Londres consigue los primeros mapas interactivos de la vida social en el
pasado
CONXA RODRÍGUEZ LONDRES 26/12/2011
La ciudad de
Londres es la primera que dispone de mapas interactivos para conocer la vida
social del pasado, tan lejano como 1746. Ese año, el cartógrafo y emigrante
francés John Rocque (1709-1762) dibujó el primer mapa detallado de la
metrópolis en la que se refugió huyendo de las persecuciones religiosas en
Francia. Y sobre ese esmerado y minucioso mapa, tres universidades inglesas han
aplicado una gran cantidad de datos de historia local y social que llevan a una
calle o a un barrio el número de crímenes cometidos y castigados, las
profesiones de los vecinos, la distribución de la riqueza o los impuestos que
pagaban, la mortalidad y las plagas de enfermedades o la propiedad y el consumo
de los habitantes de un determinado núcleo urbano. El registro y conservación
de documentación en archivos de todo tipo ha permitido que el equipo de tres
universidades (Sheffield, Londres y Hertford-shire) accediera a los legajos de
juzgados, hacienda, registros civiles de nacimientos, matrimonios y
defunciones, iglesias, censos de población, hospitales, policía o ayuntamientos
e incluso a fuentes de información arqueológica para recrear la vida social en
el siglo XVIII en Londres, por aquel entonces la mayor urbe de Europa y la que
crecía más deprisa.
El profesor
Robert Shoemaker, uno de los tres directores del proyecto, reconoce que
"otras ciudades tienen mapas digitalizados, pero no disponen de la misma
riqueza documental y los mapas no pueden ser tan exhaustivos como los de
Londres; esto es una combinación de elaboradas bases de datos, el mapa de John
Rocque y la metodología que proveen gratis los mapas de Google". Las bases
de datos han tardado más de diez años en acumularse y el equipo universitario
ha estado ocho meses ejecutando el proyecto. El resultado: www.locatinglondon.org
"El
sistema que hemos elaborado lo pueden aplicar cualquier otra ciudad a cualquier
época de la historia. La financiación del proyecto obtuvo dinero público
(102.000 euros)", cuenta Shoemaker, de la Universidad de Sheffield,
añadiendo que lo que no pueden proveer "es la base de datos de otras
ciudades". Del conocimiento de lo general, como la cantidad de crímenes
acontecidos o el número de médicos y curanderos que residía en un determinado
barrio, se puede ir a lo más concreto y especifico, como los crímenes de
sodomía (castigable con pena de muerte en el siglo XVIII) o las enfermedades
que sufrían los londinenses.
El barrio
más peligroso de Londres en el siglo XVIII era lo que corresponde hoy a la zona
de Covent Garden, entonces habitada por gente de dinero. "Allí, los
hombres paseaban llevando espadas en ristre y tenían tendencia a enzarzarse en
violentas peleaspor cuestiones de honor, eran aristócratas con ganas de
pelea", explica el profesor. La parte pobre de la ciudad en el siglo XVIII
era, como hoy, la zona este de la capital. Shoemaker aduce que "en esta
zona hay menos crímenes registrados, pero quizás se cometían más de los que se
denunciaban; la Policía era muy débil".
Durante
seis días del mes de junio de 1780, Londres conoció una oleada de disturbios
callejeros (Gordon Riots) que pueden localizarse en los mapas interactivos.
Hasta el verano pasado no se habían producido motines de tal envergadura.
Aquella fue una protesta anticatólica que llevó a miles de personas a atacar
capillas y viviendas de jueces y adinerados católicos. La abolición de las
leyes que imponían multas y gravámenes a los católicos fue la chispa que
encendió la protesta. "El comportamientos de los amotinados en 1780 fue
distinto al de los del 2011. Los primeros sacaban muebles y enseres de las
propiedades de católicos o de las instituciones representantes de la autoridad
y los quemaban disciplinadamente en la calle. Los disturbios del verano pasado
iban al saqueo de tiendas", distingue Shoemaker.
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