El 15 de enero de 1919 fue asesinada la luchadora marxista en Berlín
Este fin de semana tiene lugar la Conferencia Rosa Luxemburgo y una
manifestación en su honor
Carmela Negrete 11/01/2014 – eldiario.es
La figura de Rosa Luxemburgo es bien conocida más allá de las fronteras
alemanas. Antimilitarista, marxista, internacionalista. Se han escrito cientos
de páginas sobre su biografía y ésta aquí es para quien no la conozca. Su
pensamiento como revolucionaria marxista de principios del siglo pasado contemplaba,
claro, una sociedad futura mas justa basada en el socialismo. Una de sus
particularidades es la de diferenciar el origen del poder de la "dictadura
del proletariado" no en una élite, sino proveniente de las masas de
trabajadores autoorganizadas.
Polaca de nacimiento, ya con 10 años en 1881 tuvo que sufrir su primer
pogromo en Varsovia. Sus padres eran judíos. En su juventud formó parte del
partido socialista clandestino polaco, que cofundó en 1982, y tuvo que
exiliarse en Suiza. Allí hizo una tesis de doctorado sobre la evolución
industrial de Polonia y después se mudó a Alemania, donde se unió al partido
socialista SPD en 1898, del que fue parlamentaria. A principios del siglo XX se
convirtió en la primera redactora jefe del periódico Leipziger Volkszeitung.
Sus artículos abarcan todo tipo de problemáticas políticas ligadas a Europa. En
1903 fue condenada por injurias al káiser Guillermo II a dos meses de cárcel y
en 1906 la encarcelaron de nuevo dos meses por “incitación al odio racial”.
Un año después comenzó a dar clases de marxismo y economía en la
escuela del partido socialdemócrata. En 1912 viajó a París al congreso europeo
de los socialdemócratas, donde pidió al resto de países que si comenzaba la
guerra, declarasen una huelga general. En el SPD permaneció hasta 1914, cuando
los socialdemócratas firmaron junto al resto de grupos parlamentarios la
concesión de créditos para la guerra. Ya en 1913 había organizado
manifestaciones contra la guerra que se comenzaba a vislumbrar en los Balcanes.
Fue por ello que fue condenada a un año de cárcel, que cumplió en 1915.
A los dos meses de ser liberada, la condenaron de nuevo por ser “un peligro
para la seguridad del reino”. Al final estuvo tres años y cuatro meses
en la cárcel.
Rosa Luxemburgo fue cofundadora del partido comunista alemán KPD en
diciembre de 1918, tras la conocida como Revolución de Noviembre, que
destronó a la monarquía. El káiser se había equivocado aupando a Lenin al poder
en Rusia mediante la ayuda económica con el fin de debilitar al zar. Esta
revolución en Rusia prendió la chispa de un movimiento que llegó a Alemania.
Tras la citada revuelta, el partido socialdemócrata se hizo con el poder.
El partido comunista alemán, recién fundado, salió a las calles el 8 de enero
de 1919 por el descontento que existía debido a que se trataba de un gobierno
conservador y con la esperanza de llevar a cabo una revolución al estilo soviético,
comenzando una guerra interna dentro de la gran guerra que estaba desgastando
Europa.
Hasta hoy se discute la posición de Rosa Luxemburgo con respecto a la
revolución rusa. El historiador Jörn Schütrumpf, ligado a la Fundación Rosa
Luxemburgo y experto en su figura histórica, aseguraba al periódico Taz que
“Rosa se mostraba irritada en relación a los acontecimientos de 1918 en Rusia”
y que “Lenin y los otros no querían (al contrario que Rosa Luxemburgo) un
pueblo trabajador de pensamiento crítico”, mientras éstos perseguían “una
revolución desde arriba y la felicidad de la humanidad a través de coartar las
libertades ciudadanas”, ella perseguía una revolución nacida de la libertad
humana.
Sin embargo, como recuerda la vicepresidenta del partido alemán DKP, Nina
Hager, doctora en filosofía, en el libro que dejó sin terminar Sobre la
revolución rusa escribió en 1918: "El partido de Lenin fue (...) el único
en Rusia, que representó los intereses verdaderos de la revolución (…), y por
ello, el único partido que llevó a cabo una política realmente socialista”. En
un pasaje posterior asegura que los bolcheviques llevaron a cabo por primera
vez un programa práctico de políticas socialistas en Rusia.
Bajo el gobierno del SPD, Rosa Luxemburgo fue asesinada junto a Karl
Liebneckt el 15 de enero de 1919 por los llamados freikorps, grupos
paramilitares de extrema derecha, que contribuyeron a aplastar el levantamiento
espartaquista en el que ambos habían tomado parte. Su cuerpo fue encontrado en
un canal varios meses después.
La secretaria general del partido socialista SPD, Andrea Nahles, que
pertenece al ala izquierda del partido, recordaba su figura con motivo del 150
aniversario de los socialdemócratas, que se celebró en 2013, con estas
palabras: “Los programas y proyectos están vivos cuando encuentran personas,
que dan un sentido a sus vidas. (…) personas combativas como Rosa Luxemburgo”.
Sin embargo, el SPD no participa en los actos conmemorativos que se celebran en
su memoria. Estos años se recuerdan como los más oscuros de la historia
del partido socialdemócrata.
A pesar de su asesinato y del sangriento aplastamiento de la Revolución
de Noviembre que costó la vida a miles de personas, el movimiento obrero
consiguió ciertas victorias de las cuales el nombre de Rosa Luxemburgo se ha
convertido en sinónimo: el derecho al voto libre y secreto, incluido el voto
femenino, la jornada laboral de ocho horas, la libertad de coalición y el
derecho a representación sindical.
El recuerdo de Rosa Luxemburgo
Desde 1996 se celebra el segundo domingo de enero en Berlín la Conferencia
Rosa Luxemburgo, organizada por
el diario marxista junge Welt, a la que acuden expertos, activistas
y políticos invitados para fomentar el “intercambio de experiencias así como en
el análisis de actividades de movimientos y partidos de izquierda a nivel
mundial”.
En esta ocasión eldiario.es informará desde la conferencia, a la que
acudirán entre otros la presidenta del Consejo Mundial por la Paz, Maria do
Socorro Gomes Coelho, el secretario general de la Federación Internacional de
la Resistencia, Ulrich Schneider, el presidente del partido alemán Die Linke
Bernd Riexinger o el profesor canadiense de economía Michel Chossudovsky.
El domingo a las 10 horas tendrá lugar una manifestación
que se ha celebrado desde el asesinato de ambos dirigentes, excepto durante el
periodo nazi entre 1933 y 1945, cuando fue prohibida y las tumbas de ambos
destruidas. Hacia el monumento en su honor que se encuentra en el cementerio de
Friedrichsfelde en el barrio este de Lichtenberg, se dirigirá la manifestación,
en la que probablemente participarán varios miles de personas como cada año.
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