Extractos de las cartas enviadas por los republicanos
españoles solicitando asilo en México
EL PAÍS
México 18 NOV 2012 - 22:14 CET
"Es muy triste tener que esconderse como si uno fuera una mala persona
y el único delito que tengo es haber defendido a la República española”,
escribe desde París un exiliado en una carta dirigida el 4 de abril de 1939 a
la Embajada de México solicitando asilo en este país. Como miles de
compatriotas, la inmensa mayoría internados en campos de concentración del sur
de Francia, los refugiados exponen en ellas el drama de la derrota, las
precarias condiciones de vida en la que se encuentran, la pérdida de familiares
y bienes y la imposibilidad de volver a la España de Franco donde solo les
espera el cadalso. Gente de todos los oficios y profesiones, que relatan su
desgracia, desde quienes no tienen “más tinta que para escribir el sobre” hasta
el muchacho de 14 años que quiere emigrar “para ser un hombre y no un golfo”. Unos testimonios
prácticamente inéditos a los que ha tenido acceso EL PAÍS y de los
que hoy publica la segunda entrega.
» Carlos Sala Franqueza, 48 años, Alicante (Champs du
Bigné). “Sr. Embajador: Mil perdones por escribirle con lápiz
(...) No tenemos tinta más que para escribir el sobre, debido a que no
disponemos de moneda francesa y la española no la quieren (...) Dentro de la
desgracia, si es que esto lo es, he forjado una ilusión: poder ir a Méjico para
ensayar el cultivo del arroz (...) Soy hijo de Pego, donde se cultiva el arroz
bomba de tanta fama en España (…)”. (Ver página 1 de
la carta | Página 2
| Página 3
| Página 4)
» Miguel Samitier Rodríguez, Campo 13 (Depósito de
Intendencia de Saint Cyprien). “No quiero cansarle con mi
narración, porque vd. sabrá positivamente qué son estos campos de
Concentración. Privados de la libertad. Aquí estoy, sr. Cónsul, esperando el
día feliz, que un país quiera recogerme. Mientras tanto espero esa gran
felicidad, yo, sinceramente y sonrojándoseme la cara, le pido me envíe algún
dinero para poder vestirme”. (Ver página 1 de
la carta | Página 2)
» Francisco Seut Vidal, 57 años (Hospital de Greqier, Cotes
du Nord). “Sin pensamiento de bolber a mi patria por allar
e enbadida por el fascismo ya que alli nos espera la orca
o el precidio, pido que semire aber si se me puede dar modo de
vida en este pais o trasladarme para Mejico o Rusia ya que en
dicho refugio me allo solo sin familia ninguna ya que no tengo la suerte
de encontrar a mis 2 hijos que (...) se allan en algun campo de concentracion
o refugio de Francia (sic)”. (Ver página 1 de
la carta | Ver página 2)
» Conrado Álvarez, 14 años. “Muy
señor mío: me perdonarás en que metome hesta poca de libertá, en
pedirle un pasaporte para Méjico. Pues me encuentro solo y le agradecería
mucho. Soy agustador en mecánica tengo 14 años. Pues uste vera, quiero
ser un hombre i noser el dia de mañana un golfo. Perdoneme y agame
este pequeño fabor (sic).” (Ver la carta)
MÁS INFORMACIÓN
» Victoriano Allende Simón. “Me
encuentro en este campamento en condiciones de vida verdaderamente inhumanas,
durmiendo en la arena al aire libre, sin cama ni techo alguno, como miles de
españoles que nos hemos jugado la vida defendiendo la democracia del mundo en
nuestro país y deseo salir cuanto antes para la gran nación mejicana”. (Ver la carta)
» Emilio Ruiz. “El campo de concentración,
tal como lo han concebido y realizado los franceses, nos inspira poca
confianza, por temer que Francia termine por entregar a Franco a los
combatientes de la República (...) Elevamos a usted nuestra angustiada
súplica”. (Ver página 1 de
la carta | Página 2
| Página 3)
» Francisco Ramón Olivar. “Soy un
pobre literato, sin otra arma que su pluma y otro ideal que el de expandir la
cultura a las mentes de sus hermanos”. (Ver página 1 de
la carta | Página 2
| Página 3
| Página 4)
» Laudelino Moreno, director general de Comercio en el
primer bienio de la República. “Haber sido educado en un hogar
laico y republicano, manteniéndose toda la vida, con palabras y actos, fiel a
los ideales de Justicia social y de Libertad; no he servido ni serviré jamás a
un régimen basado en otros principios: haber estado emigrado de España los tres
últimos años de la Dictadura de Primo de Rivera y durante la de Berenguer tener
nueve procesos por delitos contra el régimen monárquico, dos por la ley de
Jurisdicciones”. (Ver página 1 de
la carta | Página 2)
» Salvador Marín. “Nuestras
mujeres, que no quisieran caer en manos de los traidores e invasores de España,
sufren en los campos de concentración los rigores del tiempo, las vicisitudes
propias del exilio y lo que es peor, el trato soez e indecente de la
Gendarmería y senegaleses franceses. Compañeros nuestros han muerto de frío y
de hambre…”. (Ver página 1 de
la carta | Página 2)
» Remedios Manzanares Marlasca y Josefina González (Ambas
de 21 años, de la Agrupación de Mujeres Antifascistas y Sindicalistas de la
UGT). “Ambas tenemos el firme convencimiento de que nuestra
convivencia con el fascismo es imposible y no estamos dispuestas a volver a
España”. (Ver página 1 de
la carta | Página 2)
» Emilio González. Comandante de Infantería.
“Desgraciadamente los que solamente nos hemos dedicado desde pequeños a la
carrera de las armas no servimos para otra profesión y por eso con toda
franqueza expongo mi situación pues soy hombre curtido en la guerra pero que
solo entiendo de esta y no puedo decir que voy a desempeñar otra profesión ni
oficio que no entiendo”.
» Isaías de Haro. Profesor Mercantil. Funcionario del
Ministerio de Trabajo (Campo de Saint Ciprien). “Soy
hombre que jamás ha granjeado el favor del amigo y por consiguiente ni ahora ni
nunca me he valido de buscar influencias para conseguir lo que siempre he
considerado justo. Hoy que el tiempo ha pasado y que he visto que otros que
posteriormente a mi solicitud han marchado ya, me permito a V. rogarle si fuera
posible incluir mi nombre en las futuras expediciones. Si me conociera y viera
la fe y el entusiasmo con que se lo pido tengo la seguridad absoluta que no
dudaría en hacer cuanto estuviera en su mano por complacerme”.
» Antonio Gómez Zapatero, ingeniero (Residente en el
Mediodía francés). “Obligado a salir de España con mi familia ante el
avance de las tropas fascistas sobre Barcelona, me encuentro en Francia sin
medios ni posibilidades de trabajo en Europa, teniendo la convicción de que mis
ideales democráticos sinceramente sentidos han de impedirme toda actividad
profesional en la España sometida a poderes totalitarios y creyendo posible el
desenvolvimiento de mi citada actividad como Ingeniero de Caminos, Canales y
Puertos en la noble nación mexicana acudo a V. E.”
» Carmelo Pérez Ramos. (Campo de concentración de Argeles
sur Mer). “Soy hobrero y tengo experiencia en el cultivo de
árboles albaricoques, melocotoneros o durasnos, peras, ciruelas y piña y otras
muchas facilidades de la agricultura. Pues aquí me tienen como prisionero en un
campo de concentración sin el menor motivo...”. (Ver página 1 de
la carta | Página 2
| Página 3)
» Licesio Domínguez Lorenzo (París).
“Verdaderamente es muy triste de tener que esconderse uno como si fuera una
mala persona, y el único delito que tengo es de haber defendido la REPÚBLICA
ESPAÑOLA”. (Ver la carta)
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