Sin embargo, para la historia de él ambos protagonistas carecen de nombre de forma premeditada, buceó en el libro Me vine con una maleta de cartón y madera, editado por la Junta de Extremadura, que narra la vida de aquellos emigrantes, a los que "los holandeses miraban como extraños. Hubo gente que fue capaz de adaptarse, pero otra no", señala.
La diferencia con la actualidad es que "aquella era una emigración gestionada por el Gobierno, que les daba regiones a las empresas extranjeras. Por ejemplo, la Philips podía buscar trabajadores en Extremadura, pero no en Andalucía. Ahora la gente viene de forma ilegal y se tiene que buscar la vida. Es más difícil", apunta.
Con respecto al personaje femenino, ella es una mujer urbana, solitaria y traumatizada tras un accidente que sufrió de niña. Este problema la obliga a viajar de país en país. Salvando las distancias con respecto al accidente, Fàbregas no duda en identificarse con este personaje. "Supongo que todo el mundo se ha sentido solo alguna vez, aunque estuviera rodeado de gente. Yo la hice a ella solitaria sin saber por qué. Quizá porque me he sentido así o lo he visto en otras personas", explica.
Además de la emigración, la novela aborda una disciplina que a Fàbregas le apasiona: la fusión del arte plástico y la palabra. "Lo que yo podía haber llegado a hacer a nivel artístico y no he hecho lo incluyo en mis libros. Es mi válvula de escape", aclara.
Primero en holandés
Curiosamente, Fàbregas escribió esta novela en holandés y fue en los Países Bajos donde primero salió publicada con unas críticas excelentes. Es el mismo camino que siguió su ópera prima, La niña de los nueve dedos, que llegó al mercado español con el sello El Aleph en 2008 tras su éxito en Holanda.
Como en aquella ocasión, ella se ha encargado de la traducción, "un trabajo muy difícil y que puede ser frustrante. Pero me gusta traducirme para autocorregirme, ya que escribo de sopetón. No me pienso las palabras mil veces", reconoce.
Landen va viento en popa en Holanda. Allí, dice la escritora, también hay una gran apuesta por los noveles: "Se edita mucho a gente que empieza, igual demasiado, porque muchos no vuelven a publicar". Ella, de momento, tiene continuidad.

Franco y sus generales pierden los honores en los cuarteles militares


Defensa cataloga una decena de acuartelamientos con nombres de militares franquistas para adecuarlos a la Ley de Memoria Histórica
PATRICIA CAMPELO Madrid 15/02/2011
El Ministerio de Defensa ha confirmado el cambio de denominación de diez acuartelamientos del Ejército de Tierra que, todavía, conservaban nombres de militares franquistas. (Ver fotogalería). La medida se enmarca en el proceso de catalogación de vestigios de la dictadura que continúan realizando algunas administraciones públicas
Entre las unidades militares que cambian de nombre se encuentra la Residencia Militar de Estudiantes 'Generalísmo Franco', que pierde el del dictador para asumir el de 'Vallehermoso', según han confirmado fuentes del ministerio de Defensa a Público.es
El pasado verano, el Regimiento de Artillería Antiaérea 73 de Cartagena recuperó el nombre de Tentegorra, el mismo que tenía antes de que Federico Trillo, como ministro de Defensa de Aznar, lo cambiara por el anterior apelativo franquista de 'López Pinto'. Ahora el ministerio que encabeza Carme Chacón lo ha incluido en el listado de acuartelamientos renombrados. 
El general Yagüe conservaba hasta hoy en Burgos los honores de dar nombre al Centro Deportivo Sociocultural Militar, que pasa a llamarse 'La Deportiva', y a la Residencia Militar, que cambia el nombre del militar sublevado— responsable de la masacre de Badajoz, documentada por historiadores como Paul Preston— por el de 'Dos de Mayo'.   
Otro ejemplo de esta retirada de menciones a los generales de Franco es el Centro Deportivo Militar 'General Mola', en Pamplona, que abandona la denominación del general golpista —uno de los principales alentadores del plan sistemático de terror y violencia para la eliminación de civiles inocentes— por el de 'La Ciudadela'. 
Otros pierden el apellido
En Sevilla, el acuartelamiento que honraba la figura de Queipo de Llano —uno de los instigadores del golpe de estado contra el Gobierno de la República junto con Mola y Sanjurjo —, se libera del militar franquista para adoptar la denominación de 'Pineda'. 
El nombre de Mateo Calabro, el ingeniero militar, creador de la Real Academia de matemáticas, puede leerse ya en la fachada de la residencia militar de estudiantes de Barcelona, hasta ahora llamada como el comandante de la división azul, Muñoz Grandes
La base militar mallorquina del General Asensio pasa a ser de Jaime II y tanto en Zaragoza (el acuartelamiento militar 'General Bahamonde') como en Talarn, Lérida (la academia general básica de suboficiales 'General Martín Barroso') pierden el apellido franquista. 
La iniciativa cumple con lo establecido en la Ley 52/2007, conocida como de Memoria Histórica, que establece la retirada de "menciones conmemorativas de exaltación personal o colectiva de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura".
Dentro del Ejército, las reminiscencias a Franco y a sus generales son frecuentes a través de insignias, placas, escudos y otro tipo de simbología. Tras el renombre de calles y retirada de estatuas de la vía pública, cuya competencia corresponde a los ayuntamientos, el ministerio de Defensa se dispone a aplicar la Ley de Memoria Histórica para eliminar los honores personales otorgados a dirigentes franquistas.

sábado, 26 de febreiro de 2011

"Que non crean ó maltratador, que sempre volve ás andadas"


A avoa María, ós seus 73 anos conta en "Impotencia, dor e fatiga" os seus 20 anos de agresións
EFE
"Que non teñan medo, que non desistan, que non crean nunca o que lles diga o maltratador, porque volven ás andadas" é a mensaxe que lanza María Domínguez Meriel, de 73 anos, tras relatar a súa vida, a súa convivencia durante preto de 20 anos cun maltratador co que tivo seis fillos, ó que denunciou sen éxito e do que só logrou separarse polo canónico, tras mediar o Arcebispado de Valladolid.
Acompañada da súa neta Cristina, que enxalza a súa valentía en épocas nas que iso da violencia machista simplemente non existía, a avoa non dubida, ás veces coas bágoas a piques de agromar, en recordar a súa historia; esa que escribiu e que baixo o título Impotencia, dor e fatiga espera publicar algún día e que sirva de testemuño para as novas xeracións.
A avoa Maruja é unha muller sinxela, nacida en Villardondiego, en Zamora, nunha familia de pai pastor e nai ama de casa; a maior de tres irmáns, cunha infancia "moi feliz" e une espírito inquedo que a levou ós 16 anos a marchar a Toro, para traballar nunha casa.
Só tivera un noivo durante tres anos e por carta, como era habitual daquela, cando coñeceu o que sería o seu marido e maltratador, un fontaneiro vividor co que casou ós 19 anos. Nada máis casar viu que aquilo non iría ben pero o seu amor - "eu queríao moito pero el a min nada"-, o seu intento de salvar o matrimonio, e os seus cinco fillos -unha morreu- obrigárona a convivir con el ata os 38 anos, no medio de celos, insultos, golpes e infidelidades continuas.
María lembra o seu traslado a Valladolid para intentar salvar o matrimonio, o día no que o seu marido lle pegou á súa nai, ou esoutro en que lle transmitiu unha enfermidade venérea, ou os seus intentos de abusar dunhas curmás, e eses golpes diarios que denunciaba en Comisaría e que caían en saco roto, coa propia patrulla que a devolvía á casa.
"Entraba no cuarto coma unha culebra, agarrábame polos pelos e dábame contra o berce metálico da nena máis pequena. Tiña os peitos negros coma o carbón dos golpes", evoca do seu pesadelo. "Que fago para separarme?", preguntábase María, que recorreu a Don Blas, párroco das Hermanitas da Cruz de Valladolid, a quen lle espetou: "ou me di como me separo ou hai unha morte, non aguanto máis". E deu os seus froitos, a súa separación, unha das primeiras canónicas, deu paso a que o xuíz botase de casa o marido. Pero aínda lle quedaban días de denuncias falsas por parte da súa ex parella que a levaron a pasar 24 horas no cárcere, e varios anos nos que el, xa cunha nova muller, continuou axexándoa, perseguíndoa.

Las otras madres de nuestros hijos


Erika, Celina y Sandra dejaron a sus niños en Latinoamérica para cuidar de los vástagos de otras mujeres en España
LUCÍA VILLA MADRID 14/02/2011
Si yo no estuviera aquí, mi hijo no podría ir a un colegio con buenos profesores", explica Celina, con el rabillo del ojo pendiente de las migas que cocina para la cena. Tiene 37 años y, desde que llegó a Madrid desde Bolivia, en 2002, su vida sólo tiene una meta: "Ahorrar para el futuro de mi hijo", insiste. Vive en la casa donde trabaja: cocina, limpia, plancha y vigila a los niños. En su día libre, trabaja en un supermercado hasta la medianoche.
Su caso no es aislado. La última encuesta sobre inmigrantes del Instituto Nacional de Estadística (INE) señala que la mayoría de mujeres que vive sin su familia es latinoamericana. Un 94% tiene algún tipo de formación. Sin embargo, un alto porcentaje trabaja en el hogar.
"Tenemos servicio porque lo necesitamos para poder trabajar fuera de casa", asegura Mar, la mujer que contrató a Celina. Es economista, madre de dos niños y pasa 12 horas al día fuera de casa. Mar reconoce que hacer compatibles la vida laboral y familiar sería imposible sin Celina: "Más que una empleada, es como la madre de la familia".
Para las inmigrantes, traer a sus hijos no es siempre una alternativa viable. Las dificultades económicas, sumadas a la indefinición legal y laboral que atraviesan son los principales escollos. Celina lo intentó, pero tuvo que mandar a su hijo de vuelta por el gasto extra y la falta de tiempo para atenderlo. No se rinde: con el dinero ahorrado abrirá un negocio de vidrieras cuando regrese a Bolivia en 2012.
El principal sustento
La mayoría de estas mujeres son el sustento principal de sus familias en sus países de origen. En 2007, las remesas enviadas por latinoamericanas superaron los dos millones de euros. Erika, boliviana de 25 años, lleva cinco manteniendo a su hija a más de 9.000 kilómetros de distancia. La niña tenía cinco meses cuando ella emigró y sólo se conocen a través del teléfono y fotografías. "Cuando hablamos me dice hola, mamá', pero a mi hermana le dice también mamá", cuenta con resignación. Erika trabaja ocho horas diarias como empleada de hogar y vive en un piso de alquiler por el que paga 900 euros y que comparte con su segunda hija (fruto de una relación en España) y tres personas más.
Erika aprovechó su último fracaso sentimental para aprender a conducir y titularse como auxiliar de jardín de infancia. No quiere saber nada de novios: "Aquí yo trabajo, yo mando, tengo mi dinero, he estudiado y soy un ejemplo para muchas personas".
El tono reivindicativo de Erika no es casual. También las razones de género son un impulso para vivir en España. Sandra dejó Paraguay, un trabajo y tres hijos cuando rondaba los cuarenta porque su matrimonio se hizo insostenible. "Él me amenazaba y llegué con la autoestima por los suelos. No podía traerme a mis hijos porque necesitaba encontrarme a mí misma", repite una y otra vez. Un estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) señala que hasta un 40% de las mujeres es víctima de la violencia física en la región, un 60% en el caso de maltrato psicológico.
La otra cara de la historia se escribe en los hogares españoles que conviven con mujeres inmigrantes desde la década de 1990, con la creciente incorporación de la mujer al mercado laboral. A fuerza de horas, la convivencia crea fuertes vínculos afectivos.
Susana es periodista y el pequeño de sus tres hijos convive con Sandra desde que era casi un recién nacido. "A mis hijos les marco mucho, les digo que ella no es de la familia y algún día se irá", explica. Pese al tiempo que sus hijos pasan con otras mujeres, Mar y Susana afirman que ellas llevan la batuta. "Con mis hijos he intentado que me sustituyan lo menos posible, pero ellas han sido sus ojeadoras y eso es una función importante", dice Mar, que deposita en Celina la confianza para evitar que sus hijos pasen el día frente a la consola o se llene la casa de amigos. Susana es contundente: "La madre soy yo. Necesito a alguien capaz de quedarse con mis hijos, pero no de educarles".

"Con el asesinato de Kennedy, Estados Unidos perdió su inocencia"


Tim Kring publica en España su primera novela 'Sólo para tus ojos' que describe los experimentos de la CIA para el control mental con los ácidos en los años sesenta
TOMMASO KOCH - Madrid - 14/02/2011
Produce alucinaciones con los ojos abiertos, sinestesia (mezclar los sentidos, algo así como oír colores y ver sonidos) y percepciones distorsionadas del tiempo. Fue el compañero inseparable de los movimientos hippies de los años 60. Ha protagonizado videos musicales y películas. Ahora, según el creador y guionista de la serie Héroes, Tim Kring, el ácido LSD podría incluso haber sido la causa de la muerte del presidente estadounidense John Fitzgerald Kennedy. Esa al menos es la sospecha que deja caer en su primera novela, Sólo para tus ojos, escrita a cuatro manos con Dale Peck y que Ediciones B publicó el pasado 9 de febrero en España.
"Estaba con la segunda temporada de Héroes pero de pronto en noviembre de 2007 se convocó en EE UU una huelga de los guionistas de series. Como quería participar y por tanto no podía escribir para Héroes, me puse manos a la obra con la novela", cuenta Kring por teléfono, desde su casa en Los Ángeles. Solo para tus ojos narra un mes de acercamiento frenético y delirante, día tras día, al fatídico 22 de noviembre de 1963 en el que Kennedy cayó asesinado en Dallas, Tejas. De fondo, conspiraciones, agentes secretos, experimentos de control mental y alucinaciones de todo tipo. A veces la confusión es tanta que cabe preguntarse: ¿qué acabo de leer?
Desde el prólogo, en el que 1.963 personas ven aparecer un niño en llamas en el cielo de Dallas el 30/12 de 2012 a las 11.22 (resumiendo e invirtiendo los números, 12.30 del 22/11 de 1963, justo cuando murió el presidente, el pretexto que sirve a Kring para volver a ese año) hasta el final, Solo para tus ojos corre sin parar. Sus personajes también corren, pero uno detrás del otro. El agente cubano Baltasar, el policía del FBI B.C., la prostituta Naz y Chandler, conejito de indias de unos experimentos de la CIA con el LSD, se encuentran, se reencuentran, se persiguen, escapan. Parece una serie televisiva. "De hecho, quería escribir algo que un día pudiese ser adaptado a un guion. Quería que tuviera el ritmo de un telefilme", sostiene Kring.
El titular original de la obra, Shift (cambio, variación, en español) resume en cierta forma el hilo conductor de toda la obra: "Se refiere a los cambios que causa el LSD en una persona pero también a los que se pusieron en marcha en el país en esa época". Un concepto que no refleja el titular español. "Quizás lo hayan escogido porque Solo para tus ojos es la frase que se alega normalmente a los documentos top secret", sugiere poco convencido Kring.
Teoría de la conspiración
"Quería escribir sobre una conspiración. Me puse a investigar sobre la época de Kennedy y desde el principio di con los experimentos de control mental a través de las drogas que llevaba a cabo la CIA", detalla Kring. En particular, con la dietilamida de ácido lisérgico, comúnmente conocida como LSD. El autor, que asegura no haberla probado nunca, hasta llega a plantear en la novela que el mismísimo Kennedy tomara el ácido de vez en cuando, con su amante Mary Meyer (uno de los personajes reales de la novela).
Kring se inspiró en Philip K. Dick y Robert Ludlum a la hora de escribir. Pero la referencia de sus investigaciones fue Timothy Leary, profesor de Harvard que en los sesenta estudiaba las potencialidades del LSD y llegó a sostener que aumentaba las capacidades mentales del hombre y permitía usar más del 5% del cerebro que aprovechamos normalmente. De forma parecida a la heroína en Trainspotting, en Sólo para tus ojos el juicio sobre el LSD es doble: "Tiene su punto casi romántico, fascinante, de ver cosas que no existen, pero puede convertirse en pesadilla". Y sembrar destrucción y muerte.
Escribir la novela fue para Kring como abrir el cajón de los recuerdos. "A comienzo de los 60 estábamos más esperanzados, menos cínicos. Tras el asesinato de Kennedy, EE UU perdió su inocencia. Tuvimos que aceptar que no éramos perfectos como pensábamos". Kring parece emocionarse al recordar ese día: "Tenía siete años y estaba jugando en el patio del colegio. Los altavoces nos pidieron que volviéramos a las clases. Nos dijeron que el presidente había muerto. Por el pasillo vi la puerta abierta del despacho del director: era un hombre muy grueso y estaba sentado a su mesa, con las manos en la cabeza y la mirada al suelo".
Cuando murió la esperanza
Desde entonces, un efecto dominó precipitó al país en el drama: el asesinato de Martin Luther King y de Bob Kennedy, la guerra del Vietnam. "Acabamos perdiendo la esperanza". Fue uno de los momentos clave de la historia reciente de Estados Unidos. La primera pieza de una trilogía que Kring quiere escribir y describir junto a Peck. "Los otros dos momentos son la caída del muro de Berlín y la época actual". Eso sí, terminarán las otras dos novelas, siempre y cuando les dé tiempo. "Estoy ahora con una serie, Touch, sobre la interconexión global, y con el proyecto Conspiracy for good". Se trata de una novela contada entre papel, móviles, redes sociales e incluso actores en carne y hueso que se pueden encontrar por las calles de Londres, donde empieza la trama.
Tres novelas y una serie. Mucha carne en el asador. En cambio Héroes ya no se cuece. Se canceló el pasado 14 de mayo de 2010, con la segunda temporada aún por terminar. Presupuesto alto y audiencia en caída: una fórmula que la NBC, productora de la serie, no podía mantener. Kring reconoce la disminución de espectadores pero matiza: "Seguía siendo de las series más descargadas en Internet. Creo que el problema es el número de episodios: hacemos demasiados y el producto deja de ser algo raro y especial". Serie como Perdidos triunfaron sin embargo con más de 20 capítulos por temporada. "Ya, pero acabaron reduciendo el número de capítulos".
Kring se despide rápido. El compromiso era que la entrevista durara 20 minutos y ya van 40. ¿Habrá sido una percepción distorsionada del tiempo?

O discurso que quería reeducar a memoria

Unha ideoloxía, unha fe e un psiquiatra ao servizo da reeducación de España foron os instrumentos empregados polo franquismo para tentar cortar de raíz o mal da democracia e crear unha “raza pura” española.
NATALIA ARIAS 13/02/2011 - 20:00 h.
Mulleres presas no cárcere das Ventas
Unha ideoloxía, unha fe e un psiquiatra ao servizo da reeducación de España foron os instrumentos empregados polo franquismo para tentar cortar de raíz o mal da democracia e crear unha “raza pura” española. Había que comezar desde a base, evitando que as nais republicanas puidesen ensinarlles aos fillos uns valores que o réxime consideraba nefastos. O Estado encargouse de separalos, e para iso creou todo un aparato burocrático destinado a executar o que popularmente se coñece como o roubo de nenos dos 40, un tema pouco investigado e que volveu á actualidade cando algúns historiadores e asociacións recoñeceron naquela política as bases do secuestro de menores en hospitais españois denunciado pola Asociación Nacional de Afectados por Adopcións Irregulares (Anadir). O investigador catalán Ricard Vinyes, coautor de Los niños perdidos del franquismo e de varios traballos sobre os cárceres de mulleres, prefire, porén, falar de “deportacións” porque, explica, moitos dos fillos dos republicanos nunca foron adoptados por outras familias. O aparato estatal deseñou unha rede de trens para levalos a fogares do Auxilio Social e instrucións para buscalos nos cárceres, en hospicios franceses ou nas casas de familias republicanas.
O sustento ideolóxico deste proceso estaba no Instituto de Investigacións Psicolóxicas e baseábase nas investigacións no cárcere de mulleres de Málaga do psquiatra militar Antonio Vallejo-Nágera, que, entre outras cousas, defendía a relación entre o marxismo e a inferioridade mental ou que “a segregación destes suxeitos desde a infancia podería liberar á sociedade de praga tan terrible” para voltar á raza superior española, cuxo deterioro, polo seu fervor católico, atopaba nunha cuestión cultural: os procesos de democratización, e non en factores biolóxicos como os nazis.
“O Estado asumiu ese discurso e organizou a deportación dos nenos mediante distintos instrumentos”, explica o profesor de Historia Contemporánea da Universidade de Barcelona (UB). Unha das armas ás que recorreu foi o Padroado Central da Nosa Señora da Merced, dependente da Dirección Xeral de Prisións e que o investigador define como “a gran empresa da industria penitenciaria”. Xestionaba os corpos de traballo dos cárceres, os permisos e, ata que se creou a finais dos 40 o Padroado de San Pablo –específico para os nenos–, todo o relativo aos fillos da presas. Foi o órgano do que saíron instrucións executadas por funcionarios de prisións como a de facer formar as presas e arrebatarlles os fillos. “Iso era legal en 1940 porque os nenos de máis de tres anos non podían estar nos cárceres, pero moitos deles tiñan os dous pais recluídos sen que puidesen facer nada”, de xeito que os nenos acababan nun tren, continúa. O réxime sacáballelos ás familias “sen comunicar nada a ninguén”, explica Vinyes, que remarca que “para facer iso tiña que haber unha loxística porque mover un tren non é algo trivial”.
Tamén para a profesora da Universidade de Zaragoza, Ángela Cenarro, experta no Auxilio Social, a legalidade da época sustentaba estas prácticas. “O Estado tiña a tutela dos nenos cando cumprían catro anos porque debían saír do cárcere cando moitas nais quedaban presas alí”, afirma.
O destino deses cativos era a reeducación no Auxilio Social e en institucións eclesiásticas como as Ordes de Acollida, onde se facían sacerdotes. “Hai indicios de que houbese adopcións, pero non existe documentación”, aclara o historiador catalán.
A PROPAGANDA DOS CÁRCERES
Para sacarlles os menores ás familias republicanas o Estado apoiouse en varias fórmulas máis. En Redención, a única publicación que se permitía nos cárceres, había chamados ás nais para que os levasen ao Auxilio Social ou as Xuntas Locais e Provinciais. “Cando os ían buscar non llelos daban porque para recuperalos había condicións moi ríxidas como ser un bo patriota, un excelente católico ou estar no Movemento Nacional”, aclara Vinyes.
Porén, os tentáculos do nacionalcatolicismo e a Igrexa non só chegaron aos cárceres. En 1949, a documentación da Falanxe relata como se debía facer para raptar nenos republicanos aloxados en casas francesas de acollida, mentres que outra práctica habitual era a desenvolvida por asociacións relixiosas de seculares, como as Fillas de María, que ían aos domicilios dos presos que custodiaba o Padroado da Merced a levarlles ás familias o diñeiro do seu traballo. “Quedaban a latricar na casa porque unha folla de instrucións da época indicaba que tiñan que facer un informe de se había nenos e de se era importante sacalos do fogar”, explica o historiador da UB, que di que non se deben comparar estes casos cos de Arxentina porque a ditadura española foi cruel abondo: cando se desmantela o aparato de secuestros a partir dos 50, queda constancia do rapto de 12.000 nenos no 43. A cifra podería ser maior porque o Padroado de San Pablo xestionou ata 30.000 cativos.

Giménez: “Os nenos só sabiamos de fame e frío”

A.G. 13/02/2011 - 20:00 h.
Os fogares Auxilio Social foron, segundo o historiador Ricard Vinyes, o destino da maioría dos nenos perdidos do franquismo co obxectivo de reeducalos nos valores do réxime. Tratábase dunha rede de centros distribuída por toda España, aínda que estaban principalmente en Madrid e Barcelona, nos que as condicións de vida dos cativos eran “pésimas”, explica Ángela Cenarro, profesora de Historia Contemporánea da Universidade de Zaragoza. “Pouca comida, pouca bebida, maltrato psicolóxico e físico, visitas da familia moi restrinxidas e correspondencia moi controlada”, resume a experta, que sinala que, a mediados dos 40, a maioría procedían xa de familias pobres. “Non creo que houbese un camiño directo dos cárceres ao Auxilio, penso que moitos dos fillos das presas baixo o Padroado da Merced acabaron en colexios católicos”, opina, a diferenza do investigador catalán.
“O Auxilio Social era un instrumento de control social e de reprodución dos parámetros ideolóxicos do réxime en varios ámbitos”, pero sobre todo, “entre a infancia”, explica o profesor da Universidade de Vigo Julio Prada nun traballo a respecto da institución en Galicia, onde dá datos da provincia de Ourense e explica que, na comunidade, levou a cabo un traballo, fundamentalmente, de subministro de alimentos a través de comedores, “sendo puramente testemuñal a súa participación en iniciativas que encaixarían dentro da obra de Protección á Nai e o Neno Enfermo”. Na capital provincial, a Sección Feminina, que funcionaba sobre todo con donativos, repartía xa en 1937 136 racións diarias no comedor infantil.
Aínda que na zona ocupada aparece xa no 36 como unha pequena organización asistencial para darlles axuda aos afectados pola guerra, o coñecido como Auxilio de Inverno comeza a expandirse no 37. En abril dese ano pasa a depender de FET-JONS, o Partido Único, e créase unha Delegación Nacional, que levará a cabo actividade asistencial en centros que ían desde os comedores, aos fogares infantís ou escolares e a Residencia de Aprendices.
Non se sabe con certeza cantos internos tivo a institución de socorro, creada a instancias dos falanxistas Mercedes Sanz-Bachiller e Javier Martínez Bedoya, pero un deles foi o debuxante Carlos Giménez, que dá boa conta da miseria destes hospicios en Todo Paracuellos (De Bolsillo, 2007). “Querían facer dos nenos, como se dicía entón, metade monxes, metade soldados, por iso recibiamos unha educación moi politizada, moi falanxista e moi relixiosa”, relata. Porén, a fame facía que a mensaxe callase pouco. “Os nenos non sabiamos de política, alí só se sabía de fame e frío, de que non te pegasen e de que os pais te fosen ver”, engade. O historietista explica tamén que non había distincións entre orfos ou fillos de republicanos: “Só se sabía se tiñas pai ou non e se te ía ver”.
O Auxilio Social tampouco escapou ás carencias da España da autarquía. “Había moita escaseza en España, dentro e fóra dos colexios e, probablemente, moita da comida que tiña que chegar aos fogares quedaba no camiño”, opina o debuxante, que deixou a institución con catorce anos. “Os presupostos realmente eran moi escasos, outra cousa é que, efectivamente, os directores e persoas a cargo dos colexios vivisen mellor que os nenos”, afirma tamén Cenarro.
“A finais do 38, o Auxilio Social reforzou a liña de actividades que non eran perecedeiras porque xa non había tanta necesidade material e tamén a protección á muller e os nenos, creando a rede de fogares, aos que ían fillos de republicanos mortos, no exilio ou no cárcere”, di Cenarro, que coincide con Giménez en que a “a formación era nula”. “Era unha ideoloxía tan burda, cos principios do movemento e moito catecismo, que os nenos pasaban dela en canto saían”. Aínda así, un interno podía estar en centros da Falanxe ata rematar a universidade, onde chegaban os menos. “Non mandaban os máis listos a estudar, senón os que se tiñan portado ben”, afirma Giménez, que recorda que “había rezos a todas horas e clases de relixión de todo tipo, e os martes viñan os xesuítas”. Tamén asegura que moitos dos centros, que contaban sempre cun instrutor de Falanxe e un crego, tiñan a este último como director. Ademais, había mestras remuneradas e case sempre viúvas de guerra, mulleres afíns ao réxime ou que procedían doutros colexios da Falanxe.
A diferenza do que ocorreu con outras seccións da Falanxe, o Auxilio Social nunca foi desmantelado, senón que o absorbeu o Estado e durou ata o final do réxime atendendo, sobre todo, discapacitados e enfermos.