El Museo Nacional de los Medios del Reino Unido
digitaliza el metraje encontrado entre sus fondos, grabado por el londinense
Edward Turner
El relato de la historia del cine contaba que en 1906 se patentó el sistema
Kinemacolor para producir películas en color, y que el primer ejemplo de la
técnica se mostró en 1909. Pero eso era hasta ahora. El Museo Nacional de los Medios del
Reino Unido, en Bradford, ha hallado entre sus archivos un ejemplo
previo, que han fechado en 1901 o 1902.
El filme, realizado por el fotógrafo e inventor londinense Edward Raymond
Turner, y que muestra imágenes de unos niños -posiblemente sus hijos- con unos
girasoles y un pez de colores, un loro rojo y un grupo de soldados desfilando
por las calles de Londres, se ha digitalizado para recuperar el color original
de la cinta. “Creemos que esto va a rescribir la historia del cine”, señaló el
jefe de colecciones del museo, Paul Goodman. “No creo que sea una exageración.
Estas son las primeras imágenes en movimiento en color del mundo”.
Aunque ya se sabía que Turner patentó su método en 1899, que consistía en
grabar sucesivamente los fotogramas usando filtros rojos, verdes y azules para
después proyectarlos superpuestos, siempre se había dado por hecho que el
invento resultó ser un fracaso. El creador, a quien había financiado un tal
Frederick Lee, del que poco más se sabe, nunca pudo probarlo ni desmentirlo,
dado que murió de un infarto en 1903, a los 29 años.
Los archivos llegaron a Bradford provenientes de Londres hace tres años. El
museo de Ciencias de la capital británica había adquirido en 1937 la colección
del estadounidense Charles Urban, un pionero del cine asentado en Londres
que financió el método Kinemacolor. Entre su legado se encontraban dos rollos
de película realizados por Turner, de los que se conservaban en buen estado
tanto los negativos como los positivos.
Al encontrar el material, Michael Harvey, el comisario de cinematografía
del museo, contactó a dos expertos del Archivo Nacional del Instituto cinematográfico británico para
evaluar la posibilidad de convertir el material con el que contaban en película
en color. Tanto los positivos como los negativos del filme de Turner se habían
producido en un formato único de 38 milímetros con dos perforaciones redondas
entre cada fotograma, que no se podía ver en un proyector moderno. El grupo de
expertos copió cada uno de los fotogramas en una película de 35 milímetros y
después recompusieron digitalmente la versión en color.
“La imagen del pez era asombrosa, los colores eran tan vivos y sutiles”,
exclamó Harvey. “Y había un loro con un brillante plumaje de colores, una breve
imagen de soldados desfilando y, lo que es más interesante, unos niños vestidos
con sus mejores galas eduardianas”. Entonces, asegura, “me di cuenta de que
teníamos un importante hallazgo en nuestras manos”.
Para poner fecha al filme, que se mostró ayer por primera
vez al público en el museo de Bradford, los expertos se basaron en las
circunstancias que rodeaban a la grabación. Por ejemplo, sabían que la cámara
que se utilizó era de 1901, y conocen las fechas de nacimiento de los hijos de
Turner, así como la de su muerte, en 1903. “Este maravilloso redescubrimiento
subraya el potencial aún sin explotar de la colección del museo”, concluye
Goodman, “y las películas de Lee y Turner pueden ocupar ahora el lugar que
merecen”.
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