El documental ganador fue dirigido conjuntamente por la italiana Giulia Amato y el estadounidense Stephen Natanson. Este último ha estado estos días en Santiago y mantuvo un diálogo con el público tras la presentación de la película. A través de los testimonios de los protagonistas, los espectadores pueden acercarse a lo que sucede realmente en uno de los escenarios calientes del conflicto que enfrenta a palestinos e israelíes desde hace décadas.
La otra gran triunfadora del festival fue Son of Babylon, coproducida por países árabes y europeos, en la que se narran las peripecias de un niño iraquí y su abuela, que buscan al padre del niño que creen prisionero en el sur de Irak tras la caída de Saddam Hussein. El filme obtuvo el premio al mejor largometraje de ficción compartido con otra película, Cairo Exit, del director Hesham Issawi. Son of Babylon también fue galardonada con el premio al mejor director, Mohamed Al Daradji, y al mejor actor, Yasser Talib. La mejor actriz fue Marhyam, intérprete en Cairo Exit.
Dos mil espectadores
El premio concedido por la Televisión de Galicia fue para la película Todos vós sodes capitáns, de Oliver Laxe, mientras que en el apartado de cortometrajes los ganadores fueron Una vida corta (ficción) y Al Madina (documental). El concurso Amal Express tuvo como ganador a (S)alas de revolución, un corto realizado durante el festival.
La organización destacó el éxito del evento y cifró en unas 2.000 las personas que han pasado por las salas en las que se exhibían las películas. A lo largo de estos días ha podido verse ficción y documental que ha permitido al público acercarse a las revoluciones en los países árabes, al papel de la mujer en el islam, las consecuencias de la guerra de Irak o la vida en los campos de refugiados del Sáhara. Además de las películas, se han celebrado talleres de cocina, danza o caligrafía.
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