luns, 12 de setembro de 2011

La hambruna se amplía a una sexta región somalí


750.000 personas podrían morir en cuatro meses si no hay ayuda
SUSANA HIDALGO MADRID 05/09/2011
Ya son seis las regiones de Somalia a las que Naciones Unidas ha puesto el sello oficial de zona con hambruna. En Bay, la última en sumarse a la lista, también se cumple la estadística que presenta el peor panorama posible: el índice de malnutrición en la población infantil es superior al 30% y al día mueren más de dos personas por cada 10.000.
En un comunicado, Naciones Unidas advirtió que la expansión de la hambruna no tiene aún un punto y final. "Cuatro millones de personas están en crisis en Somalia, de las que 750.000 corren el riesto de morir en los próximos cuatro meses si no hay una respuesta adecuada. Decenas de miles de personas han muerto, la mitad de ellos niños", alertó la Unidad de Análisis de Nutrición y Seguridad Alimentaria de Somalia (FSNAU), ligada a Naciones Unidas.
Ganadería y cultivos
Otras 50.000 personas más de las áreas de cultivo de Gedo y Juba, en el suroeste de Somalia, podrían verse afectadas por la crisis, según la FSNAU. Ya el pasado 25 de agosto, fecha en la que se celebró una conferencia internacional de donantes en Etiopía, la FAO advirtió de que todavía no había llegado a la zona la ayuda suficiente como para que la sociedad agricultora y ganadera del Cuerno de África no se viese totalmente destruida.
En esta crisis se suman varios problemas: la especulación con los alimentos, la guerra de Somalia y la sequía. No llovió absolutamente nada de octubre a diciembre de 2010 y las pocas lluvias que cayeron en la primavera de este año no sirvieron para levantar la cosecha.
Los desafíos
Alfonso Verdú, responsable de operaciones en Somalia de Médicos sin Fronteras (MSF) explicó a este diario que el desafío de la comunidad internacional sigue estando en conseguir repartir la ayuda dentro de Somalia. "Es donde hay que negociar con los clanes, con los líderes locales, con las partes en conflicto", señaló Verdú, que acaba de llegar de la zona. Médicos sin Fronteras trabaja tanto en zonas dominadas por el Gobierno como por las que controlan las milicias islamistas.
En su estancia en el Cuerno de África, Verdú ha notado una pequeña mejora en cuanto a la coordinación de la ayuda que se realiza en el campamento de Daabab (Kenia). "Han abierto un campo nuevo (la ampliación del de Ifo) y eso ha aliviado la situación, pero no hay que olvidar que aún hay 30.000 personas que están esperando para entrar", alertó esteco operante.
Médicos sin Fronteras prefiere evitar el término hambruna y las connotaciones político-económicas que considera esta organización que puede tener dicha denominación. Verdú habla entonces de "crisis humanitaria con agravante de malnutrición". En esas condiciones siguen llegando a diario miles de personas a los campos de refugiados, en unas condiciones extremas. A Daabab en la última semana han seguido llegando unos 8.000 refugiados.

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