domingo, 31 de xaneiro de 2010

De cuando éramos 'heavies'


Barón Rojo se muestra en forma para recordar con nostalgia sus 30 años

CARLOS MARCOS - El País - 31/01/2010

Algunos, con la entrada en la mano y a pocos minutos del comienzo del concierto, dudaban que los cuatro barones comparecieran. Caray, con lo que se ha dicho de estos individuos en los últimos 20 años, no era una teoría descabellada.

La historia es conocida: después de dos décadas de reproches, la banda más grande del rock duro español se volvía a reunir en su formación original para celebrar los 30 años de vida del grupo. Así que buen rollo entre todos y pelillos a la mar.

A la hora de discoteca light (20.00), los hermanos De Castro (Armando, 53 años, y Carlos, 54) a las guitarras, Sherpa, 60 años, al bajo, y Hermes Calabria, 59 años, a la batería ocupaban el escenario de La Riviera. Fue una noche de homenaje a aquellos tiempos de mediados de los ochenta en el Pabellón de Deportes del Real Madrid, el recinto de la Castellana que acogió la época dorada del heavy metal.

Si tenías 16 años, daba miedo pasar a los aseos de aquel recinto, donde se ocultaban los heavies mayores para sus trapicheos. No sabías en qué condiciones y de qué humor te los ibas a encontrar. En ese pabellón cosechó Barón Rojo sus mayores triunfos. El objetivo de anoche fue rememorar aquellos tiempos gloriosos.

El grupo contó con una sala llena (2.500 personas, entradas agotadas) y un público talludito y mayoritariamente masculino para conseguir su objetivo.

Para llevar tanto tiempo sin verse las caras, el grupo sonó compacto, recio y engrasado. En contra de lo que se podía ver a primera (y segunda) vista (calvas, michelines, canas y demás erosiones por el paso del tiempo), Barón Rojo está en condiciones profesionales muy aceptables. Ayuda lo suyo contar con un repertorio incontestable.

Arrancaron con Concierto para ellos y siguieron con una ristra de clásicos que conforman lo mejor del rock duro en español: Son como hormigas, Larga vida al rock and roll, Los rockeros van al infierno, Resistiré... No falto ni una. Hubiese sido mejor si hubieran optado por la contención: fue un concierto muy largo (dos horas y media) y sí, horror, se atrevieron con un solo de batería.

La resurrección de los barones originales del rock tiene fecha de caducidad: este año 2010 estarán de gira y luego cada uno a sus asuntos. Mejor así, porque el concierto de ayer será considerado como una noche de nostalgia heavy que no se enturbiará con nuevos episodios. Para eso ya están otros. A la salida, un enorme cartel anunciaba que Obús tiene nuevo disco. Se llama Cállate. Demasiado heavy...

Ningún comentario:

Publicar un comentario