Una película cuestiona la leyenda del mariscal que se
enfrentó al régimen nazi
El filme fue retransmitido en el horario estelar de la primera
cadena de televisión pública alemana
Durante 68 años, Erwin Rommel, el legendario mariscal de campo del Ejército
de Hitler, gozó del raro honor de ser el máximo representante de una reducida
casta de altos oficiales de la Wehrmacht que nunca se manchó las manos con
sangre de inocentes y que proyectó una imagen de guerrero elegante, un genio de
la estrategia militar y, por último, la de una víctima de la dictadura nazi,
que pagó con su vida la osadía de hacerle ver al Führer, tras la invasión de
los aliados, que la guerra estaba perdida. Otra imagen del mariscal, bastante
distinta y bastante más oscura, ofrece la película Rommel, que se acaba
de proyectar en la primera cadena de televisión pública, ARD, y que ha desatado
nuevas polémicas sobre el general.
¿Cuando nació la leyenda de Rommel, el famoso zorro del desierto?
¿Fue Winston Churchill quien lo convirtió en héroe de la resistencia contra
Hitler cuando dijo que el mariscal había participado en el intento de asesinato
de Hitler? "Lo pagó con su vida", sentenció el legendario político
inglés.
La leyenda de una Wehrmacht ajena al genocidio y la imagen gloriosa de un
general que arriesgaba la vida al lado de sus soldados en la inmensidad del desierto
que supuestamente encarnó Rommel fue inmortalizada por Hollywood, que convirtió
al mariscal en un icono mundial, gracias a la actuación de James Mason en la
película Rommel, el zorro del desierto, dirigida por Henri Hathaway en
1952.
Erwin Rommel, es cierto, fue el general más famoso de Alemania y el único
oficial del Ejército de Hitler que tuvo el honor de ser un militar
admirado y respetado en todo el planeta y que, gracias a sus
habilidades de estratega, su valor personal y una ambivalente posición con
respecto al régimen nazi, terminó convirtiéndose en un mito del capítulo más
oscuro de la historia reciente de Alemania. No en vano, más de una docena de
calles llevan su nombre y dos cuarteles del nuevo ejército germano lucen con
orgullo a Rommel en sus emblemas.
Todo esto cambió con la proyección del filme producido por Nico Hoffman y
que fue difundido en la noche del jueves en el horario estelar de ARD. Rommel
muestra al famoso militar como un hombre débil, desgarrado por su lealtad a
Hitler y consciente de que, al mismo tiempo, estaba sacrificando la vida de sus
soldados para servir a un demonio que había perdido todo el contacto con la
realidad que vivía su país y su ejército.
La puesta en escena del drama enfureció al hijo de Rommel y a la nieta del
mariscal, que denunciaron que la cinta minimiza el papel del mariscal en la
resistencia contra Hitler. La proyección de la película se convirtió en un evento
político nacional después de que el semanario Der Spiegel dedicara la
portada de su último número al famoso mariscal bajo un título sugerente y
provocativo: "El Mariscal de Campo del diablo. Ayudante de Hitler, víctima
de Hitler".
"La fama de Erwin Rommel eclipsó, incluso cuando vivía, a todos los
demás oficiales de la Wehrmacht. Después de su suicidio, el Zorro del
desierto se convirtió en un mártir. Ahora la ARD muestra una imagen
realista de un hombre repleto de contradicciones", señala la revista, que
no tiene problemas en calificar al mariscal como un producto de la fuerza de la
maldad.
Erwin Rommel tenía 26 años cuando recibió la orden Pour le Mérite, la
máxima condecoración que otorgaba el ejército del Kaiser. Su fama comenzó a
gestarse en 1940, cuando, al mando de la Séptima División Panzer, hizo añicos
la famosa Línea Maginot y logró que sus tanques fueron los primeros en alcanzar
el Canal de La mancha.
El general se convirtió en leyenda y en héroe del régimen en 1941 cuando fue enviado a
África como Comandante del Deutsches Afrika Korps. Rommel se
convirtió en un mito y también en un mártir cuando fue obligado a suicidarse.
Aunque nunca participó en el complot destinado a asesinar a Hitler -su vocación
de soldado se lo impedía-, su nombre fue mencionado en varias confesiones
arrancadas con la tortura.
"Lo amé y sigo amándolo y soy inocente de cualquier intento de
asesinato. Serví a mi patria lo mejor que pude y siempre volvería a hacer lo
mismo", le dijo Rommel a los dos generales que le visitaron en su casa
para ofrecerle una cápsula de cianuro. Al abandonar su casa para
consumar el suicidio, se despidió de su esposa y le dijo: "En quince
minutos estaré muerto".
La cinta Rommel fue vista por 6,32 millones de
personas (18,8% de audiencia), un éxito que solo es superado por las emisiones
de los partidos de la selección de fútbol alemana. La difusión de la cinta,
aparte de cuestionar la leyenda del mariscal, también dejó al desnudo que tanto
Rommel, como los héroes militares que intentaron acabar con la vida del
dictador, el 20 de abril de 1944, habían arriesgado sus vidas como soldados
para defender un régimen asesino.
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