El 22 de noviembre llega a Gran Canaria el archivo de la última presidencia
del gobierno de la II República
PASCUAL SERRANO Las Palmas de Gran Canaria 14/11/2013
Este domingo
17 de noviembre está previsto que salga del puerto francés de Le Havre una
parte de la historia de España que seguía en el exilio. Se trata del
archivo más importante de los últimos años del gobierno republicano, el del
último presidente del gobierno de la II República Española, el canario Juan
Negrín. Llegará al puerto de La Luz en Las Palmas de Gran Canaria el 22 de
noviembre. Han hecho falta 14 años de gestiones para que este viaje se haga
realidad. Una paradoja es que los archivos se entregarán a su destinatario el
29 de noviembre en un acto que se celebrará en un muelle denominado con el
nombre del dictador Primo de Rivera.
El
historiador grancanario Sergio Millares, asesor histórico de la Fundación Juan
Negrín, es uno de los protagonistas de esta historia: "Yo veo los archivos
en 1999. Todo empieza cuando la Fundación Negrín me llama y proponen irme a
Niza un año a ver el archivo de Negrín por primera vez, inventariarlo,
escanearlo... Yo tenía mi familia y todo aquí en Las Palmas, pero se trataba de
una oportunidad excepcional".
El archivo
se lo lleva Juan Negrín hacia Valencia, después a Barcelona y finalmente con la
caída de la II República, a Francia. Ante la inminencia de la ocupación nazi,
el presidente de la República Española sale de Francia pero antes esconde
celosamente la documentación consciente de que había mucha información de
personas que el régimen de Hitler podría facilitar a Franco. Negrín vuelve a
Francia en 1947, se reencuentra con su archivo y lo mantiene bajo su custodia
hasta su muerte en 1956. Determinadas circunstancias llevan parte del archivo
al sur de Francia, donde tenía su residencia su hijo, también médico, Juan
Negrín. Lo siguiente nos lo cuenta Millares: "Pepe Medina y Eligio
Hernández [ex fiscal general del Estado con el gobierno de Felipe González],
que era el abogado que le llevaba cosas de la herencia a este hijo, le
convencen para que vaya a ver la documentación en nombre de la Fundación Negrín.
Me iba enseñando esos documentos de la etapa de su padre como presidente del
gobierno. Fue un momento de gran emoción. Llamo a Pepe Medina, presidente de la
Fundación, y le digo 'acabo de tocar los documentos'".
Tras la
muerte del hijo de Negrín, es su sobrina y nieta del presidente, Carmen Negrín,
quien se hace cargo de toda la documentación. La Fundación Juan Negrín
retoma las conversaciones y finalmente, en 2006, llegan al acuerdo de que todo
el legado vaya a Las Palmas, se trata de un total de cerca de 200.000
documentos: "Ha sido una batalla para que viniese a Las Palmas, el
archivo ha tenido mucho novios: varias universidades de Francia, el historiador
Gabriel Jackson también le quiso buscar un destino en los Estados Unidos, el
archivo de Salamanca, la Fundación Pablo Iglesias, etc... Pero los que
más hemos insistido hemos sido nosotros. Puede parecer extraño que venga
aquí, tan lejos de Madrid. Pero nosotros queremos que esta ciudad se convierta
en un centro de documentación de historia contemporánea, ¿por qué debería estar
en Madrid o en otro sitio si Negrín era de Las Palmas?"
Uno de los
asuntos más controvertidos con los que ha cargado la memoria de Negrín ha sido
el destino del oro que la República envió a Moscú. Sergio Millares es
contundente: "El historiador Ángel Viñas ya demostró que la cuestión del
oro estaba clara. La familia y un ex ministro republicano, Mariano Ansó, por
indicación del propio Negrín, entregaron al consulado franquista de España en
París una documentación que se archivó en el Banco de España y que lo aclara.
Viñas la vio y lo explica en su libro El oro de Moscú (Grijalbo,
1979), está demostrado que todo el dinero se gastó en armas para defender
la República, el papel de los rusos fue de mero intermediario para pagar según
las órdenes que le daba el gobierno republicano. Lo que sí hay en la
documentación que vamos a traer es un libro interesante de entrada y salida de
dinero, de contabilidad, que habría que analizar con detalle".
Según
parece, lo que más destaca del archivo es la entrada y salida de documentos de
presidencia del gobierno. Ahí se encuentran, entre muchas cosas más, peticiones
de indulto o de clemencia que pueden ser de gran interés. El procedimiento era
que a Negrín le llegan esas peticiones, él escribe sus anotaciones al margen y
lo deriva al secretario quien lo pasa a limpio y lo cursa.
Millares nos
adelanta alguna de la información desconocida que se encuentra en el archivo:
"En estos documentos es muy importante observar la posición de Negrín
sobre la represión en la parte republicana, eso es muy interesante. Por
ejemplo su reacción ante la noticia del fusilamiento de determinados
derechistas en Barcelona. Desde Marsella le escribe un paisano canario, Rafael
Guerra del Río, del Partido Radical, de Lerroux. Negrín escribe de su puño y
letra una interrogación y se observa el lío que se montó por el intento de
Negrín de buscar responsabilidades. Eso nos sirve para apreciar hasta qué punto
los hechos represivos que pudieran apreciarse contra la derecha sucedían de
forma autónoma al poder institucional republicano. Negrín tenía un sentido de
la justicia tremendo, de ahí su obsesión por seguir los procedimientos formales
y legales".
Otra
información muy valiosa es el borrador sobre sus memorias en el que estaba
trabajando. Negrín está cansado de todas las acusaciones que circulan sobre él:
si robo el oro, si estaba al servicio de la Unión Soviética, si era un enviado
de Stalin, si era el responsable de la muerte de Andreu Nin, etc... Por ello a
principios de los años cincuenta se decide a escribir sus memorias. Una parte
de esas memorias que destaca Millares es sobre la muerte de Nin donde Negrín
cuenta su enfrentamiento con el agente soviético Alexander Orlov, quien poco
después huiría a Estados Unidos para evitar la purga estalinista que terminó
con muchos de los rusos que estuvieron durante la Guerra Civil en España, como
el corresponsal de Pravda, Mijaíl Koltsov. "Orlov fue quien dirigió el
operativo para asesinar a Andreu Nin, eso ya es conocido. En un monento
determinado Negrín pregunta a los soviéticos qué ha pasado con Nin, aparece
Orlov por el despacho e intenta convencerle de que Nin era un fascista aliado
de Franco, un traidor en las filas republicanas le dice. Y le enseña unas
supuestas pruebas: un escudo de la Falange que dicen que tenía, documentos
etc... Le cuentan que efectivamente apresaron a Nin pero que lo
rescataron unos falangistas y se fugó. Negrín le escucha respetuosamente y
a continuación le dice: '... de vez en cuando he leído novelas detectivescas y
la prueba que usted me somete es demasiado contundente para que me parezca
verosímil'. Orlov se levanta airado diciendo que estaba insultando a la Unión
Soviética, entonces Negrín le dice que salga de su despacho porque está
hablando con el presidente del gobierno. Al poco tiempo viene el representante
diplomático soviético, Sergei Marchenko, a pedir perdón a Negrín por ese
incidente. Todo esto está en el archivo, de puño y letra de Negrín".
El polémico
Diccionario Biográfico de la Real Academia de la Historia (RAH) presenta a el
presidente Juan Negrín como "prácticamente dictatorial", lo
que despierta en Sergio Millares una dura respuesta: "Mi opinión es que la
Academia de la Historia es un cementerio de elefantes que hay que cerrar. Eso
no sirve para nada. Le han dado protagonismo a la Fundación Francisco Franco y
a historiadores que podemos calificar suavemente de revisionistas, por no decir
franquistas o postfranquistas. Es una cosa vergonzosa, luego intentaron
rectificar y le pidieron creo que a Ángel Viñas un texto más ecuánime, pero,
claro, lo publicado es vergonzoso".
En opinión
de Millares, "Negrín es la figura más vilipendiada de la República, con el
agravante de que no tiene ni ha tenido tropa que le apoye de los infundios,
tiene partidarios, pero de forma transversal en varios partidos y grupos".
Las acusaciones se vieron agudizadas por el asunto del Vita: "En un
momento determinado Negrín manda un barco a México, el Vita, con mucho dinero y
riquezas para cubrir los gastos de los republicanos. Pero el enviado de Negrín
llega un día tarde al puerto de Veracruz y, cuando llega el barco, los
mexicanos al ver el contenido llaman a Indalecio Prieto, quien ve todo aquello
y asume la responsabilidad de ese dinero que financió al exilio republicano en
México y en Francia, el problema es que Indalecio lo distribuyó con criterios
partidistas según los solicitantes fueran defensores o detractores de
Negrín. Aquello debilitó y desautorizó mucho a Negrín, a quien le
negaron su legitimidad de ser el presidente del gobierno en el exilio, eso
está todo en la documentación. El negrinismo va disolviéndose, aunque tiene
partidarios muy sólidos en el PSOE, pero la labor de zapa de Indalecio Prieto
es brutal, por eso lo expulsan del PSOE".
Los
acontecimientos que siguieron a la guerra civil española también sirvieron para
valorar en su justa medida la política de Negrín al frente del gobierno
español: "Cuando los aliados vencen descubren que tienen muchos resabios
contra él alimentados por Indalecio Prieto. La Segunda Guerra Mundial demostró
que la estrategia de unidad con la Unión Soviética que apoyó Negrín era la
adecuada para combatir al fascismo. Esa idea se la criticaron los aliados
en los años 38, 39 y 40, sobre todo cuando Stalin firma el pacto de no agresión
con Hitler. Pero en 1944 se vio que tenía razón Negrín. Si él hubiese estado en
las conversaciones con los aliados tras el fin de la Guerra Mundial hubiera
sido muy diferente. Negrín tenía mucha relación con los americanos, se carteaba
con la mujer del presidente, Eleanor Roosevelt, con De Gaulle, con Attle
[primer ministro del Reino Unido], etc. Era la persona ideal para presionar y
para que se reconociera al exilio español como interlocutor ante las
instituciones internacionales en el momento peor del franquismo, en el
44-45".
La pregunta
que surge es inevitable. ¿Con Negrín se podía haber conseguido el apoyo
internacional de los aliados tras las Segunda Guerra Mundial para derrocar a
Franco? "Con Negrín hubiera habido más posibilidades, si con Giral [José
Giral, el sucesor de Negrín en la presidencia del gobierno de la República en
el exilio, desde 1945 a1947] la posibilidad era de un 0,1 %, con Negrin a
lo mejor hubiera sido del 10 %. Negrín se hubiera movido mejor en el mundo
internacional, se manejaba como pez en el agua".
La Fundación
Negrín ya cuenta con un equipo que ha empezado a catalogar la documentación.
Millares explica que "el archivo estará al servicio de la investigación,
cualquiera que lo desee se puede poner en contacto con la Fundación Negrín y
acceder a ella en un futuro. Queremos que la Fundación Juan Negrín sea un
centro de estudios contemporáneos, básicamente centrado en la figura de Negrin,
pero no solamente. La idea es abarcar un amplio abanico que es el tiempo de
Negrín. No debemos olvidar la faceta científica del doctor Negrín. Como médico
fisiólogo es el eslabón entre la escuela de Ramón y Cajal y la de Severo Ochoa,
dos premios Nobel. Ramón y Cajal lo adopta y él trae a Severo Ochoa, Severo
Ochoa es impensable sin Negrín".
El
siguiente obstáculo al que se enfrentan en la Fundación Negrín es la necesidad
de fondos para gestionar ese gran archivo, detrás de esta institución solo hay
personas individuales que admiran el patrimonio de Negrín y quieren defenderlo
y difundirlo, entre los que se encuentran los ya citados José Medina y Eligio
Hernández, y el secretario, Antonio Aguado, que está desde el comienzo.
"Debemos buscar ayudas en el cabildo y otras instituciones canarias,
esperamos que el gobierno central también sea sensible a la memoria de Negrín,
el de Zapatero lo fue. Hemos logrado que la figura de Negrín sea aceptada y
reconocida en la sociedad a pesar de todo lo que se la ha atacado,
especialmente en el franquismo. Hay un hospital, el mas grande de las islas,
que se llama Hospital Doctor Negrín, hay exposiciones, todos los grupos
políticos están defendiendo su figura, toda la sociedad. A pesar de la mala
situación económica nosotros hemos podido traer la documentación a Las Palmas,
eso representa un gran paso".
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