La información con mensaje político se retransmite en los campos de
refugiados de Tinduf desde hace 37 años. El primer espacio radiofónico saharaui
surgió en Libia en 1974
PATRICIA CAMPELO Campamento '27 de febrero' (Argelia)
En mitad de
la hamada argelina, una zona inhóspita al sur de Argelia, se levantan las
edificaciones que albergan toda la red de comunicaciones de los exiliados del
Sáhara Occidental. En esta simulación de país que han creado en mitad de la
nada y partiendo de cero, saharauis formados en Argelia, España y Cuba, entre
otros países, impulsan la vertiente de la información y del entretenimiento en
los campamentos de refugiados. La precariedad de las instalaciones incluye un
mensaje de provisionalidad: "Esto es así hasta que podamos volver a
nuestra tierra", explica un responsable del ministerio de Información de
la República Árabe Saharaui Democrática (RASD). Pero después de 37 años
viviendo en el exilio, la vida tiende a buscar vías óptimas de supervivencia
sin descuidar las reivindicaciones políticas. Para ello, una radio, una
televisión y un periódico semanal proveen a las personas de los campamentos de
una información que deja poso político.
La
televisión de la RASD, inaugurada el 20 de mayo de 2009, emite informativos en
directo una vez al día. El boletín informativo se emite también en castellano y
se repite dos veces al día excepto si suceden novedades, que entonces renueva
su contenido. Un total de 10 personas preparan la parrilla informativa cada día
de la semana en un edificio que se levantó con la ayuda de una asociación sevillana.
La pata del entretenimiento la forman programas políticos y sociales. "El
objetivo es transmitir la imagen del pueblo saharaui por todo el mundo",
indica Ebno Blal, encargado del canal televisivo en ausencia de su director.
Las emisiones llegan a través del satélite Intelsat, y toda la programación es
de elaboración propia. "No emitimos películas, sólo informativos y
programas de contenido político y social", narra.
Dos platós
integran el edificio de la televisión de la RASD: uno para los informativos y
otro, más grande -con tres cámaras y siete focos- para los programas. Encima de
una mesa aún permanecen a la vista del visitante los periódicos del día -entre
ellos, el diario catalán La Vanguardia- que tertulianos comentan en uno de los
programas de contenido político.
Información
bélica
La radio la
trajeron los primeros refugiados que huyeron de la guerra con Marruecos, tras
la salida de España del territorio en 1975. El 6 de noviembre de ese año, la
dictadura franquista cedió la provincia española número 53 al reino alauita
mediante unos acuerdos que no reconoce ni aprueba la comunidad internacional.
Muchos saharauis encontraron asilo en la hamada argelina donde aún permanecen.
Otros se quedaron a defender el territorio originario de los nómadas del
desierto en una guerra entre Marruecos y el Frente Polisario que se prolongaría
hasta 1991, fecha del alto el fuego auspiciado por Naciones Unidas. En los
primeros años del conflicto, la radio ofrecía información de los muertos y
heridos en combate. Ahora, el canal se utiliza para preservar la memoria de
los vencidos. "La radio es un instrumento más en la lucha del pueblo
para hacer llegar nuestro mensaje en todo el mundo y romper el bloqueo
informativo de Marruecos en los territorios ocupados", explica Jalil
Mohamed Lamin, responsable en el ministerio de Información saharaui.
De las
bondades del satélite también se beneficia la radio, que emite durante varias
horas al día por el canal de televisión. "Así se evitan interferencias
intencionadas", apunta Lamin sobre el bloqueo informativo marroquí.
La cultura,
la música, el deporte, la mujer, la juventud y la cultura son los ámbitos
temáticos que abarca la programación, realizada en cuatro estudios diferentes.
Por su parte, en el boletín de información de la RASD tienen cabida cuantos
actos se desarrollan en los cinco campamentos de refugiados y en las zonas
ocupadas por Marruecos, al otro lado del muro de 2.700 kilómetros que divide a
los habitantes del desierto.
El periódico
Una
publicación semanal, Sahara El Hora, completa la estructura comunicacional de
la RASD en los campos de Tinduf. Los 3.000 ejemplares de 16 páginas, dos de
ellas en castellano, se imprimen en rotativas argelinas y se cocinan en Rabuni,
el centro neurálgico donde se concentran, además de la radio y la televisión,
las principales sedes institucionales del gobierno saharaui [Parlamento,
palacio presidencial y ministerios]. "Se trata del periódico oficial,
del estado, con finalidad política", aclara su director, Mohamed
Talhi, quien dirige un equipo de diez personas. Los miércoles se cierra la
edición, se remite a imprenta y el domingo se reparten los ejemplares gratuitos
en cada wilaya (provincia) del Sáhara de refugiados. Esta prensa escrita, que
ahora tiene su versión digital, también nació al calor del destierro. La
hemeroteca da fe de ello: aún conservan algunos ejemplares publicados a finales
de 1976.
El primer
altavoz del pueblo saharaui
La memoria
radiofónica de los habitantes del desierto se remonta a 1974, cuando desde la
ciudad libia de Trípoli se emitía en onda corta el programa ‘Saguia el Hamra y
Río de Oro en vía de libertad'. "Era un espacio de media hora en el que
los libios emitían informaciones para los saharauis", recuerda Jatry Aduh,
presidente del parlamento, que por entonces era un inquieto veinteañero. Información
y sensibilización eran los objetivos de aquellos mensajes que llegaban a
las ciudades del Sáhara Occidental. "Había información y divulgación de la
causa saharaui para sensibilizar tanto al propio pueblo como al resto del mundo
árabe", ilustra Aduh.
El
mensaje que llegaba por las ondas aquellos años era el mismo que aún
reivindican en los campamentos de refugiados: la descolonización y la independencia
del territorio delimitado al norte por el río Saguia el Hamra y al sur por el
río de Oro. "La voluntad de la población para liberar su país sigue siendo
férrea y cada vez más fuerte a pesar del tiempo que ha pasado desde la
ocupación", concluye el político saharaui.
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