luns, 17 de setembro de 2012

Hungría detiene a un antiguo alto cargo comunista por la represión de 1956


Es la primera vez que se inicia un proceso contra un dirigente implicado en la matanza de civiles tras el levantamiento
La Fiscalía húngara ha detenido hoy a un antiguo dirigente del Partido Comunista por su participación en la represión sangrienta del levantamiento antisoviético de 1956. Es la primera vez que se inicia un proceso contra alguno de los líderes húngaros, sumisos a Moscú, involucrados en las represalias que hubo tras la invasión soviética que aplastó la revuelta.
Bela Biszku, de 90 años, fue detenido como sospechoso de crímenes de guerra al haber supervisado directamente el Consejo Militar que ordenó disparar a los civiles durante las protestas en Budapest y en la ciudad de Salgotarjan, al este del país, en noviembre y diciembre de 1956.
Un alto número de civiles fue asesinado en el aplastamiento de la revuelta, cuyo principal impulsor, Imre Nagy, entonces primer ministro, fue ejecutado por traición al establecer un Gobierno que desafiaba la autoridad de Moscú.
La fiscalía ha dicho que las fuerzas armadas húngaras y soviéticas mataron a tiros a 46 personas en Salgotarjan. "La fiscalía ha detenido e interrogado hoy a Bela Biszku, uno de los principales organizadores y uno de los responsables de las represalias que siguieron a la revolución y el levantamiento de 1956", ha declarado en rueda de prensa el fiscal jefe de Budapest, Tibor Ibolya, quien ha agregado que Biszku ha negado la acusación. 
El caso de Biszku salió a la luz en 2010, cuando se difundió un documental sobre su papel en la represión. Biszku fue nombrado ministro del Interior por el Gobierno de Janos Kadar, establecido una vez aplastado el levantamiento. La fiscalía ha solicitado que sea puesto bajo arresto domiciliario.

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