Es la primera vez que se inicia un proceso contra un
dirigente implicado en la matanza de civiles tras el levantamiento
REUTERS
Budapest 10 SEP 2012 - 16:51 CET
La Fiscalía húngara ha detenido hoy a un antiguo dirigente del Partido
Comunista por su participación en la represión sangrienta del levantamiento
antisoviético de 1956. Es la primera vez que se inicia un proceso contra alguno
de los líderes húngaros, sumisos a Moscú, involucrados en las represalias que
hubo tras la invasión soviética que aplastó la revuelta.
Bela Biszku, de 90 años, fue detenido como sospechoso de crímenes de guerra
al haber supervisado directamente el Consejo Militar que ordenó disparar a los
civiles durante las protestas en Budapest y en la ciudad de Salgotarjan, al
este del país, en noviembre y diciembre de 1956.
Un alto número de civiles fue asesinado en el aplastamiento de la revuelta,
cuyo principal impulsor, Imre Nagy, entonces primer ministro, fue ejecutado por
traición al establecer un Gobierno que desafiaba la autoridad de Moscú.
La fiscalía ha dicho que las fuerzas armadas húngaras y soviéticas mataron
a tiros a 46 personas en Salgotarjan. "La fiscalía ha detenido e
interrogado hoy a Bela Biszku, uno de los principales organizadores y uno de
los responsables de las represalias que siguieron a la revolución y el
levantamiento de 1956", ha declarado en rueda de prensa el fiscal jefe de
Budapest, Tibor Ibolya, quien ha agregado que Biszku ha negado la
acusación.
El caso de Biszku salió a la luz en 2010, cuando se
difundió un documental sobre su papel en la represión. Biszku fue nombrado
ministro del Interior por el Gobierno de Janos Kadar, establecido una vez
aplastado el levantamiento. La fiscalía ha solicitado que sea puesto bajo
arresto domiciliario.
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