El constructivismo de Rodchenko y Popova deslumbra en el Reina Sofía
ÁNGELES GARCÍA - El País- 21/10/2009
"Las calles son nuestros pinceles, las plazas nuestras paletas". La proclama artístico-bolchevique es del poeta Vladímir Maiakovski. Y viene a resumir inmejorablemente el ideal de muerte a la creación burguesa y sacrificio del artista en favor de las masas para cumplir su papel de agitación cultural. En torno a Liubov Popova (1889-1924) y Aleksander Rodchenko (1891-1956), geniales propagandistas, pivotó la cristalización más acertada de aquellas aspiraciones: el movimiento constructivista. El Reina Sofía ofrece las claves de esta explosión de colores y conceptos más allá de las ideologías en Popova y Rodchenko. Definiendo el constructivismo, que hoy se abre al público.
La muestra resulta fascinante. Viene de triunfar la temporada pasada en la Tate Modern de Londres y reúne 350 piezas entre pintura, esculturas, carteles, libros, fotografías y películas. Los carteles gigantescos abruman por su claridad y la eficacia de sus mensajes. Era el signo de los tiempos revolucionarios. Se construían bibliotecas de formas geométricas que recorrían Rusia adornadas envueltas en la soflama. Y las fiestas proletarias y los palacios se convertían en un campo de experimentación donde volcar un imaginario socialista repleto de aristas.
De la suma de tanta agitación cromática y de ideas resulta la exposición más potente de la temporada del Reina Sofía. "Es una muestra de plena actualidad en la que se habla de un momento, entre 1917 y 1924, en el que un grupo de artistas consiguen romper con la idea de la autoría aislada, logran una implicación entre el arte en la vida cotidiana y utilizan los elementos técnicos para facilitar la comunicación entre la pieza artística y el espectador", explicaba ayer en las salas del museo Vicente Todolí, director de la Tate Modern y comisario de la muestra junto a Margarita Tupitsyn. (...)
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