Enterrados
en Granada unos carabineros fusilados en 1937
AMINA NASSER
GRANADA 08/10/2010
Entre el 15 y el 25 de
febrero de 1937, diecinueve militares del Cuerpo de Carabineros fueron
apresados por las tropas falangistas, fusilados y enterrados en una fosa
común en las afueras de Melegís, en el municipio granadino de El Valle. Ayer,
73 años después, sus restos recibieron sepultura.
El funeral por los
milicianos siguió el ritual católico. Los restos óseos de cada uno de ellos y
las pocas pertenencias que podían llevar fueron depositados en pequeñas cajas
de madera, con una cruz tallada sobre la tapa y un número. Nadie conocía sus
nombres, ni sus domicilios ni si tenían familia Las pruebas de ADN
realizadas tras la exhumación de los restos por la Asociación Granadina para la
Recuperación de la Memoria Histórica (AGRMH), el pasado año, desvelaron que eran
muy jóvenes, la mayoría de 16 a 20 años. La identificación de las víctimas ha
sido imposible. Pero los 19 sin nombre recibieron ayer una sepultura digna.
Vecinos del municipio
trasladaron los restos al interior de la iglesia. Y allí colocaron sobre cada
caja una rosa roja. "Estas personas murieron de forma cruenta", dijo
el párroco de Melegís al iniciar la misa. "Se merecen esta despedida",
agregó después. "Yo no soy quién para imponer a nadie mis creencias pero
la historia está ahí. Hemos de sacar experiencia para que no se vuelva a
repetir".
La iglesia estaba
abarrotada. Entre los asistentes había algunas autoridades provinciales y
estaba el subdelegado de Defensa en Granada, el coronel Juan Antonio Díaz
Ripoll, y el alcalde de El Valle, el socialista Juan Antonio Palomino. Por
primera vez, el Ministerio de Defensa enviaba a un representante a un funeral
de milicianos republicanos. Lo había solicitado el regidor. "No hay
que olvidar que eran soldados españoles que defendían la legalidad
democrática", subrayó Palomino al concluir la misa. Algunos de los que
acudieron al acto se preguntaban por qué se había iniciado el entierro con un
funeral católico. "Los vecinos nos pidieron que se les diera una misa
funeral. Es la forma de enterrar en nuestra cultura y lo hemos hecho del mismo
modo que enterramos a cualquier persona en nuestro pueblo", explicó el
alcalde.
Un panteón
En la puerta de la
iglesia, miembros de la Asociación Granadina para la Recuperación de la Memoria
Histórica recordaban el día en que abrieron la fosa. "Vi la tragedia
reflejada directamente, podías oler la muerte muy de cerca",
comentó el arqueólogo y profesor de la Universidad Francisco Carrión. Junto a
los restos óseos, se encontraron distintivos militares, botones, trozos de
lápiz, alguna cuchara y munición.
Los
19 de Melegís, que habían llegado a la zona en desbandada tras haber caminado
unos diez días desde Málaga y que fueron fusilados de un tiro en la nuca,
tienen ahora un panteón en el cementerio municipal. Ayer los enterraron allí.
Un epitafio los honra. "Aquí yacen 19 soldados españoles fusilados en 1937
por defender las libertades democráticas".
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