Jon Juaristi
y Marina Pino, Premio Comillas de Historia, Biografía y Memorias con una obra
que ilustra una época convulsa a través de las "trágicas" vidas de
sus familiares
HENRIQUE
MARIÑO Madrid 05/10/2010
Vidas cruzadas y destinos
derrotados. La obra merecedora del XXIII Premio Comillas de Historia, Biografía
y Memorias narra —con minúsculas— la historia de varias Españas contrapuestas,
las biografías de dos árboles genealógicos y las memorias, firmadas a cuatro
manos por Jon Juaristi (entrevista)
y Marina Pino, de la rama común que une a los personajes que pueblan el libro y
a los propios autores: el ex ministro republicano Tomás Bilbao Hospitalet.

Paralela, tangencial,
transversalmente, muchas otras vidas. Por ejemplo, la de la joven que tuvo un
hijo con Tomás Bilbao estudiante. Tenían apenas 18 años y la chica tuvo que
irse con el churumbel en brazos a Sevilla. La criatura sería el padre de Marina
Pino (Barcelona, 1942) y la madre terminaría casándose con "un policía
republicano al servicio del Banco de España que está en Paracuellos".
Luego... "desgracias
en cadena", apunta esta traductora y periodista, cuya familia materna no
correría mucha mejor suerte. Su otro abuelo, un teniente coronel
destinado en Tarragona, fue enviado a liberar Zaragoza y "lo mataron en la
toma de Sástago".
Nacionalistas,
anarquistas...
"Jon habla más del
País Vasco. Sufrieron menos, porque eran nacionalistas. El que más, Tomás
Bilbao, porque era comprometido y estuvo en el Gobierno hasta el final. Los
acusaban de asesinatos masivos, pero Francia no lo quiso entregar y pudo coger
un barco portugués renqueante, rumbo a México", explica esta autora de dos
ensayos sobre Casanova, quien abrillanta la grandeza de cada nombre y apellido
que surca el medio millar de páginas. "Todos ellos son ejemplares. Ninguno
quedó indemne. Y por eso resultan importantes: te dan una idea de cómo fueron
las cosas".
Precisamente, la obra
ganadora, A cambio del olvido. Una indagación republicana (1872-1942),
cuenta la historia de la España de la época a través de seres anónimos —a
excepción del citado ministro— pertenecientes a la burguesía vasca o
sostenedores de la causa anarquista, víctimas de un bando pero también
del otro, derrotados y derrotadas, al fin y al cabo.
De una "escuela de
guerra" de la CNT en Paterna, por ejemplo, sale el padre de la escritora
para ir al frente.
"Se enroló para hacer
la guerra como Dios manda, no comiendo jamones, como otros". Cuando
cayeron las líneas, de regreso a Sevilla, aquel militante de la Federación
Ibérica de Juventudes Libertarias sirvió como soldado del régimen. "Franco
necesitaba carne joven". Luego, "reintegrado a la vida civil, fue
muy duro, ya que no había trabajo", por lo que se vio obligado a emigrar a
Buenos Aires. "Tuvo mala suerte y murió allí".
Personajes "como de
novela negra"
"No son grandes
personajes, pero cada uno representa un destino. Un destino bastante trágico.
Para que veas lo convulso de la historia, nadie muere en su lugar de
origen", asegura Pino, que se repartió el libro "al 50%" con
Juaristi, con quien intercambió la información recabada en archivos oficiales. "Empecé
a remover, pero en las casas no quedaba nada. Se destruía todo porque era
comprometedor".
Y, así, con esos
"personajes como de novela negra", que diría la escritora, y con los
nacionalistas vascos y los salmeronistas aportados por el ensayista bilbaíno
—estos últimos, matiza él mismo, pertenecientes a su familia materna,
"bastante representativa de la coalición republicana socialista de
principios de siglo"—, ambas firmas han entretejido una tela humana que
representa la "cultura republicana en España", vista por Juaristi
como una "cultura derrotada".
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