EL PAÍS - Santiago - 02/01/2012
Casi
una cuarta parte de las 49 fosas con víctimas de la Guerra Civil localizadas en
Galicia -un total de 12- aún no han sido abiertas, 36 años después de la muerte
del dictador Francisco Franco, aunque las familias y las diferentes
asociaciones destacan el avance en la recuperación de los restos y la
dignificación que ha supuesto la Ley de Memoria Histórica.
Las
fosas no intervenidas, con víctimas de fusilamientos, están en Valdoviño (A
Coruña); en las localidades lucenses de Seoane do Caurel, Remeite, Candedo,
Guitiriz y O Incio; en Campobecerros, Pentes, Soulecín (Ourense), y en las
localidades pontevedresas de Filgueiras, O Porriño y San Andrés de Xeve. Otras
19 han sido totalmente exhumadas y la intervención ha permitido recuperar los
restos de un total de 100 víctimas.
En otros cuatro casos los huesos han
sido exhumados parcialmente, mientras que los cadáveres de 12 fosas fueron en
su momento trasladadas al Valle de los Caídos. También se dan por desaparecidas
dos fosas constatadas en Baralla (Lugo) y Tameiga (Ourense)Por comunidades,
Galicia se sitúa en un puesto intermedio de la tabla en relación al número de
fosas localizadas. Tras cada una de ellas hay una historia, pero en la mayoría
de los casos tienen en común que las víctimas lo son de fusilamientos
realizados en los primeros años de la Guerra Civil y que los asesinados son,
casi siempre, hombres. Una de las pocas excepciones se da en una fosa de As
Pontes, donde se entregaron a las familias los restos de tres hombres y una
mujer.
En las 19 que han sido exhumadas en
su totalidad se han localizado un centenar de víctimas, el mayor número en la
situada junto al atrio de la iglesia de Santa Mariña de Xinzo, en Ponteareas,
con 17 personas. La de O Acevo, en Fonsagrada tenía 13, y la del cementerio de
Tenorio, en Cotobade, 11.
En el caso de los restos de Xinzo,
entre los que podrían encontrarse restos de personas inhumadas con anterioridad
en el cementerio parroquial, por decisión de los familiares desaparecidos,
fueron depositados en un nicho conjunto en el cementerio de Pereiro. Por su
parte, las víctimas de Fonsagrada fueron trasladadas al cementerio de esta
localidad.
Fernando Souto, presidente de la
Comisión pola Recuperación da Memoria Histórica da Coruña, expresó a Europa
Press su temor de que la difícil situación económica pueda "servir de
excusa" al nuevo Gobierno para "privar de todo tipo de
subvenciones" a los colectivos que trabajan en la recuperación de la
memoria histórica.
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