Este comercio es más rentable que el tráfico de drogas,
afirman los expertos reunidos por Cáritas. Hay explotación sexual, laboral,
mendicidad
Ocurre cada día ante nuestros ojos, pero o no lo vemos, o miramos para otra
parte. Lo hacen todavía, muchas veces, las autoridades policiales y judiciales.
Es la trata de personas con fines de explotación sexual o laboral. Cada año
entran en España entre 40.000 y 50.000 jóvenes para ser usadas con ese fin, de
muchas maneras y por muy diversos procedimientos criminales. En Europa son
500.000. En todo el mundo, casi tres millones las personas sometidas a trata y
tráfico. Cerca de la mitad son menores de edad. En cifras económicas, que es
como a veces se miran y miden las más sucias tragedias humanas, se trata de un
negocio de entre siete y 12 billones de dólares anuales, según un reciente
informe de la ONU. En España, son cinco millones de euros cada día, según
cálculos de la defensora del Pueblo, Soledad Becerril. Se trata del segundo
negocio clandestino del mundo en beneficios, después del tráfico de armas y por
delante del tráfico de drogas.
Todos estos datos los han facilitado hoy martes expertos de
organizaciones cristianas de todo el mundo que participan en Madrid en la
reunión bienal de la COATNET (Christian Organizations Against Trafficking in
Human Beings, en español Red de Organizaciones Cristianas contra el Tráfico de
Seres Humanos). Para conocer y atacar este problema, la Comisión de Migraciones
de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Cáritas Española, la Fundación Cruz
Blanca, Justicia y Paz y la Conferencia de Religiosos de España (CONFER) han publicado
una muy completa guía didáctica para que los docentes de secundaria consigan
“conmocionar a los estudiantes sobre la gravedad del tema, identificar qué es
la trata, conocer sus causas y consecuencias y tomar postura ante la trata”.
“Debemos atacar este problema", subraya el responsable de
Migraciones de la CEE, José Luís Pinilla. “En los últimos años, este fenómeno
está creciendo por la pobreza", añade Francesca Petriliggieri, responsable
de los temas de trata en Cáritas. No solo se refieren a la explotación sexual o
laboral, sino también a matrimonios concertados, y al tráfico de drogas y de
órganos. La explotación laboral se produce especialmente en fábricas, en el
campo, en el servicio doméstico y a través de la mendicidad.
"Como no constituyamos redes, no solucionaremos el
problema", sostiene Pinilla. Todos los expertos consideran muy deficiente,
“todavía”, la implicación de las autoridades del Estado (jueces, fiscales y
policías) en la lucha contra las mafias que controlan ese repugnante negocio.
Peor aún. Las leyes y reglamentos que regulan la migración facilitan el trabajo
de las mafias. Lo sostiene con muchos datos y ejemplos Martina Liebsch,
directora de incidencia de Cáritas Internationalis. “Las mafias utilizan las
leyes de inmigración como amenaza contra los migrantes”, dijo.
En los países de origen, los tratantes se aprovechan de la pobreza, la
discriminación por razón de género y la falta de estabilidad política de los
países empobrecidos. En los países de destino, como España (de destino, pero
también de paso hacia el Norte), son el desprecio a la dignidad de las mujeres
y el ánimo de lucro las causas que toleran o engordan semejante negocio. Es la
tesis de la guía entregada a los medios de comunicación. El cliente es un
factor clave de la trata. Son personas que acuden a los clubes llamados de
alterne, compran productos llamativamente baratos pese a saber que han sido
importados de países donde se explota a los trabajadores de manera brutal, o
callan cobardemente cuando conocen casos de explotación laboral. Es lo que la
guía didáctica llama la “tolerancia social y legal con las redes de tráfico”.
Los expertos reunidos en Madrid tampoco callan ante
el cinismo de los medios de comunicación y el silencio de las autoridades
competentes. La guía da datos sobre lo que llama “el negocio hipócrita de la
prostitución que mueve, según sus cálculos, 18.000 millones anuales. 40 van a
parar a las arcas de los medios de comunicación que anuncian ese negocio. El
cálculo es de una comisión parlamentaria constituida en marzo de 2007. Ese año,
el Gobierno socialista comunicó a la opinión pública “que estaba trabajando
para eliminar los anuncios de prostitución”, recuerda la guía.
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