martes, 26 de xullo de 2011

En venta: Mariana, 15 años


MÓNICA CEBERIO 25/06/2011
Ensayo. Mariana tenía 15 años cuando la compraron. Era morena, menuda y tenía una larga melena negra. Pagaron por ella dos millones de leis rumanos. Apenas 100 euros en aquella época, en 1999. Sus dueños tenían un prostíbulo-restaurante junto a un aparcamiento muy frecuentado por camioneros en Campulung (Rumanía) donde la menor era obligada a hacer todo lo que los clientes le pedían. Cuando la policía la liberó, junto a dos menores más, llamaron a Iana Matei, una mujer que había abierto un albergue para niños de la calle, para ver si podía ocuparse de ellas. Fue la primera víctima de trata que atendió. Desde entonces, más de cuatrocientas mujeres han pasado por la casa de Matei, psicóloga y autora de En venta: Mariana, 15 años, una visión en primera persona de los estragos de la explotación sexual, de los prejuicios que aún mantienen los que supuestamente luchan contra ella (jueces, fiscales, policías...), y del fracaso estrepitoso que supone el escaso número de traficantes que han sido condenados durante los últimos años a pesar de las numerosas operaciones policiales llevadas a cabo contra las redes de tráfico de personas. Matei, que distingue de forma clara entre trata y prostitución voluntaria, se centra en las víctimas de su país, que se ha convertido en el principal proveedor de mujeres traficadas en Europa. Cuestiona la visión de los medios de comunicación, a quienes acusa de lacrimógenos, de hablar solo de las atrocidades que sufren las víctimas y de olvidarse de los traficantes; y pide que se revisen las leyes y las prácticas policiales y judiciales para que estos delitos dejen de quedar impunes. Entre las decenas de casos que rememora habla de Aurelia, una rumana de 22 años a cuyo hijo secuestraron para doblegar su voluntad y explotarla en un burdel en Dinamarca. El traficante fue condenado. Pero la pena, como en tantos otros casos, fue irrisoria: un año y medio de cárcel por convertirla en esclava sexual.

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