xoves, 28 de outubro de 2010

Berlín exhibe la Alemania que encumbró a Hitler


La capital alemana inaugura la primera exposición monográfica sobre el dictador y su sociedad desde 1945
AGENCIAS Berlín 14/10/2010
Cruces gamadas, puños de hierro, cachiporras y botas militares y bustos de Adolf Hitler. Algunas de estos enseres componen una nueva exhibición que se inaugura este viernes en el Museo de Historia Alemana de Berlín que lleva por nombre "Hitler y los Alemanes. Comunidad y Crímenes" centrada en la figura del dictador alemán. La muestra estará abierta hasta el 6 de febrero.
No sólo se trata de la primera muestra monográfica que se dedica a Hitler en Alemania desde que terminó la II Guerra Mundial en 1945 sino que refleja los condiciones que le llevaron al poder en la Alemania de los años 30 y la permisividad de la sociedad teutona ante las atrocidades que cometió el régimen nazi dentro y fuera de su territorio.
La muestra, que incluye desde uniformes de la SS y la Gestapo hasta un mueble de la oficina de Hitler, refleja cómo todos los niveles de la sociedad alemana -los medios, la industria, la Iglesia, las escuelas- contribuyeron a crear el culto al dictador en la década de 1930 y lo sostuvieron durante la Segunda Guerra Mundial.
La sociedad que encumbró a Hitler
Uno de los comisarios de la exhibición advierte: "No queremos centrarnos en Hitler como personaje". "Queremos ver el ascenso del régimen, cómo operó en el poder y cómo cayó, y el potencial tremendamente destructivo que desató el nacionalsocialismo", agregó.
La muestra se organizó en un moderno anexo detrás del museo en Unter den Linden, el boulevard en el que Hitler mandó a talar los tilos que le dieron su nombre. No hay publicidad sobre la exhibición ni en los medios ni a las afueras del edificio, en cumplimiento de la ley alemana que prohíbe mostrar símbolos nazis.
Pero dentro de la misma los visitantes se sumergirán en un mundo de propaganda, desde paquetes de cigarrillos con la esvástica hasta una carretilla para vender el diario del partido, "Voelkischer Beobachter". Además de documentar la construcción del Estado nazi, con su industria, autopistas y festivales, la exhibición también refleja el creciente odio racial y la discriminación, que tuvo su expresión más radical y deplorable en el holocausto judío.
Como muestra de la teoría de la superioridad aria, un póster muestra a un niño con discapacidad mental al lado de un musculoso atleta rubio, que advierte sobre los peligros demográficos "si los retardados tienen cuatro hijos y los normales sólo dos".
También aparecen las estrellas amarillas que debían usar los judíos como brazalete y los uniformes rayados de los campos de concentración que vistieron algunos de los 6 millones de judíos asesinados en el Holocausto junto a otras víctimas del nazismo.

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