Tras dos años de duras negociaciones, 'Busto de mujer', de Picasso, protagoniza en la Academia de Arte Palestina la exposición más pequeña del mundo
ISABEL FERRER - La Haya - 25/06/2011
Nunca una exposición tan pequeña creó tanta expectación. Quizá porque nunca una obra de Pablo Picasso viajó a Palestina. El lienzo Busto de mujer, pintado por el artista en 1943, se encuentra ya en la Academia Internacional de Arte Palestina, con sede en la ciudad cisjordana de Ramala. El cuadro es el primero del pintor malagueño en ser mostrado allí, y su traslado ha costado dos años de arduas negociaciones. Desde ayer, y hasta el próximo 22 de julio, preside Picasso en Palestina, la exposición más pequeña del mundo. Será la única obra ofrecida al público a modo de metáfora de las dificultades sufridas por esa población, que alberga la sede de la Autoridad Nacional Palestina.
Busto de mujer es una pintura valorada en cinco millones de euros. Es también una de las estrellas de la colección del museo holandés Van Abbe (Eindhoven), que la ha cedido en nombre de su particular teoría sobre el papel del arte en la sociedad. O como dice Charles Esche, responsable del centro, "para que una colección europea contribuya a buscar una respuesta a las contradicciones de la realidad global en que vivimos". "Nuestro picasso vendrá cambiado de su viaje a Ramala. Y esta peripecia formará parte, para siempre, de la historia del cuadro. Es como si creáramos algo nuevo, preservando al mismo tiempo lo que teníamos", comenta.
Khaled Hourani, director artístico de la Academia Internacional de Arte Palestina, ha añadido aún otro acento al insólito viaje picassiano: "Intentamos arrojar luz sobre la realidad contemporánea de Palestina y darle a este proyecto el poder de lo imposible. Picasso en Palestina habla del valor del arte y también de relaciones humanas".
La idea de la muestra arrancó en 2009, cuando los alumnos de la Academia palestina escogieron el lienzo de pintor español para colgarlo en el centro. No solo señalaron a uno de los grandes nombres del arte moderno. Relatar los problemas de la mudanza -entre permisos de aduanas y seguridad- serviría para discutir el efecto del conflicto de Oriente Medio en el arte mismo surgido en la zona. Según los responsables del museo Van Abbe, durante el periodo de creación de Busto de mujer, en plena guerra mundial y poco después de la guerra civil española, "Picasso dejó claro su rechazo al conflicto bélico". Verlo en Ramala, por tanto, "ayuda a pensar en otras luchas ocurridas en otros lugares y momentos históricos". Para que la exposición cierre el círculo de compromiso artístico y social que ha dibujado, incluye un programa de conferencias que abordarán las repercusiones del intercambio artístico entre instituciones europeas y de Oriente Medio.
Pero tal vez la parte más emotiva de la expedición del cuadro sea su reflejo en el documental dirigido por el cineasta palestino Rashid Masharawi. Hijo de refugiados y nacido en Gaza, en El viaje de Picasso cuenta los detalles de dos años de negociaciones para embarcar la tela en un vuelo entre Ámsterdam y Tel Aviv. También sigue su paso por innumerables controles, y la escolta de agentes de seguridad israelíes que velaron el recorrido hasta Ramala. "Es un momento histórico para nosotros. Es muy importante poder darle al público una obra de este calibre", asegura Tina Sherwell, directora de la Academia Internacional de Arte Palestina. En el museo Van Abbe comparten su opinión. Esche anuncia: "Estamos ampliando las posibilidades de nuestra colección [que suma también varias piezas de Kandinsky] con gestos así".
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