venres, 18 de abril de 2014

La triple condena: mujer, extranjera y con antecedentes


‘La mochila invisible’, un documental en pleno proceso de realización, cuenta la experiencia de tres mujeres en prisión y las dificultades que se encuentran una vez que salen de la cárcel.
La Asociación Bidez Bide trata de visibilizar la discriminación y el ostracismo al que se enfrenta este colectivo.
Patricia Burgo Muñoz 05/04/2014 - eldiario.es

Katia Reimberg es de Sao Paulo (Brasil), tiene 36 años y lleva siete en España. Fue condenada a cuatro años de cárcel, y tras pasar quince meses en la prisión donostiarra de Martutene, “encerrada, sin ninguna visita porque no cuento con ningún familiar aquí”, relata,  se acogió al régimen abierto que permite a los reclusos salir de prisión durante el día y regresar para dormir. Tras seis meses así, salió de prisión, pero ahí no acaba su condena.  “Ahora mismo estoy sin papeles, porque para conseguir los documentos tengo que esperar a cumplir los cuatro años de condena”, explica. Esto dificulta su acceso laboral “soy ilegal, no existo aquí, entonces no puedo trabajar”, se lamenta.
La historia de Katia Reimberg es una de las tres que se narra en el documental ‘La mochila invisible’, un trabajo en el que se encuentra inmersa la Asociación Bidez Bide para visibilizar las dificultades a las que tiene que hacer frente este colectivo. Soraya Ronquillo, presidenta de la asociación, considera que los documentales pueden ser un instrumento pedagógico “potente” porque “hacen visibles realidades que a muchos medios masivos de comunicación no interesa”. Ronquillo se refiere “a las mujeres de origen extranjero que han tenido experiencia carcelaria  y se encuentran en una situación de desprotección y más vulnerabilidad” y no pueden mejorar sus condiciones en igualdad.
Katia rememora el tiempo que ha pasado en la cárcel, donde las diferencias ya son evidentes, “dentro se forman grupos, las gitanas, las argentinas…”, y una vez en la calle la desigualdad se traslada a otro ámbito, es como tener a toda la sociedad en contra. “Esta etiqueta social pesa bastante al salir”, se lamenta, “cuando tú has tenido una experiencia carcelaria, nadie te va a dejar que cuides de una persona”, pone como ejemplo. Katia ha encontrado en la asociación un espacio en el que colaborar y tirar hacia adelante, fuera de ahí, ve el futuro con inquietud, porque su situación administrativa le deja “al margen”.
La joven ve en este proyecto una oportunidad de visibilizar todas estas situaciones a las que se tiene que enfrentar porque considera que gran parte de la sociedad “por desconocimiento, o por falta de espacio” da la espalda a esta realidad, aunque “estamos más cerca de lo que la gente cree”. Soraya Ronquillo detalla “si para las autóctonas enfrentarse a la sociedad después de la cárcel es difícil, imagina para las extranjeras”.
El documental, en el que todas las que forman parte, desde las protagonistas, dirección, producción, realización y demás equipo técnico, son mujeres, estará terminado para septiembre. Después comenzará su distribución y exhibición para hacer la mochila invisible de estas mujeres, visible.

Ningún comentario:

Publicar un comentario